Nahuel Sotelo lleva poco más de un mes al frente de la Secretaría de Culto –que ahora se llama de Culto y Civilización. En las últimas horas, el exlegislador bonaerense de La Libertad Avanza (LLA) corrió al director de Derechos Humanos de la Cancillería, Christian Machuca, y se prepara para designar en su lugar a una diplomática –María Julia Lorenzo– que usa sus redes sociales para defender al dictador Jorge Rafael Videla y para atacar a las Abuelas de Plaza de Mayo.
Sotelo recaló en el noveno piso del Palacio San Martín después de la salida de Francisco Sánchez, otro político ultraconservador que había hecho campaña por Patricia Bullrich y se identificaba como amigo de Victoria Villarruel –enemistada con el presidente Javier Milei y sobre todo con su hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
De un día para el otro, Sotelo desplazó a Machuca, un funcionario de carrera que llegó al puesto de la mano de la canciller Diana Mondino. Los que trataron con Machuca cuentan que él mismo se define como de derecha, pero que chocaba con la administración libertaria al mostrarle qué era lo que no podían hacer en los órganos internacionales de derechos humanos. En la salida de Machuca –cuentan– no solo estuvo involucrado Sotelo sino también Úrsula Basset, que funge como una asesora todopoderosa que responde a Karina Milei y lleva adelante una agenda antiderechos.
Cerca de Sotelo confirmaron que quieren hacer una remodelación de la Secretaría de Culto. “Vamos a poner diplomáticos alineados con las ideas del presidente Milei”, le dijeron al portal Infobae. “Se busca darle un perfil más conservador, con las ideas libertarias”, añadieron.
En esa línea empezó a circular que la elegida para ocupar el cargo sería María Julia Lorenzo, una abogada graduada en la Universidad Nacional del Sur (UNS) y que se desempeña en el Ministerio de Relaciones Exteriores desde hace doce años.
Lorenzo es activa en la red social X. El sábado pasado, tuiteó emocionada cuando el Presidente dijo “Dios, Patria y Familia” en el acto de lanzamiento de LLA como partido nacional. También escribió que se sentía representada con lo que decía Milei en Parque Lezama y que finalmente después de diez años había dejado de sentirse sola.
Según lo que figura en su red LinkedIn, Lorenzo ingresó a la Cancillería en 2012. Su primer destino fue en la Dirección de Relaciones Económicas con Europa (Deuro). En enero de 2014 fue enviada a Brasil. Allí, trabajó en la sección económica, integró el gabinete del embajador y posteriormente estuvo como jefa de la sección consular.
Durante ese tiempo, Lorenzo coincidió con Daniel Scioli –que pegó el garrochazo hacia las fuerzas del cielo. El exgobernador visitó la semana pasada a Sotelo –supuestamente para conversar estrategias para promover el turismo religioso. Es posible que a ambos los una un interés común: la provincia de Buenos Aires. En la Cancillería dicen que Sotelo está más interesado en la política provincial que en los asuntos celestiales.
De confirmarse que Lorenzo quedará al frente de la dirección de Derechos Humanos de la Cancillería, esto implicaría un giro atípico, ya que es una persona que públicamente reivindica a Videla y denosta a los organismos de derechos humanos –reconocidos en el mundo entero por la búsqueda de memoria, verdad y justicia.
Esta semana, Lorenzo compartió una publicación que decía “fin de una era: las Abuelas de Plaza de Mayo dejarán de recibir plata del Estado”. Ella escribió “gracias” junto a una bandera argentina.
En 2022, Lorenzo contestó a una publicación que se refería a Videla. “No sé si preso o en libertad pero sería bueno que cuenten cómo murió en mano de los que hablan de derechos humanos”, escribió la diplomática –que ingresó a la función pública justamente cuando había un gobierno que hizo de los derechos humanos una política de Estado. Cuando empezaron a trascender algunos de sus comentarios en redes sociales, Lorenzo decidió ponerle candado a X y a Instagram. En X, sostiene en su BIO que “sin meritocracia y libertad no hay destino”.
La dirección de Derechos Humanos tiene, entre otras funciones, contribuir con la búsqueda de los bebés apropiados que podrían estar en el exterior y que, por ejemplo, tengan que realizarse pruebas de ADN desde los países en los que viven. Durante la gestión del Frente de Todos (FdT), la Cancillería, por ejemplo, lanzó una campaña global llamada #ArgentinaTeBusca destinada a encontrar a los nietos y a las nietas que buscan las Abuelas. Será difícil mantener esa línea de trabajo con una directora que festeja el desfinanciamiento del organismo creado en 1977.
El área también interviene en los pedidos de extradición. Actualmente hay algunos requerimientos vigentes. Por ejemplo, la Argentina reclama que Brasil extradite a Roberto Oscar González, un integrante de la Policía Federal Argentina (PFA) que actuaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y que logró un fallo favorable del Supremo Tribunal Federal de Brasil. Recientemente, el juez federal Daniel Rafecas pidió que Brasil mande a Aníbal Miguel Sánchez, un represor que operó en el Regimiento de Infantería 6 de Mercedes.
La posible llegada de Lorenzo a la dirección de Derechos Humanos de la Cancillería está a tono con lo que sucede en la Casa Rosada. El jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni recordó que el gobierno pregona la “historia completa” –reformulando la consigna castrense de memoria completa en contraposición con el reclamo de memoria, verdad y justicia de los organismos de derechos humanos– al anunciar indemnizaciones para los soldados caídos en el copamiento del Regimiento de Monte de Formosa de octubre de 1975.