Los niños y adolescentes deben realizarse un control integral de salud al menos una vez al año, mientras que en el caso de los menores de 5 años, la frecuencia depende de la edad del paciente. Este control, que incluye la atención del pediatra o médico de familia, queda registrado en la libreta sanitaria o en la historia clínica digital, lo que permite asegurar que el niño o adolescente está bajo seguimiento médico durante un año. «Es una manera de organizarnos y garantizar un control integral de salud de calidad», expresó Lenka Dumandzic, titular de la Dirección de Materno Infancia.
Este procedimiento permite que los menores puedan asistir a la escuela y realizar actividades físicas sin necesidad de repetir las prácticas médicas cada vez que inicien una actividad deportiva o colonia. Si el médico detecta la necesidad de estudios adicionales, como análisis de laboratorio, electrocardiogramas o controles odontológicos u oftalmológicos, será quien lo determine.
El martes próximo se llevará a cabo una capacitación sobre este tema dirigida a los equipos de salud. La actividad está organizada por la Secretaría Técnica, a cargo de Alejandro Navarta, a través de la Dirección de Materno Infancia.