La presidenta de Perú, Dina Boluarte, determinó retirar a su embajador del territorio mexicano y reducir el intercambio binacional al de encargaduría de negocios, bajo acusación de que «su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, privilegia su afinidad ideológica sobre la relación diplomática».
«He dispuesto el retiro definitivo de nuestro embajador en los Estados Unidos Mexicanos y, de esta manera, las relaciones diplomáticas entre Perú y México quedan formalmente a nivel de encargado de negocios«, apuntó la mandataria en un mensaje oficial divulgado por los canales de la presidencia.
López Obrador, acusó Boluarte, decidió apoyar la intención del ahora depuesto presidente Pedro Castillo de dar un golpe de Estado en la nación andina y ha privilegiado sus afinidades ideológicas sobre 200 años de relaciones binacionales entre Lima y la Ciudad de México.
«Rechazo enérgicamente las expresiones formuladas hoy por el presidente de México sobre asuntos internos del Perú y los inaceptables cuestionamientos que de manera reiterada formula sobre el origen constitucional y democrático de mi gobierno, el señor López ha decidido apoyar el golpe de Estado que diera al ahora expresidente Pedro Castillo el 7 de diciembre del año 2022″, expresó Boluarte.
«El mismo que generó el rechazo unánime de las instituciones que integran el orden democrático en el Perú y la decisión del Congreso de la república de vacarlo en el cargo con el voto de 101 de sus 130 parlamentarios, haciendo uso de una facultad que le reconoce la constitución política», añadió y responsabilizó al mandatario mexicano de violar el principio del derecho internacional de no injerencia.
Boluarte también sostuvo que la postura de López Obrador sobre el ejecutivo peruano está afectando puntos de encuentro entre México y Perú, como la Alianza del Pacífico.
Este 24 de febrero, en su conferencia matutina diaria, López Obrador dijo que mantiene el apoyo a la familia de Pedro Castillo, cuya destitución derivó en una crisis política en Perú que se mantiene hasta hoy con movilizaciones multitudinarias en distintas ciudades y localidades de la nación andina.
Los manifestantes exigen la renuncia de Boluarte, el adelanto de elecciones, la disolución del Congreso y la convocatoria a una asamblea constituyente para formular una nueva carta magna.
«Fue una gran injusticia el haberlo destituido de su cargo (a Castillo) porque él fue electo por el pueblo, además violaron la constitución los conservadores del Perú, que es una minoría», estimó López Obrador desde el Palacio Nacional, sede del poder ejecutivo mexicano localizada en la capital del país.
«Tuvieron que aceptar el resultado de que ganó un representante del pueblo, de los más pobres, de los indígenas y hay lamentablemente mucho racismo y clasismo, y muchos intereses creados en el Perú porque es un país con muchos recursos naturales y esos recursos naturales son muy ambicionados por las grandes empresas transnacionales, apoyadas con gobiernos extranjeros», abundó el mandatario mexicano.
«Todo esto es lo que lleva a tomar esas decisiones de destituir autoridades legales, legalmente constituidas, son golpes de Estado mediáticos, técnicos, violando la constitución, violando las leyes«, subrayó López Obrador y llamó espuria a Boluarte, además de acentuar que cuenta con una aprobación ciudadana del 15%.
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