El ministro de Defensa, Luis Petri, tomó una decisión por demás llamativa en una cartera destinada a preservar la soberanía nacional: autorizó a que una cadena de gimnasios utilice un buque de la Armada para una una masterclass de entrenamiento funcional.
De este modo, el próximo sábado, los socios de Megatlón podrán subirse al emblemático rompehielos Almirante Irizar para una clase de dos horas, tras la cual habrá un tercer tiempo que incluirá sorteos, snacks saludables e hidratación.
La noticia provocó el repudio del bloque de Unión por la Patria en el Senado. «Es un hecho que debe ser aclarado por las autoridades a cargo y que representa un uso indebido del material militar y la frivolización de un buque insignia de la Armada Argentina», dijeron los senadores en un comunicado.
«La frivolidad parece ser el símbolo de la época de Milei. Veta una mejora a los haberes jubilatorios y, luego, lo festeja con un asado en Olivos junto con los diputados que respaldaron esa decisión», añade el texto. «Ahora cede una embarcación militar para un evento privado», señalan.
Petri no dio respuestas de momento a las críticas y se espera que explique los motivos de una actividad ajena al servicio que debe prestar el Irizar.
El rompehielos es una de las joyas de la flota naval. Participa con una función más que relevante en las campañas a la Antártida Argentina. Ahora será parte e una actividad frívola en la que lo público queda al servicio de lo privado.