Después de muchos de meses de caída en el nivel de actividad, pareciera que marzo fue el piso, y desde allí comenzó una pequeña y lenta recuperación. Y si bien julio ofreció datos alentadores, este rebote en la actividad no se habría sostenido en agosto, al producirse una desaceleración. Al menos esa es la conclusión que tienen los especialistas de los primeros indicadores clave que aparecieron sobre la economía en el octavo mes del año.
«Los dos primeros datos primarios de actividad de agosto no permiten mantener el optimismo que imprimieron los de julio para el nivel de actividad mensual», explicaron desde la consultora Outlier.
Uno de los indicadores mencionados son los despachos de cemento. Tras un aumento del 26% mensual en julio, en agosto el crecimiento volvió a tomarse una pausa. Esta vez, el volumen de despachos reportado por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) cayó un 2,6% mensual y 26,3% interanual, en un mes que históricamente parece ser estacionalmente favorable.
«Los despachos de cemento al mercado interno informados por la AFCP con ajuste estacional cayeron en agosto más de 7% mensual respecto de julio y devolvieron buena parte de la suba que habían registrado durante dicho mes, aunque está claro que conservan la pendiente positiva desde el último mínimo local. También cierto que permanecen en niveles que no veíamos desde la pandemia», remarcaron desde Outlier.
El segundo dato es de producción automotriz, difundido por Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), se mantuvo en terreno positivo en agosto, pero marcó una desaceleración con respecto a julio. Ese indicador creció 1,2% mensual, frente al 22% de julio, y aún está lejos de los niveles de agosto.
Fuente: 1816
A diferencia de Outlier, desde la consultora 1816, aseguraron que los indicadores de alta frecuencia de precios al consumidor indican que en agosto la inflación se estabilizó en torno a los niveles de julio, pero en términos de actividad parece ser un mes «considerablemente más positivo que julio».
Al respecto, el economista Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma, explicó por qué los indicadores le dan tan positivos a 1816: «Acá se olvidaron de los despachos de cemento y producción de autos, que son los verdaderos primarios. Recaudación, IVA, etc., no son indicadores de actividad en clave mensual. Patentamientos tiene mucho que ver siempre con las ventas del mes anterior, y siempre ajuste estacional», dijo desde X.
Por último, en agosto el Índice Construya (IC), que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos para la construcción, registró una baja del 4,3% mensual desestacionalizada, al tiempo que se mantuvo 20,1% por debajo del nivel de agosto de 2023.
«En agosto se presentó una corrección en los despachos, dentro de una tendencia a la recuperación que se observa desde abril», explicaron desde Construya. De esta forma, en promedio en enero-agosto de 2024 los despachos del grupo Construya resultaron 29,3% menores a los realizados durante los ocho meses de 2023.
Actividad económica: la lectura que hace la city
«Creemos que lo peor en términos de ritmo de contracción económica podría haber quedado en el pasado. Consideramos que un posible motivo es que la expansión de crédito privado tras las sucesivas bajas de tasas de referencia del BCRA podría haber contribuido en este sentido, dado el carácter expansivo en términos de oferta monetaria que contendría la contracción económica en contexto de ajuste fiscal», explicaron desde Grupo SBS.
Para este informe, la contracara de esto es la dificultad en perforar a la baja los niveles de inflación de los últimos tres meses. «Repetimos lo que venimos destacando desde hace algunos meses en materia de empleo privado registrado: a junio, la merma directa desde noviembre es del orden de 2,3%, la mayor contracción directa en 7 meses desde la crisis del 2008. Una profundización en el deterioro del mercado laboral, conllevaría una debilidad mayor en el consumo«, enfatizaron.
Y agregaron: «Respecto a ingresos reales, vemos lo mismo que para la actividad general: lo peor en materia de ritmo de caída habría quedado atrás, aunque para pensar en una suba sostenida de los salarios reales deberán verse mejoras en la productividad, algo que se da únicamente vía reformas al mediano y largo plazo. En ese sentido, aprovechamos para volver a enfatizar que una recuperación que no sea un mero rebote y apunte a un crecimiento sostenido podrá darse sólo en un entorno macroeconómico normalizado, por lo que seguimos viendo como crucial la remoción de controles de cambios hoy vigentes».