El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró estado de emergencia por un periodo de 3 meses en las 10 provincias afectadas por los terremotos y calificó lo ocurrido como «una de las mayores catástrofes» de su país y del mundo. Además, decidió asignar más de 5.300 millones de dólares a la mitigación de las consecuencias que dejaron los sismos.
«Hemos decidido declarar estado de emergencia para garantizar que nuestro trabajo [de rescate y recuperación] pueda llevarse a cabo rápidamente», declaró Erdogan.
A pesar de las dificultades, continuó, «proseguimos con las operaciones de búsqueda y rescate a un ritmo rápido, utilizando todos los medios de nuestro Estado y con el apoyo de nuestros ciudadanos y voluntarios». Asimismo, calculó que en las 10 provincias afectadas por la catástrofe viven al menos 13 millones de personas.
«Estos terremotos causaron una gran destrucción en una zona muy extensa en comparación con terremotos similares. Nos enfrentamos a una de las mayores catástrofes no solo de la historia del país, de nuestra geografía, sino también del mundo«, lamentó.
Agregó que Turquía asignó más de 5.300 millones de dólares para mitigar las consecuencias del terremoto.
«Se decidió asignar 100.000 millones de liras [unos 5.300 millones de dólares] a nuestras entidades para eliminar las consecuencias del desastre«, precisó el mandatario.
El mandatario confirmó que la cifra de muertos ascendió a 3.549 y la de heridos a 22.168. Más de 8.000 personas fueron rescatadas entre los escombros.
«Planeamos alojar a los afectados por el terremoto en hoteles de las regiones, ante todo, cercanas a la zona de la catástrofe, varios hoteles suspendieron su funcionamiento debido al invierno», declaró.
Varios temblores devastadores se registraron el pasado 6 de febrero en el sureste de Turquía, así como en el noroeste de Siria. Las sacudidas también se sintieron en el Líbano, Israel y otros países de Oriente Medio.
@Sputnik
/ Imagen principal: © AP Photo / Burhan Ozbilici