Dos caras de una misma moneda: mientras Casación Penal ratificaba, en la Justicia, la condena contra Cristina Fernández de Kirchner, el PRO y La Libertad Avanza trabajan, en el Congreso, para sancionar la ley de Ficha Limpia. Una ley que, de aprobarse, prohibirá que cualquier persona que arrastre una condena por corrupción confirmada en segunda instancia pueda candidatearse para algún cargo electivo. Es decir que, de sancionarse, CFK no necesitará esperar a que la Corte Suprema deje firme el fallo que la condena a una inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos (además de los seis años de prisión): la Ficha Limpia hundirá, antes, cualquier pretensión que pudiera tener de ser candidata a diputada nacional en 2025. La sesión será el miércoles de la semana que viene y el macrismo – el verdadero impulsor de la iniciativa – maquina para conseguir los 129 votos que le permitan aprobar la incitativa en la Cámara de Diputados.
El pedido de la sesión llegó menos de 24 horas antes de que la Cámara de Casación Penal confirmase la condena de CFK en el marco de la causa Vialidad. El oficialismo acababa de lograr desactivar la sesión opositora para reformar la ley de DNU y para rechazar el DNU 846 de canje de deuda, y decidió celebrar la victoria pasando a la contraofensiva. Fue así que, mientras el peronismo todavía discutía puertas adentro una derrota que había estado motorizada, en parte, por las ausencias de diputados propios, el PRO y LLA pidieron convocar una sesión para tratar la Ficha Limpia.
El pedido estaba firmado por los presidentes de ambos bloques, Cristian Ritondo (PRO) y Gabriel Bornoroni (LLA), así como Silvia Lospennato (principal impulsora del proyecto), la bullrichista Silvana Giudici, entre otras dirigentas del PRO. La iniciativa era, después de todo, un proyecto 100% amarillo. Y es que el gobierno tiene menos interés que el PRO en la aprobación de Ficha Limpia: hasta ahora, el oficialismo venía pateando la discusión, no del todo seguro de cómo impactaría la proscripción de CFK cuando su apuesta para 2025 se sostiene, en parte, en reactivar el clivaje kirchnerismo-antikirchnerismo. «¿De qué nos sirve que Cristina vaya presa?», se preguntan algunos dirigentes de LLA.
En la previa de la sesión por DNU, sin embargo, el PRO presionó para incluir el tema y el gobierno aceptó. El miércoles 20 al mediodía, la Cámara de Diputados sesionará para aprobar la Ficha Limpia, así como otras dos iniciativas impulsadas por el macrismo (el voto de argentinos en el exterior y la ley de reiterancia).
Los votos
El PRO necesita de 129 votos para poder aprobar la ley de Ficha Limpia. El dictamen de mayoría está basado en un proyecto de Lospennato que sostiene que no podrán candidatearse, durante el período que dure la pena (o hasta que se revoque la condena), todas aquellas personas que fueron condenadas en segunda instancia por delitos vinculados a la corrupción. Es decir: tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, encubrimiento, negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública, entre otros. El dictamen lleva la firma – y el respaldo – del oficialismo, el radicalismo deloredísta y la Coalición Cívica. A más de un dirigente radical y lilito, incluso, le molestó que el oficialismo no los hubiera incluido en el pedido de sesión: todos desean la oportunidad de anunciar, con bombos y platillos, que CFK no podrá ser candidata.
Solo con los ex socios de JxC y el oficialismo, sin embargo, el PRO no llega a conseguir el número para una mayoría especial. Necesita del acompañamiento de los radicales díscolos de Democracia Para Siempre y del pichetismo de Encuentro Federal: dos sectores que, hasta ahora, han venido trabajando con Unión por la Patria para hacerle frente a Javier Milei.
En el caso de Democracia Para Siempre, el bloque viene impulsando su propio dictamen, que fue redactado por Fernando Carbajal. El radical formoseño propone ampliar la prohibición para candidatearse a todo tipo de delitos, no solo los vinculados a la corrupción. Propone, a contramano del dictamen de Lospennato, que se incluya cualquier delito doloso con pena privativa de libertad de más de tres años. «¿Un corrupto no puede ser candidato pero un pedófilo sí?», razonan en el radicalismo, en donde están presionando para modificar el dictamen de mayoría.
En el PRO, de momento, se rehúsan. «Vamos a ir con el dictamen de mayoría y que sea principio de revelación. Muchos buscarán excusas para no votar la ley, bueno: que los ciudadanos sepan quienes protegen a los corruptos», desafía una espada del PRO, conciente de que la chicana pica entre sus ex socios de JxC. En efecto, los radicales de DPS no quieren quedar como los responsables de hacer caer la ley: intentarán modificar el dictamen pero admiten, por lo bajo, que si la aprobación de la Ficha Limpia depende de ellos, acompañarán. «Al PRO lo único que le interesa es que Cristina no sea candidata, no es serio el planteo. Pero es un costo político muy grande, quedar como los responsables de que la ley no salga», reconoce un diputado radical que integra el bloque.
En el pichettismo, mientras tanto, todavía no hay una postura unificada. El jefe del bloque, Miguel Ángel Pichetto, ya se manifestó en contra de la iniciativa, pero varios de los diputados que integran Encuentro Federal se muestran más incómodos. Muchos son ex macristas – como Emilio Monzó o Nicolás Massot – y, pese al enojo que hay con el PRO y el gobierno, ninguno quiere que los medios los acusen de haber votado por la impunidad de Cristina Fernández de Kirchner. «No queremos hacerle el juego el PRO, que acaba de voltearnos una ley institucional que siempre dijeron querer (la reforma de la Ley de DNU), pero tampoco podemos hacernos los locos», admite un diputado de Encuentro Federal.
De conseguir el acompañamiento de DPS y Encuentro Federal, el PRO alcanzará el número. En la vereda opuesta solo se encuentran Unión por la Patria y la izquierda. Ahora, conseguir los 129 el próximo miércoles será solo el primer paso: el verdadero desafío llegará cuando el proyecto llegue al Senado, en donde Unión por la Patria cuenta con 33 de los 72 senadores. Solo sumando a todos los senadores no peronistas, el oficialismo logrará sancionar la ley. Algo difícil, pero no imposible.
En el PRO saben que tienen tiempo. No están obligados a sancionar la ley antes de que finalice 2024, sino que podrán volver a intentarlo en marzo (en el caso de que el gobierno no incluya el tema en las sesiones extraordinarias). Si bien no se estila tratar leyes electorales en años electorales, no existe ningún impedimento constitucional. El PRO solo necesita convertir la Ficha Limpia en ley antes del cierre de listas de las precandidaturas.
La judicialización
Algunos diputados consideran que la sanción de la FIcha Limpia es inevitable, pero que, apenas se sancione, será judicializada y tardará un tiempo hasta que pueda ponerse en práctica. Será el debate que viene. Lo que sí es seguro es que la ley, de aprobarse, podrá aplicarse al caso de CFK, por más que la condena sea previa a la ley. Así lo explicaron especialistas de distintos sectores políticos a este diario. El ejemplo más claro llegó con la reforma de la Ley 23.298 en 2007, cuando el Frente Para la Victoria inhabilitó la candidatura de cualquiera criminal detenido por delitos de lesa humanidad.