Si se tomaran como parte del gasto los intereses que pagan los instrumentos financieros capitalizables -que usa el Ministerio de Economía para financiar al Tesoro-, en realidad, el Gobierno podría no tener el superávit financiero de unos $3 billones que declaró hasta el momento, de acuerdo con algunas estimaciones privadas.
Pero, en rigor, un estudio elaborado por la consultora 1816 plantea que, “bien medida” esa variable, implica que el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, habría conseguido en términos genuinos el superávit fiscal.
De lo que se trata, según indica la consultora referente en el mercado, es de despejar la inflación de los intereses realmente pagados por el Gobierno a través de las Lecap, los Boncap y de las Lefi.
El reporte señala que, de acuerdo con los números que presenta el Gobierno, entre enero y octubre de este año se generó un superávit primario de $10,3 billones. Pagó unos $7,4 billones en intereses y le quedó un superávit financiero de $3 billones.
Pero, según afirma 1816, durante ese período se capitalizaron intereses por $10,4 billones, lo que hace suponer a los analistas que, en realidad, el Gobierno habría tenido un déficit fiscal.
“De los $10,4 billones de intereses que se capitalizaron en los títulos a tasa fija en el año, más del 90%, exactamente $9,6 billones, pueden explicarse simplemente por la parte de la tasa de interés que viene a compensar la inflación”, advierte el reporte.
El trabajo precisa que “la capitalización explicada por una tasa de interés real positiva fue de unos $0,8 billones”. En ese sentido, se aclara que, para hacer esa estimación, se usaron los mismos métodos que se aplican para la contabilidad pública.
Es por eso que la consultora concluye que “bien medido”, el superávit financiero entre enero y octubre de este año fue de $2,2 billones, en vez de los $3 billones que declara el Gobierno, cifra que es importante, a pesar del ajuste por inflación.
Por otro lado, el análisis plantea que también se podría incluir en el cálculo la pérdida que tiene el Tesoro por mantener depositados a tasa cero los fondos que consigue de las licitaciones.
En octubre, fueron unos $13 billones, según dice el reporte, que generaron una pérdida financiera de unos $350.000 millones. Pero eso, a su vez, señala 1816, habría que contrapesarlo con las ganancias que aportan el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) y el Banco Central (BCRA). Así que, por lo tanto, el trabajo solo se limita más que nada a ajustar por inflación el saldo a favor que declara el Gobierno.
Menos motosierra
Es precisamente, la reducción del gasto en intereses que declara Economía, a partir de la capitalización, lo que le ha permitido reducir la intensidad del ajuste del gasto en lo que va del año al Gobierno, según indica un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
El estudio plantea que, en enero, la actual administración de Javier Milei arrancó con un ajuste del gasto del 39,4% y que en octubre ese recorte se había reducido a un 28,9% real interanual. El gasto en intereses de la deuda había comenzado al principio del año con un crecimiento del 26% y, en octubre, el acumulado ya da una caída del 8,1%.
El estudio del IARAF plantea que, gracias a la reducción del pago de intereses, al menos formalmente, la intensidad del ajuste fiscal bajó en unos 10 puntos, aunque con la salvedad de que hay algunos recortes que fueron disminuyendo y otros subiendo. Tal es el caso del gasto previsional, que arrancó en 38,1% y ahora está en 21,4%, mientras que las erogaciones en programas sociales iniciaron con una contracción del 23,1% y ahora está en el 29%.