El Ministerio de Minería de San Juan lleva adelante un sistema de monitoreo constante para supervisar la actividad minera en las áreas que conforman la Secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero. Este sistema incluye la Dirección de Evaluación Ambiental Minera, la Dirección de Fiscalización y Control Minero, y el CIPCAMI.
Cada etapa del desarrollo minero, desde la prospección hasta la explotación, requiere autorizaciones específicas del Estado, que actúa como la máxima autoridad reguladora.
Prospección: Esta fase se limita a la recolección de muestras minerales superficiales mediante recorridos en el área de interés.
Exploración: En esta etapa, se realizan perforaciones para muestrear áreas subterráneas, lo que implica la construcción de accesos y plataformas para el equipo necesario.
Las empresas deben presentar un Informe de Impacto Ambiental (IIA) para las tareas de prospección y exploración. Este informe es evaluado conjuntamente por la Dirección de Evaluación Ambiental Minera (DEAM) y la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia. Tras la evaluación, se emite un dictamen que se envía al área Legal del Ministerio para la firma de la Declaración de Impacto Ambiental por parte del Ministro.
En la fase de explotación, los informes son evaluados por las comisiones CEMAM o CIEAM, según la magnitud del proyecto. La Comisión Evaluadora Multidisciplinaria Ambiental Minera (CEMAM) se encarga de los proyectos pequeños y medianos, y está compuesta por representantes de ocho instituciones provinciales y tres nacionales. Por otro lado, la Comisión Interdisciplinaria de Evaluación Ambiental Minera (CIEAM) evalúa los proyectos de mayor envergadura, con representantes de catorce instituciones: nueve provinciales y cinco nacionales.
Este sistema integral asegura que todas las actividades mineras en la provincia se realicen bajo estrictos controles ambientales, protegiendo así los recursos naturales y la salud de las comunidades.