La idea de que Bolivia se suma a la organización de la Copa del Mundo de fútbol de 2030 no es nueva ni surgió del presidente argentino, Alberto Fernández. El propio expresidente boliviano Evo Morales defiende la causa desde 2018, cuando la planteó formalmente al Mercosur y Chile aún no había sido invitado.
Tras años de preparativos y anuncios preliminares, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay oficializaron, con el apoyo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) su candidatura conjunta para organizar la Copa del Mundo de fútbol de 2030, conmemorando los 100 años del primer torneo, disputado en Uruguay en 1930.
La sorpresa estuvo marcada no por la conferencia sino por un anuncio que, en simultáneo, hizo el presidente argentino, Alberto Fernández, a través de sus redes sociales: «Esta candidatura es de todo el continente. Por eso, me gustaría y voy a proponer que nuestro país hermano Bolivia sea parte de este sueño».
El pedido del presidente argentino, que no fue refrendado oficialmente en la conferencia, había sido uno de los puntos de la última reunión que Fernández mantuvo con el expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019).
En efecto, la posibilidad de que Bolivia se incorpore como subsede del Mundial de 2030 obedece en gran medida a la insistencia de Evo Morales, que desde hace años mantiene viva esa idea en diferentes reuniones con mandatarios de la región y autoridades del fútbol sudamericano.
Morales había pedido pública y explícitamente el apoyo argentino a su idea el 22 de enero de 2023, cuando el exmandatario encabezó un acto por la conmemoración del Día del Estado Plurinacional, en la localidad bonaerense de Avellaneda.
«Lo felicitamos por el tricampeonato (mundial) y pedimos que pueda ayudarnos para que Bolivia sea subsede de este Mundial 2030«, afirmó Morales en Avellaneda, según el periódico deportivo argentino Olé.
Morales le pidió al mandatario de Bolivia, Luis Arce, que «no tenga miedo al tema de la inversión» para que Bolivia sea una de las sedes.
«Esperamos que nuestro hermano presidente Lucho Arce nos pueda acompañar en esta campaña«, aseguró Morales. Además, aseguró que construir estadios «no es mala inversión».
A pesar de la sorpresa que provocó el tuit de Fernández, Morales insiste en su pedido de incorporar a Bolivia desde hace años, cuando la candidatura conjunta todavía estaba en formación.
En 2018, el diario uruguayo El Observador destacó que Morales, en aquel momento presidente boliviano, puso la cuestión sobre la mesa durante una cumbre del Mercosur realizada en Montevideo, en la que estaban los entonces presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020); de Argentina, Mauricio Macri (2015-2019); y el actual presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez.
Si bien había nacido como una idea uruguaya para conmemorar el centenario del primer mundial disputado en 1930 en Montevideo, la candidatura conjunta ya estaba en la agenda de los mandatarios desde 2017. Por entonces se hablaba de una triple sede, ya que Chile aún no había sido invitado a participar.
En aquel encuentro de 2018 Morales ofreció «dos o tres departamentos como subsedes» del campeonato.
A pesar de la insistencia de Evo Morales, el planteo de Bolivia no encontró demasiado eco en sus vecinos. El presidente chileno Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022) oficializó la participación de Chile como organizador en febrero de 2019 y un mes más tarde los cuatro presidentes se reunieron en la Residencia de Olivos en Buenos Aires, invitados por Macri.
Un artículo del diario argentino La Nación consignaba que el «‘no’ a Bolivia» había sido uno de los puntos más relevantes. De hecho, si bien el presidente boliviano había planteado la cuestión formalmente, en aquel cónclave de más de una hora ninguno de los mandatarios había tocado el tema.
A pesar de eso, Morales no se rindió. A pesar de ya no ser presidente, su pasión por el fútbol le permitió seguir vinculado al deporte más popular de la región y aprovechar cada ocasión para reiterar su idea.
El último antecedente fue el encuentro que el líder boliviano mantuvo con el presidente de Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, en la sede de la organización rectora del fútbol sudamericano en Luque (Paraguay). El medio boliviano Los Tiempos recogió que en el encuentro Morales buscó «hablar de las posibilidades de que Bolivia sea sede de una final de la Copa Libertadores y subsede del Mundial 2030».
Con Alberto Fernández como el primer mandatario en secundar públicamente la idea de Morales, los organizadores debieron ensayar una respuesta a las consultas sobre si efectivamente es posible sumar un nuevo organizador a esta altura del proyecto.
El ministro de Turismo y Deportes argentino, Matías Lammens, reconoció en la conferencia de prensa que «la propuesta que hizo el presidente sé que tiene que ver con un pedido específico que le hizo Evo Morales» pero advirtió que «es muy complejo el tema. Ya está armado el consorcio y también hoy hablamos de la imposibilidad que hay de FIFA de organizarlo con más de una determinada cantidad de países».
Lammens recordó que la FIFA permite «un máximo de tres países» en la organización de un Mundial y señaló que aún así la región propondrá «hacerlo de cuatro».
Junto con recordar que la FIFA permite «un máximo de tres países» como organizadores de un Mundial, indicó que «nosotros vamos a plantear hacerlo de cuatro», indicó Lammens, mientras afirmó que la organización de la Copa del Mundo en Sudamérica sería «una oportunidad para toda la región, que merece tener un Mundial».
«Más allá de la inclusión o no de Bolivia, me parece que es un Mundial que se lo tiene que adueñar toda la región porque es una gran oportunidad. Hay una cuestión de legado y de lo que significa en términos de impacto económico un evento de estas características«, concluyó.
@Sputnik