Javier Milei desplegó su unipersonal standapero ante uno de sus héroes —el empresario subvencionado Marcos Galperin— el mismo día que en la Plaza de los Dos Congresos un ejército de ninjas blindados atacaba al grupo de jubilados pacíficos que todos los miércoles reclaman contra la rapiña a que los somete este gobierno.
Los miércoles se repite la historia que ha convertido a los jubilados en los verdaderos héroes de este tiempo. La represión inútil y encarnizada buscó desanimar la protesta, pero cada semana se suman nuevos jubilados indignados por la violencia y el maltrato a un reclamo justo.
La mayor parte del supuesto ahorro que produjo el ajuste —que en realidad reemplazó los impuestos que se le rebajan a los ricos— proviene de las arcas previsionales. El 40 por ciento del ajuste se lo rapiñaron a los jubilados.
En su espectáculo performático, Milei incluyó entre sus enemigos de la casta a los “empresarios prebendarios”, que en su lengua anarco capitalista representa a los que reciben subsidios del Estado. La mención provocó una sonrisa del hombre más rico de la Argentina, que recibe todos los años cien millones de dólares en subsidios. La sonrisa sobradora del millonario que vive en Uruguay para no pagar impuestos, condensó el concepto de heroísmo que tiene este presidente.
Parte de esos cien millones que recibe el hombre más rico proviene de los jubilados empobrecidos por el gobierno que van a protestar casi en soledad, con sus años a cuesta, con el peso de una vida de trabajo y que son sistemáticamente apaleados frente al Congreso.
El miedo del gobierno explica el ensañamiento. Aunque en otro sentido y momento histórico, los jubilados del Congreso, expresan lo que en su momento representaron las Madres de Plaza de Mayo. Frente a una sociedad confundida, en parte temerosa, en parte dubitativa, replegada y a la defensiva, los adultos mayores, con poco y nada que perder, constituyen la vanguardia de un repudio que puede volverse masivo. Se juntan en forma pacífica, les pegan y vuelven en forma pacífica y les vuelven a pegar.
La persistencia de los jubilados, todos los miércoles, representa una amenaza para el gobierno que esparce miseria, pero se equivoca cuando los reprime. Es cuando más respaldo concitan. El 60 por ciento no está de acuerdo con el veto de Milei al aumento de las jubilaciones. Pero muchos más rechazan que los apaleen.
En la disputa de Milei con la ex presidenta Cristina Kirchner, la situación de los jubilados inclina la balanza del lado de la expresidenta. “Decir cualquier cosa sobre economía en los set de televisión o escribir plagiando libros es una cosa. Gobernar la Argentina. —subrayó Cristina Kirchner— es otra muy distinta. Y de esto, por cómo están viviendo los argentinos, se ve a la legua que vos no tenés ni idea”. En este punto, los jubilados pueden dar testimonio.
El documento que difundió la expresidenta estaba más dirigido al peronismo y sus aliados, pero la respuesta de Milei en un mensaje donde la cuestionaba porque estuvo rodeada de “chamanes de la economía” y la invitaba a aprender de alguna de sus alocuciones magistrales en los medios, lo hizo extensivo a toda la sociedad.
Ese intercambio colocó públicamente a Cristina Kirchner como interlocutora desde la oposición y el documento que había difundido la expresidenta amplió su proyección inicial. Ella afirmó que, al revés de lo que postula el anarco capitalismo, el Estado intervino de lleno en la economía en estos nueve meses y lo hizo mal. Se apoya para demostrarlo, en un hecho indiscutible: «ha provocado que nuestro país sea hoy más caro en dólares que los países desarrollados del mundo”.
Con precios caros en dólares y salarios en pesos, la pobreza se elevó a niveles de catástrofe. Los noticieros mostraron el atascamiento que hay en los pasos limítrofes por los argentinos que salen masivamente a comprar, no electrónicos, sino alimentos y elementos de primera necesidad en los países vecinos.
Le preguntaron a uno que volvía de comprar en Brasil. “Y sí, lo que pasa es que el socialismo destruye al país”, respondió. Sorprendido, el periodista le recordó que venía de comprar en un país gobernado por un socialista. “Sí, es así, el socialismo destruye todo”. La imposibilidad de reflexionar en el hombre, típico cabeza de termo que no puede relacionar la realidad con lo que piensa.
Es un fenómeno extendido. Las últimas encuestas muestran que a pesar del desastre con los precios de servicios, del transporte, los alimentos y los remedios en la estratósfera, todavía conserva un respaldo por encima del 40 por ciento. Mucha de las personas que fueron reventadas por estas medidas, lo siguen respaldando. A esta altura es indiscutible que fue un voto equivocado. El motivo de parte de ese voto podría ser el mal gobierno anterior, pero el trabajador, el jubilado o el comerciante que lo votó está peor que antes por las medidas que tomó este gobierno.
Como la derrota tiene un costo, en el peronismo despunta un debate interno todavía disperso. Algunos reclaman autocrítica, pero la autocrítica válida en política es la que surge con nuevas propuestas que superan las limitaciones. Las autoflagelaciones no sirven.
Hay un rescate de las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner, pero al mismo tiempo están muy cuestionados los últimos candidatos que representaron a esa fuerza, Daniel Scioli y Alberto Fernández. Algunos incorporan a esa lista también a Sergio Massa.
En esa discusión subyace el cuestionamiento a la ex presidenta por esas candidaturas y por su participación como vice en el gobierno de Alberto Fernández. Otros explican estos hechos a que, en el primer caso eran los candidatos que más medían y, en el segundo, que desde la vicepresidencia hizo lo más que podía hacer.
Lo real es que, más allá de esos cuestionamientos, no surgen figuras que pudieran ocupar el espacio que ocupa ella. Cada vez que saca un documento hace agenda, lo que en general no logra ningún político de la oposición. Mauricio Macri no es oposición, sino aspirante a socio de Milei. Es otro plano.
Es un lugar que Cristina Kirchner ocupó con comodidad como referente indiscutido. Pero resulta inminente la elaboración de las listas y despuntan también las pujas. Por otro lado, la figura del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof creció y sacó mucha distancia de otros dirigentes. Es un lugar que tampoco está en discusión. De hecho, Milei lo ha tomado como su gran enemigo y Kicillof está logrando mantener a flote la provincia con políticas solidarias y obras de infraestructura.
De allí para abajo, todo entra en debate, con este agregado del surgimiento de la figura de Kicillof con gravitación propia. Si se perfila como candidato para el 2027, es lógico que reclame gente de su confianza en los equipos y en las listas.
Gran parte de la discusión que apenas ha comenzado de manera más bien difusa y sin ejes claros, expresa el nuevo escenario. Sería mala señal que ese debate no existiera en una fuerza que perdió las elecciones tras haber sido gobierno. Y hasta ahora no surgió ninguna señal que anuncie desbordes.