Rusia no confiará en los países occidentales en su política energética, declaró el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. Moscú, continuó el canciller, orientará su política energética en el futuro a los socios seguros, en los cuales puede confiar y entre ellos figuran la India y China.
Durante el foro Raisina Dialogue, al canciller ruso le preguntaron cómo el conflicto en Ucrania influyó en la política energética rusa.
«La guerra que tratamos de parar y que fue iniciada contra nosotros con el uso del pueblo ucraniano, por supuesto, influyó en la política rusa, incluida la política energética. De explicar en pocas palabras lo que cambió, es que dejamos de confiar en cualquier socio en el Occidente«, contestó Lavrov.
Asimismo subrayó que Moscú «no les permitirá que atenten más a las tuberías».
En cuanto a la cooperación con la India y China, Lavrov informó que Moscú, Nueva Delhi y Pekín celebrarán una reunión trilateral a nivel ministerial en 2023.
«El formato RIC [Rusia, la India y China] continúa funcionando. Nos reunimos el año pasado y vamos a reunirnos otra vez este año a nivel ministerial», dijo.
El 26 de septiembre de 2022, la empresa Nord Stream 2 AG, operadora del gasoducto ruso homónimo ruso, anunció una fuga de gas en una de las dos tuberías de la infraestructura cerca de la isla danesa de Bornholm por causas desconocidas. Más tarde trascendió que las dos líneas del gasoducto paralelo Nord Stream 1 también habían sido dañadas. Alemania, Dinamarca y Suecia no descartaron un acto de sabotaje.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia catalogó las explosiones de ataques terroristas y el 30 de septiembre desveló que tenía pruebas de que apuntaban a la implicación de ciertos países occidentales. La Fiscalía General rusa abrió una investigación por terrorismo internacional tras los daños a los dos ductos que se produjeron en una zona del mar Báltico infestada por buques de guerra de la OTAN, la Alianza bélica liderada por EEUU.
Los datos del sitio web Flightradar24, que muestra información en tiempo real sobre el tráfico aéreo alrededor del mundo, desvelaron que a principios de septiembre los helicópteros militares estadounidenses sobrevolaron regularmente y durante horas el área donde se produjo el incidente. Desde el Pentágono se negaron a comentar estos informes y se limitaron a decir que estaban dispuestos a apoyar los esfuerzos europeos para mitigar el impacto ambiental potencial.
El pasado 8 de febrero, el periodista estadounidense Seymour Hersh, ganador del premio Pulitzer, reveló que buzos militares de EEUU colocaron cargas explosivas bajo los gasoductos rusos durante los ejercicios Baltops de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a mediados de 2022. En septiembre, según el periodista, los noruegos activaron los explosivos, causando serios daños a los ductos que conectan a Rusia con Alemania por el fondo del mar Báltico.
Hersh subrayó que el presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó el sabotaje tras más de nueve meses de debates secretos con su equipo de seguridad nacional. Una portavoz de la Casa Blanca calificó el informe de Hersh de «ficción».
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