El concepto actualizado de la política exterior de Rusia se centrará en poner fin al dominio de Occidente en el mundo, declaró el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Agregó que los intentos occidentales de aislar a Rusia fracasaron.
«Los intentos de aislar a Rusia fracasaron y nuestros enemigos tienen que admitirlo«, dijo el canciller al intervenir ante la Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso).
Asimismo agregó que «el rumbo de la política exterior aprobado por el presidente [ruso, Vladímir Putin] hacia defender los intereses nacionales y al mismo tiempo estar abiertos a una amplia cooperación internacional igualitaria, demuestra su eficacia«.
«El concepto renovado de nuestra política exterior se tratará de la necesidad de poner fin al monopolio de Occidente para determinar el marco de la vida internacional», dijo.
La guerra híbrida de Occidente contra Rusia, continuó el titular, tiene por objetivo «no solo derrotar» a Rusia «en el campo de batalla destruyendo la economía rusa», sino también «convertirla en algo parecido a un país paria». En sus palabras, en esta guerra los países occidentales «usan como ariete a los nacionalistas radicales ucranianos».
Rusia está revisando sus obligaciones ante las organizaciones internacionales que perjudican sus intereses, señaló el alto diplomático.
Especificó que, por ejemplo, Moscú retrasa el pago de contribuciones a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), «donde se introdujo un mecanismo ilegal que contradice a la Convención».
Rusia, añadió Lavrov, también abandona «varias convenciones y acuerdos que perdieron actualidad, esto no tiene nada que ver con la política«.
Numerosos países occidentales condenaron la operación militar rusa lanzada el pasado 24 de febrero en Ucrania y apoyan a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú.
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