Reducir la diferencia de salarios entre hombres y mujeres en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) podría impulsar la economía mundial en aproximadamente un 7%, o lo que equivale a siete billones de dólares, conforme a un informe de Moody’s Analytics.
El reporte de la compañía agrega que la participación de la mujer en el mercado laboral en los países emergentes, como la India, aumentarían el potencial de crecimiento económico. Sin embargo, debido a la lentitud con que se realiza la integración de la mujer en los diversos espacios de trabajo y la brecha salarial existente, el mundo podría tardar 132 años en cerrar las brechas económicas de género.
En promedio, las mujeres hacen una mayor inversión inicial en educación, pero tienden a ocupar puestos de menor nivel y peor remunerados. Tanto en los países de la OCDE y en los principales mercados emergentes, el número de mujeres de 25 a 64 años con un título de maestría supera al de los hombres.
«[El incremento salarial conforme a la educación] por sí solo aumentaría la producción potencial en la OCDE en casi un 10% y la producción mundial en un 6,2%«, escribió Moody’s Analytics.
Sumado a lo anterior, de acuerdo al estudio, algunas de las causas de la brecha salarial se debe a que las mujeres asumen las responsabilidades familiares, cuestión que se dificulta con la falta de redes de apoyo. Asimismo, es menos probable que las mujeres pidan incentivos en aquellas labores que se les exijan estándares más altos que los hombres.
«Cambiar las normas sociales es un proceso largo y complejo, pero las políticas, como poner en vigor condiciones de trabajo flexible, la prestación asequible de servicios de cuidado de niños y la concesión de permisos de paternidad y paternidad remunerados, ayudan a impulsar el cambio en la dirección correcta«, argumentó Moody’s.
El Banco Mundial, en un informe reciente, enfatizó que la discriminación ha mantenido la brecha salarial de género.
«Los sesgos y las desigualdades de género que han colocado a las mujeres en ocupaciones de bajos salarios, como las diferencias en los trabajos y las horas trabajadas, así como las responsabilidades de cuidado desproporcionadas de las mujeres, contribuyen a la brecha salarial de género», consideró el banco.
Por otra parte, la organización advierte que casi la mitad de las economías del mundo no exigen la igualdad salarial por ley.
«La persistencia de esta disparidad de ingresos entre hombres y mujeres afecta negativamente el crecimiento de la economía de un país», y añadió que son 119 economías en el mundo que tienen espacio para mejorar sus marcos legales para reducir la brecha salarial de género.
Como resultado, Moody’s asegura que esto podría conducir a «pérdidas económicas a nivel individual y macroeconómico», ya que las economías ven un progreso limitado y divergente en la promoción de las mujeres en los últimos 10 años.
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