Organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales, iglesias y sindicatos presentaron en la Legislatura el mapa de los comedores de la ciudad de Buenos Aires. Si la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, se tomara el trabajo de mirarlo podría enterarse de que por el aumento de la pobreza y la indigencia hay comedores funcionando en todos los barrios de CABA. Se trata de la ciudad con mayores recursos de la Argentina y, a pesar de esto, hoy existen –entre comedores, ollas y merenderos– 230 espacios comunitarios a los que asisten diariamente miles de familias en busca de alimentos. Si esto pasa en el distrito más rico del país, no es difícil imaginar la situación en el resto de la Argentina.
“El primer objetivo del Mapa es visibilizar el trabajo de los comedores y merenderos”, explicó ante un auditorio colmado la legisladora Victoria Freire, del Frente Patria Grande que conduce Juan Grabois. Tras los ataques del Gobierno, las organizaciones han tenido que salir a mostrar que existen, que no son fantasmas. No solo eso, como el Estado les cortó el envío de alimentos, ahora deben compensar ese faltante con donaciones.
De eso también se habló en la Legislatura: “Un segundo objetivo del mapa es extender la solidaridad, que cualquier persona pueda ver qué el comedor tiene cerca de su casa para acercar una donación o dar una mano. El tercer objetivo es producir información sólida y cierta para poder dimensionar esta tarea enorme”, indicaron.
En el salón Montevideo hablaron también las referentas de los movimientos sociales como María Claudia Albornoz, de La Poderosa, que agregó que se trata de una herramienta para exigirle a los gobiernos que cumplan con sus obligaciones. «¿Saben cuánto da la pobreza en las villas de Argentina donde el Indec no encuesta? Un 87 por ciento», reveló Albornoz sobre los datos que maneja el Observatorio Villero.
Myrian Coronel, del Comedor Sin Fronteras de la Villa 21-24, contó que tienen «un montón de gente en lista de espera y el Gobierno de la Ciudad está completamente ausente”. Mientras que Dina Sánchez, referenta de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, reclamó “no normalizar que hay más de un millón de niños y niñas que se van a dormir con el estómago vacío. No puede ser normal eso en la Argentina”.
Por su parte, el padre Lorenzo “Toto” de Vedia, que es sacerdote en la Parroquia de los Milagros de Caacupé en la Villa 21-24 desde hace más de 20 años, cuestionó “la demonización de muchos de los que trabajan dentro de los barrios”. En ese sentido afirmó: “Nuestro enemigo es el individualismo, la crueldad, el egoísmo. Los que están ahora en situación de poder quieren robarnos el espíritu de comunidad, la conciencia del pueblo, el valor de la comunidad”.
Tres datos del mapa
El mapa incluye los comedores y merenderos de la UTEP (Movimiento Evita, CCC, Barrios de Pie, Nuestramérica, MTE, FPDS), La Garganta Poderosa, Cáritas, La Cámpora, El Hormiguero y la Central de Trabajadores de la Argentina.
Estos son los tres datos principales surgidos del relevamiento:
*Están en todos los barrios, pero su distribución no es pareja, sino que están concentrados en el sur de la Ciudad. Siete de cada diez están en esa zona.
*Tienen listas de espera: reparten unas 130 mil viandas por semana, aunque la demanda insatisfecha es de un 15 por ciento.
*Para sostenerlos trabajan casi mil personas, que en su enorme mayoría son mujeres.
El mapa fue iniciativa de la legisladora Freire y terminó en una construcción colectiva. Los datos que se pueden encontrar en la página son una foto del presente, pero también es un primer informe al que le seguirán otros, para ir registrando los cambios en su funcionamiento.