La UE decidió topar los precios de varios productos petrolíferos rusos, lo que, advierten expertos, podría poner aún en más apuros económicos y energéticos a la eurozona, un efecto que, señala un economista mexicano consultado por Sputnik, podría también presentarse en América Latina.
Por Daniela Díaz.
El pasado 4 de febrero, la Unión Europea (UE) aprobó un tope de precios para una serie de productos petrolíferos rusos transportados por mar y el límite máximo, que se aplica a las empresas y territorios logísticos controlados por la comunidad política. La medida entró en vigor el 5 de febrero.
El primer límite máximo para los productos petrolíferos comercializados con descuento respecto al crudo, como el aceite combustible, sería de 45 dólares el barril; el segundo para los productos petrolíferos comercializados con precios superiores respecto al crudo, como el diésel o el queroseno, sería de 100 dólares el barril.
Por ahora, la medida está en un periodo transitorio de 55 días para completar los contratos de suministro celebrados antes de la introducción de la limitación de precios. El nivel de los techos se revisará cada dos meses.
De acuerdo con José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en América Latina la decisión de la UE de topar los precios podría acarrear consecuencias en dos sentidos:
- que Venezuela sea proveedor de productos petrolíferos para Estados Unidos, así como la reafirmación de los lazos económicos entre América Latina y Rusia,
- un incremento en los precios de los productos importados que podría subir la inflación.
En entrevista con Sputnik, el académico indicó que aunque aún no se ha dado ningún acuerdo formal entre Estados Unidos y Venezuela, lo cierto es que Washington podría reducir las sanciones impuestas en contra de Caracas para abastecerse de petrolíferos, explicó el especialista. Esto, advirtió, generaría un conflicto interior en EEUU.
«Si se concreta un acuerdo entre Venezuela y Estados Unidos, Biden tendría un problema enorme hacia el interior sobre todo en el Senado», dijo.
Martínez Cortés señaló que, de manera inmediata, la decisión de la UE solamente aporta a Estados Unidos, pues dicho país se ha convertido en el principal exportador de petróleo de la Unión Europea, zona que paga más por el recurso debido a las sanciones que impuso a Rusia.
«Sin duda, el país beneficiado es Estados Unidos porque está sustituyendo como proveedor a Rusia en la eurozona», sentenció.
De acuerdo con el grupo de investigación Wood Mackenzie, el embargo reducirá las existencias de combustible en el noroeste de Europa a 210,4 millones de barriles a finales del invierno, el nivel más bajo desde 2011, además de que los expertos contemplaron la posibilidad de un racionamiento de diésel.
Ya que el combustible es necesario para el transporte de mercancías, los precios de estas aumentarán y se corre el riesgo de que la inflación en la eurozona se eleve aún más, advirtieron.
Este mismo efecto de encarecimiento y de alza inflacionaria podría darse en América Latina gracias a la decisión de la UE.
«En general para América Latina, los que importen productos de los países eurocomunitarios, al incrementar los precios de estos productos, obviamente también subirán para los latinoamericanos, lo que podría volver a subir la inflación«, explicó Martínez Cortés.
El pasado 19 de diciembre, la UE acordó imponer un límite al precio del gas en el marco de un mecanismo de corrección del mercado. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, al comentar la idea de restringir los precios de los recursos energéticos rusos, declaró que Rusia no suministrará nada al exterior si eso contradice sus intereses. Por su parte, el embajador para misiones especiales del Ministerio de Exteriores de Rusia, Yuri Sentiurin, explicó que el establecimiento de un límite al precio del gas importado se contradice con las leyes del mercado y acabará por desestabilizarlo.
Actualmente, la UE vive una crisis energética por los altos costos del gas y la electricidad. Los precios se dispararon debido a las sanciones occidentales impuestas a Rusia por la operación de desmilitarización y desnazificación de Ucrania, las cuales, en particular, restringen la exportación de esos productos energéticos.
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