Con la entrada en vigencia del Acuerdo Transpacífico (TPP11), «se reafirma una política de Estado en comercio internacional, que ha sido la integración económica de parte de Chile con el mundo», consideró el politólogo Francisco Vivanco.
El 21 de febrero entró en vigencia en Chile el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP11), acuerdo de integración económica que ya había sido aprobado por el Congreso el 11 de octubre de 2022.
El TPP11 «es un acuerdo de integración económica plurilateral en la región de Asia Pacífico que abarca diversos aspectos vinculados a la política comercial (…) y entre sus objetivos destacan promover la integración económica, establecer marcos legales predecibles para el comercio, facilitar el comercio regional y promover el crecimiento sostenible», indica la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
Francisco Vivanco, politólogo y académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, afirmó a Sputnik que la entrada en vigor del acuerdo transpacífico reafirma «una política de Estado en materia de comercio internacional, que ha sido la integración económica de parte de Chile con el mundo, la cual se ha mantenido desde el regreso a la democracia en 1990″.
El analista reconoce que si bien existía «cierto grado de oposición, sobre todo de ciertos sectores del oficialismo», finalmente «se dan cuenta de la importancia de mantener una política de Estado en la materia», que sigue «el curso natural de la política exterior y la política de integración de nuestro país», subraya Vivanco.
En el TPP11 participan Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
Cuántos enemigos se gana el Gobierno con esta decisión
Vivanco recuerda que «el mismo presidente [Gabriel Boric] fue en su momento poco proclive a la integración, algunos de sus asesores en política exterior también lideraron organizaciones no gubernamentales (ONG) opositoras a la integración y al TPP particularmente».
El politólogo chileno sostiene que el cambio de posición del Gobierno respecto al tratado «habla de una maduración política» condicionada por «bastantes tópicos en los que han tenido un golpe de realidad».
«Se han dado cuenta de la importancia que tienen este tipo de acuerdos para la apertura e inserción internacional de Chile. Esta maduración ha sido bastante natural, también hay que recordar que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, pertenece al Partido Socialista, un partido tradicional muy proclive a este tipo de acuerdos», enfatizó.
«El propio presidente Boric lo señaló en su momento, la diferencia entre ser oposición y oficialismo, y en ese sentido han recogido experiencias», agregó Vivanco.
El analista consideró que se han sumado a las filas gubernamentales múltiples personeros de la ex-Concertación —conglomerado que gobernó desde el retorno a la democracia en 1990 hasta 2010— y la Nueva Mayoría —conglomerado del segundo mandato de la presidenta Bachelet (2014-2018)— y «esa experiencia ha sido adoptada por estos nuevos líderes políticos».
Vivanco reconoció que con la entrada en vigor del TPP11 el Poder Ejecutivo «tendrá sectores de oposición dentro de su propia coalición de Gobierno«, aunque «bastante menores en comparación al liderazgo que han asumido antiguos personeros con mayor experiencia política».
Fortalezas y debilidades del TPP11
Para el experto, las ventajas económicas del TPP11 «se van a homologar a todas las partes que forman parte de este tratado». Esto se traducirá en una «mayor amplitud de productos que tendrán rebaja arancelaria«, lo cual consideró como un beneficio para todos los partícipes del tratado.
El hecho de que Chile ya cuente con tratados de libre comercio (TLC) con países miembros del TPP11 proporciona un nuevo margen de «ventajas» para los más de 3.000 productos que se verán beneficiados con las rebajas de arancel.
Vivanco destacó el «resguardo que tomó Chile» con las side letters o acuerdos complementarios, aunque dilataron la aprobación del acuerdo en sus instancias finales.
«Son ciertos mecanismos de salvaguardia» para regular la «solución de controversias en la eventualidad de que se pueda dar algún tipo de problema entre el propio Estado con inversionistas privados», puntualizó.
Chile logró acuerdos complementarios con países como Nueva Zelanda, Canadá, México, Australia. En este sentido, el experto destacó que así el país «abrió negociaciones bilaterales con algunos de los miembros, de los cuales algunos han llegado a buen puerto».
«Ese era un temor que también manifestaron ciertos sectores de Gobierno y que a través de estas side letters se han podido salvaguardar», concluyó Vivanco.
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