El Gobierno de EEUU impulsa golpes de Estado y judiciales en Brasil, Perú y Argentina porque está perdiendo influencia en América Latina, afirmó el expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019).
«Las políticas de EEUU van fracasando, pero, en nuestra experiencia, cuando el imperio está en decadencia, apela a la violencia, cuando el imperio pierde hegemonía apela a armas y balas, bajo la nueva política, la guerra híbrida, el mes pasado golpe judicial a Cristina, hermana del pueblo, al día siguiente golpe congresal en Perú, ayer intento de golpe de Estado en Brasil al estilo de Donald Trump», anotó Morales.
El 8 de enero, cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro invadieron las sedes del Congreso Nacional, la Presidencia y el Tribunal Supremo, reclamando una intervención militar para derrocar al Gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva, que asumió el 1 de enero.
Los manifestantes violentaron las barricadas, atacaron a efectivos de seguridad, rompieron puertas y ventanas y ocuparon parte del edificio y los techos del Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo.
Por otro lado, la crisis en Perú inició el 7 de diciembre, con la destitución del expresidente Pedro Castillo por el Congreso de su país, con el argumento de que ordenó el cierre del Parlamento peruano.
Desde que el 10 de diciembre estallaron las protestas sociales en Perú, al menos 46 personas fallecieron y 485 resultaron heridas en enfrentamientos o accidentes de tránsito y otros hechos vinculados al bloqueo de carreteras.
Asimismo, el 6 de diciembre, un tribunal federal de Argentina condenó a la vicepresidenta Fernández a seis años de prisión por el delito de «administración fraudulenta» en una causa sobre direccionamiento de obras viales en la provincia de Santa Cruz durante su gestión como presidenta (2007-2015) y la del exmandatario Néstor Kirchner (2003-2007).
Desde el comienzo del juicio, la exmandataria aseguró que la causa contra ella estaba armada políticamente desde la oposición y lo que denomina el «partido judicial», para excluirla de la política nacional: «Es un pelotón de fusilamiento», definió la ex jefa de Estado al tribunal.
Pérdida de hegemonía
Un ejemplo de la mencionada pérdida de hegemonía estadounidense es la postura que mantiene Washington respecto a Venezuela o la eficacia que tuvieron grupos como la Alianza del Pacífico o el Grupo de Lima en la región, indicó Morales.
«El expresidente Donald Trump organizó el Grupo de Lima con presidentes de derecha para tumbar al presidente Maduro. Por Maduro dieron 5 millones de dólares por su captura y ahora EEUU está reclamando por combustible. La semana pasada ya desconocieron a Guaidó, el supuesto presidente», agregó.
Durante la entrevista, el exmandatario sacó unas notas de prensa que, según sus palabras, muestran la posición que tiene EEUU respecto a América Latina.
«Trump le dijo a los conservadores reunidos en México que debían detener la expansión del socialismo, envió un mensaje a los líderes conservadores del mundo reunidos en la conferencia de acción conservadora, que se celebró el 18 de noviembre en México», agregó Morales.
Morales criticó la narrativa de Trump en dicha cita, sobre todo sus pretensiones respecto a tierras originarias.
«América Latina es su tierra. Es esa la mentalidad del imperio. En pleno siglo XXI. Esta lucha no es aislada, el movimiento indígena empezó a despertar y a recuperar nuestros recursos naturales», afirmó Morales.
Recordó que a mediados del pasado año el Comando Sur del Ejército de EEUU se mostraba preocupado por el litio latinoamericano, un mineral que se utiliza en la batería de los teléfonos inteligentes.
«El golpe del 2019 [en Bolivia] fue a la industrialización del litio. El dueño de Tesla [Elon Musk], EEUU e Inglaterra financiaron el golpe de Estado. La comandante del Comando Sur de EEUU, Laura Richardson, declaró en el foro de seguridad que América Latina es su barrio», agregó.
Lula
Respecto al presidente de Brasil, Lula da Silva, Morales puntualizó que «es garantía, símbolo de integración para la liberación» y que con él la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se fortalece.
«Ahora con Lula se fortalece la CELAC. Hay interés del imperio que no se fortalezca«, advirtió.
En enero de 2020, Bolsonaro decidió suspender su participación en este organismo regional por una supuesta «incapacidad» para proteger la democracia, con fuertes críticas a los Gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
En los últimos años la idea de apostar a una mayor integración de América Latina empezó a ganar fuerza dentro de la izquierda latinoamericana, que busca una mayor independencia de la región respecto a la influencia de otras potencias.
En noviembre, el excandidato presidencial ecuatoriano Andrés Arauz dijo que la izquierda latinoamericana tiene que aprovechar la victoria electoral de Lula da Silva en Brasil para avanzar en la integración regional ya que tiene poco más de un año para conseguir un progreso en este sentido.
En la misma sintonía, el canciller boliviano Rogelio Mayta comentó a inicios de diciembre que América Latina debe defender sus intereses e impulsar la integración de la región para evitar influencias extranjeras ante la lucha que se está produciendo entre potencias mundiales.
La CELAC es un mecanismo intergubernamental de ámbito regional, que promueve la integración y desarrollo de 33 países latinoamericanos y caribeños que la integran.
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