Los mandatarios de El Salvador y Colombia se liaron en una discusión en Twitter luego de que ambos chocaron por sus distintas y contrarias visiones sobre las políticas de seguridad en los países latinoamericanos.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, arremetió contra su homólogo de Colombia, Gustavo Petro, luego de que el mandatario sudamericano criticara la política carcelaria del centroamericano, específicamente la construcción de una megacárcel en el municipio de Tecoluca, inaugurada el 24 de febrero, que ha sido criticada por diversas ONG por presuntamente violar los derechos humanos de los presos.
«Ustedes pueden ver en redes las fotos terribles —no me puedo meter en otros países— del campo de concentración de El Salvador, lleno de jóvenes, miles y miles encarcelados, que le da a uno escalofríos», dijo el 1 de marzo el líder de Colombia Humana durante su alocución en la ceremonia de entrega oficial de la ampliación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
«Hay gente a la que le gusta ver a la juventud entre las cárceles y creen que eso es la seguridad y se disparan popularidades, indudablemente lo vivimos también en Colombia. El presidente de El Salvador se siente orgulloso porque redujo la tasa de homicidios a partir, dice él, de un sometimiento de las bandas que hoy andan en las cárceles, en mi opinión, dantescas«, agregó Petro.
Asimismo, aseguró que, durante su gestión como alcalde de Bogotá, lograron lo mismo, aunque la prensa no lo haya reconocido. «Nosotros logramos reducir igualmente esa tasa de homicidios, de criminalidad, de violencia, pero no a partir de cárceles, sino de universidades, de colegios, de espacios para el diálogo, de espacios para que la gente pobre dejase de ser pobre«, puntualizó.
Horas más tarde, el jefe de Estado salvadoreño tildó de «retórica» la crítica del colombiano y aseguró que desea que «Colombia en realidad logre bajar los índices de homicidios cómo lo hemos logrado los salvadoreños».
«Dios lo bendiga», finalizó el gobernante.
Ante esa respuesta, Gustavo Petro le espetó al salvadoreño que, gracias a sus políticas sociales, la ciudad de Bogotá pasó de 90 homicidios por cada 100.000 habitantes en 1993, a 13 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2022. «No hicimos cárceles, sino universidades. Es bueno comparar las experiencias«, dijo e invitó a Bukele a organizar un foro internacional sobre el tema.
Bukele, por su parte, cuestionó al colombiano también vía Twitter:
Estado de excepción en El Salvador
El 24 de febrero, el presidente Nayib Bukele anunció el traslado de los primeros 2.000 presuntos miembros de las pandillas al nuevo Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), considerado la mayor cárcel de América por su capacidad para 40.000 personas.
«Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población«, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter, donde publicó un video que se volvió viral en prácticamente toda América Latina.
De acuerdo con el ministro de Justicia y Seguridad del país centroamericano, Gustavo Villatorio, el 60% de los cerca de 65.000 detenidos (unas 39.000 personas privadas de su libertad) serán trasladados a la megacárcel. Dicho anuncio llega cuando está cerca de cumplirse un año desde que Bukele fijó el Estado de excepción ante la violencia de las pandillas, un problema histórico del país centroamericano.
Avalado por el artículo 29 de la Constitución, el régimen de excepción suspende por 30 días la libre asociación, el derecho de defensa, el plazo de 72 horas de detención administrativa y la inviolabilidad de la correspondencia y las telecomunicaciones.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch (HRW) han denunciado prácticas arbitrarias durante los arrestos y han señalado las violaciones generalizadas de derechos humanos al interior de los penales.
«Según cifras oficiales, se ha detenido a más de 58.000 personas en el contexto del régimen de excepción, incluidos más de 1.600 niños y niñas. A menudo, las fuerzas de seguridad han realizado operativos específicamente en comunidades que han sufrido durante años de inseguridad y falta de oportunidades económicas y educativas», señala un informe de HRW.
Funcionarios de Bukele son señalados por EEUU
El 24 de febrero, el Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó la captura de tres altos mandos de la Mara Salvatrucha (MS-13), acusados de diversos delitos de extorsión y terrorismo. Posteriormente, la dependencia estadounidense hizo público un documento en el que acusa vínculos entre 13 supuestos líderes de la MS-13 y funcionarios del presidente Nayib Bukele.
De acuerdo con el texto difundido, el director de Centros Penales, Osiris Luna, así como el director de Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín, participaron en encuentros, organizados por el Gobierno salvadoreño, con miembros de la Mara, quienes continúan en libertad.
«Como parte de estas negociaciones secretas, la Ranfla Nacional, la Ranfla en las Calles y la Ranfla en los Penales negociaron con oficiales de gobierno de alto nivel para beneficios financieros, control de territorios y condiciones menos restrictivas en las prisiones que les garantizaran a los líderes de la MS-13 mejor comunicación», apunta el comunicado.
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