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De nuevo se instaló el modelo de reuniones habitual para el primer mandato del presidente electo, reportan periódicos locales.
Las contradicciones entre los miembros del equipo de transición del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, provocan disputas que llegan hasta los insultos y, en algunos casos, enfrentamientos físicos, informó este sábado The Washington Post citando a fuentes al tanto del asunto.
De acuerdo con las personas consultadas, Boris Epshteyn, abogado y asesor del presidente electo, estaba llegando recientemente a una sala de la residencia del magnate en Mar-a-Lago, Palm Beach, para participar en una reunión en la que se decidirían los aspirantes al nuevo gabinete, pero Howard Lutnick, candidato de Trump para secretario de Comercio, lo frenó en la entrada.
Para justificar su conducta, Lutnick le habría dicho: «Hoy no vamos a hablar de los candidatos legales». A su vez, Epshteyn se habría negado a obedecer y empujado con un codazo a Lutnick fuera de su camino, advirtiéndole que «iba a pasar».
«Entorno desorbitado»
Sin embargo, otra persona describió el incidente como que Epshteyn simplemente pasó rozando a Lutnick e incluso alguien cercano a ambos manifestó que los dos «han estado trabajando juntos muy de cerca para ayudar al presidente [Donald] Trump a armar la mejor administración en la historia de EE.UU.».
Asimismo, WP indicó que, si bien en cualquier otra transición presidencial semejante enfrentamiento físico entre dos altos asesores habría implicado «una alarmante falta de decoro», en el «entorno desorbitado» de Trump, el incidente pasó rápidamente al olvido y el equipo volvió al modelo de su primer mandato presidencial (2017-2021), marcado por discusiones a los gritos, insultos y personas expulsadas de las reuniones.
Por otra parte, no es el único altercado ocurrido ‘en los pasillos’ de Mar-a-Lago, puesto que, al igual que en la primera gestión de Trump, ya se observan contradicciones entre sus allegados. Anteriormente, Axios también había reportado que existe cierta rivalidad entre Epshteyn y Elon Musk, que se ha convertido en una figura importante en el equipo de Trump y fue anunciado como candidato a cojefe para el Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Durante la campaña electoral del republicano, Musk funcionó como uno de sus mayores partidarios, haciendo millonarias donaciones y compartiendo mensajes de apoyo en sus redes sociales regularmente.
Las tensiones derivadas de la creciente influencia de Musk sobre el presidente electo llegaron a un punto crítico la semana pasada en el patio de la residencia de Florida, en lo que un testigo describió como «un gran arrebato» y «una fuerte pelea» entre Musk y Epshteyn. Según las fuentes, los dos hombres empezaron a hablar en tono elevado, cuando el empresario acusó a Epshteyn de filtrar detalles de la transición a los medios, y este le habría respondido que no comprendía de qué le estaba hablando. «No hice nada malo», supuestamente contestó en ese momento.
Sin embargo, un funcionario de la transición minimizó las tiranteces entre los colaboradores. «El presidente Trump tiene un equipo de transición dedicado, lleno de patriotas que están comprometidos con servir al presidente y ayudarlo a designar el personal de su nueva administración», dijo su portavoz, Steven Cheung, citado por WP. «El presidente Trump ganó una elección histórica de manera decisiva y reunirá un equipo que se asegure de que la voluntad del pueblo estadounidense esté representada», declaró.