La persecución a los medios de comunicación rusos en Europa y Estados Unidos empezó mucho antes del inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov, y adujo como ejemplo la acreditación denegada a RT y Sputnik por el Elíseo.
«Los Estados occidentales introducen censura, protegen su espacio noticioso contra los puntos de vista alternativos, luchan contra cualquier forma de disidencia. A nuestros periodistas les ponen el marbete de voceros del Kremlin», afirmó al reunirse con los jefes de las corresponsalías de los medios extranjeros acreditados en Rusia.
Una situación escandalosa surgió en la Unión Europea en torno a las redacciones de RT y Sputnik, que son objeto de censura y discriminación, señaló Lavrov y recordó que el Elíseo les negó la acreditación hace unos años, afirmando que eran instrumentos de propaganda.
«En cuanto a RT y Sputnik, EEUU los incluyó en la lista de agentes extranjeros cinco años antes del comienzo de la operación militar especial [de Rusia]. Se trata de una guerra informativa, la que a su vez es elemento inalienable de la guerra híbrida«, comentó.
La línea a la cancelación de los medios de comunicación rusos es una burda violación de los compromisos que los países occidentales asumieron en el marco de la OSCE en materia de la libertad de expresión y de garantía del acceso equitativo a la información para la población de todos los países de la organización, señaló.
«Nosotros creamos unos medios auténticamente independientes, que tratan de ser objetivos, pero eso incomodó a nuestros socios occidentales, con Francia a la cabeza. Las verdades amargan, por lo cual el aborregamiento de la población se convirtió en una norma para los Gobiernos occidentales«, afirmó.
El canal de televisión RT France anunció el cese de su funcionamiento después de que sus cuentas fueran bloqueadas en Francia aludiendo al décimo paquete de las sanciones impuestas contra Rusia.
La situación de los medios de comunicación rusos se complica cada vez más durante los últimos años en Occidente. El Parlamento Europeo en noviembre de 2016 aprobó una resolución en que se proclamaba la necesidad de oponer resistencia a los medios de Rusia y se señalaban como la principal amenaza Sputnik y RT.
Varios políticos occidentales, incluidos senadores y congresistas de EEUU y el presidente de Francia, acusaron a Sputnik y RT de injerencia en las elecciones, sin aducir ningunas pruebas de eso.
Serguéi Lavrov aseguró anteriormente que Moscú no creía que Occidente pudiese imponer sanciones contra los periodistas, atletas y personalidades de la cultura.
El presidente del Consejo para Derechos Humanos adjunto a la presidencia de Rusia, Valeri Fadéev, instó a la representante de la OSCE para la Libertad de los Medios de Comunicación, Teresa Ribeiro, a tomar medidas para garantizar que se acaten las normas de la libertad de expresión y cese el acoso a los medios rusos.
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