Lo que está pasando ahora en Europa podría pasar en Asia mañana, acaba de afirmar el titular de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras advertir que China está en una práctica sistémica de exploración, como mostraría el globo hallado sobre territorio estadounidense.
Además, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte llamó a los países miembros a aportar más recursos a Ucrania para sustentar su confrontación contra Rusia.
«Por un lado, la OTAN sigue exigiendo a los Estados miembros que aumenten el gasto militar y refuercen su poderío militar, y por otro hace comentarios irresponsables sobre China. Este es un ejemplo típico de dobles estándares. China se adhiere al camino del desarrollo pacífico y es el país con los mejores registros en términos de paz y seguridad», criticó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático, Mao Ning.
La funcionaria china estimó que la OTAN debería abandonar su mentalidad de Guerra Fría y sus prejuicios ideológicos para evaluar el rol que ha jugado en la estabilidad de Europa y el mundo. «En vez de fomentar conflictos en todas partes y exagerar la amenaza de China», valoró la diplomática.
Stoltenberg, durante una conferencia de prensa del 8 de febrero, pronunciada en coordinación con el titular del Departamento de Estado estadounidense, Antony Blinken, describió las «amenazas» inminentes que supuestamente plantean Rusia y China.
La victoria de Rusia en el conflicto ucraniano, estableció, «sería también peligroso para todos nosotros», sobre todo teniendo en cuenta que Pekín está «vigilando de cerca» la situación en Europa.
Stoltenberg acusó a Pekín de fortalecer sustancialmente sus fuerzas militares, buscar el control de la región del mar del Sur de China y tratar de tomar control de infraestructura crítica, incluida la de países miembros de la OTAN. «Y profundizar su asociación estratégica con Moscú», declaró.
Las declaraciones de presión del titular de la OTAN contra China deben entenderse en el marco de la ascendente hostilidad entre el gigante asiático y Estados Unidos, cuyos puntos se extienden a varios puntos, como el desarrollo de semiconductores y el criterio de una sola China en torno a la isla de Taiwán, evaluó el profesor asociado de la Universidad de Nanjing Gong Hongle, enfocado en relaciones internacionales.
«Estados Unidos parece interesado en exacerbar el sentimiento antichino y está utilizando a la OTAN como herramienta para aumentar la presión sobre Pekín«, insistió el analista.
«Estados Unidos ha convertido gradualmente a la OTAN en su propio instrumento. En el contexto de relaciones geopolíticas tensas entre China y Estados Unidos, estos últimos, con la ayuda de la OTAN, empezaron a entrometerse en temas de seguridad de la región Asia Pacífico», describió Hongle.
«En los últimos dos años, la OTAN ha interactuado como nunca con los aliados de Estados Unidos en Asia, por ejemplo, al enviar delegaciones oficiales a Japón y Corea del Sur, y seguido culpando a China», distinguió. «Utilizando esa retórica, la OTAN está imponiendo sus intereses y ampliando su influencia a su manera, bajo el pretexto de la disuasión. Estados Unidos y sus aliados pretenden crear un sistema de alianzas disuasorias antichinas, similar al sistema de la OTAN en torno a las fronteras rusas», zanja.
Según el profesor Dmitri Mosyakov, director del Centro para el Sudeste Asiático, Australia y Oceanía del Instituto de Estudios Orientales, Estados Unidos está presionando a la OTAN para que mejore su infraestructura en Asia-Pacífico.
La teniente coronel Karen Kwiatkowski, militar retirada que fungió como analista del Departamento de Defensa estadounidense, dijo a Sputnik que los fabricantes de armas de Europa y Estados Unidos no serán capaces de sustentar durante años la producción de armamento y equipo a los ritmos en que se inyectan apoyos militares a Ucrania.
A esto se suma la necesidad de la Unión Europea de recortar sus gastos industriales debido al encogimiento de suministros energéticos derivado también del choque con Rusia, a quien han impuesto decenas de sanciones desde el inicio del conflicto con Ucrania, registrado el 24 de febrero de 2022.
«La lenta desindustrialización de Europa no la ha ayudado a convertirse en la principal fuente de los sistemas de armas del mundo», evaluó la exuniformada. Y aunque varios países miembros de la OTAN tienen sistemas armamentísticos únicos, han sentido ya la presión de dedicarse únicamente a sustentar a Ucrania, consideró.
En este marco, el discurso coordinado de Estados Unidos y la OTAN que pinta a Rusia y China como grandes amenazas parece ser una ruta para mejorar las oportunidades económicas norteamericanas, valoró Kwiatkowski.
Tal como hicieron tras la primera y la segunda guerras mundiales, apuntó, las empresas de Estados Unidos buscarán oportunidades de inversión en Europa para la producción de armamento estadounidense «en nombre de la estandarización ante un campo de batalla global chino y ruso».
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