El senador puntano de La Libertad Avanza, Bartolomé Abdala, confesó públicamente que la mayoría de sus asesores trabajan en San Luis para impulsar su candidatura a gobernador, lo que incomodó al Gobierno Nacional que salió a tomar distancia de su accionar político. Más allá del malestar, descartaron la posibilidad de expulsarlo del bloque libertario. Es que Abdala no solo es un fiel defensor de la política de ajuste, sino que es el presidente provisional del Senado y tercero en la línea sucesoria. “Es un tema de Vicky”, deslizaban en los pasillos de Balcarce 50 cargándole la actuación de Abdala a la vicepresidenta Victoria Villarruel, como parte de la sórdida disputa que mantiene con Javier Milei y su entorno más íntimo.
«Está mal y lo debe modificar», sostuvo el vocero presidencial, Manuel Adorni, al ser consultado por el accionar del legislador, y puntualizó: «Si alguien quiere hacer política, lo debe hacer con su bolsillo, no con plata que no está destinada para eso».
«Nosotros tenemos una posición muy firme. La función de los asesores legislativos, sean del Senado o de Diputados, es de analizar, diseñar, proponer y ayudar a que los legisladores propongan leyes y lleven adelante la tarea legislativa», sostuvo Adorni y agregó a modo de explicación: «El dinero, que es igual para todos, pero cada uno lo destina como mejor le parece, debe estar destinado a la mejora de las leyes y a que el Poder Judicial funcione mejor».
A pesar de remarcar la postura, el vocero presidencial buscó desligar al Gobierno al afirmar que se trata de un «tema del Poder Legislativo». «Ambas cámaras están sujetas a los accesos a la información pública que puedan solicitar ustedes para el funcionamiento de cada uno de los legisladores, incluso el senador Abdala, que deberá explicar cuáles eran las funciones de sus asesores», afirmó Adorni.
Los cuestionamientos del vocero son en referencia a la confesión de Abdala, quien en una entrevista televisiva reveló que destina «13 de sus 15 asesores» a trabajar en su campaña a gobernador en la provincia de San Luis (para cuya elección faltan más de tres años). Aunque según detalla el sitio web del Senado, Abdala es el senador libertario con más asesores, al declarar un total de 20 asistentes para su trabajo legislativo.
«Estoy usando mis módulos», explicó el Abdala, y agregó: «Tengo muchos en la provincia. Muchos de ellos colaboran conmigo dándome ideas sobre lo que sucede en el territorio. Cuando llego a San Luis tengo que interiorizarme, gente que te ayuda con las reuniones».
La confesión impune de Abdala generó malestar en la administración libertaria, ya que tira por tierra la política de austeridad que pregona el Presidente. Incluso le pedirán al senador puntano que se deshaga de alguno de sus asesores.
«Es un tema de Vicky», ironizaron por los pasillos de la Casa Rosada, en alusión al vínculo del senador con Villarruel, en tensión con el Presidente por su agenda propia. Aunque no lo mencionaron, allí recuerdan la disputa que enfrentó a ambos por la designación del presidente provisional del Senado: Villarruel impuso a Abdala en el tercer lugar de la línea sucesoria presidencial, a pesar de que el candidato de Milei para ese lugar era el senador formoseño Francisco Paoltroni.
Aunque el derrotero político de ambos transitan por carriles separados. Luego de sus críticas a la postulación del juez federal Ariel Lijo como candidato a la Corte Suprema y sus críticas al millonario desembolso para la Side que controla el asesor presidencial Santiago Caputo, Paoltroni fue expulsado del bloque oficialista. Pero el Gobierno no decidirá el mismo destino para Abdala.
«Es una conducta no aprobada, pero son cosas distintas. Una cosa es decir cosas que no están bien y otra es ir en contra del Presidente», sostuvo el vocero presidencial para marcar la postura diferenciada del Gobierno sobre Abdala y Paoltroni.
La Casa Rosada busca no seguir achicando su escasa tropa parlamentaria para tratar de evitar sumar nuevas derrotas en el Congreso. En tanto, Abdala se refugió en San Luis a la espera que pase el temblor.