El presidente de Francia, Emmanuel Macron, podría «pisar el freno» en el tema del envío de armamento pesado al régimen de Volodímir Zelenski, sostuvo el líder del partido francés Los Patriotas, Florian Philippot.
«Las autoridades tardarán en resolver esta cuestión y es que no tienen otra opción (…) Los franceses obligarán a las autoridades a pisar el freno, a enviar menos armas y dinero«, dijo el político.
Philippot indicó que será complicado para Macron entregar más armas y financiar al régimen ucraniano debido a la situación que atraviesa Francia por la reforma de las pensiones y la crisis del sistema sanitario.
Muchos franceses, remarcó, se preguntan por qué Macron no tiene dinero para pagar las pensiones de jubilación en su país y por qué siempre encuentra dinero para apoyar a Zelenski.
«Para el Gobierno francés esto se torna un asunto muy difícil, porque los franceses, como vemos en las encuestas, están cada vez más a favor de las negociaciones y el cese del envío de armas a Ucrania«, enfatizó.
Macron afirmó antes que no descartaba la entrega de aviones de guerra a Zelenski, así como tanques pesados.
En febrero, Francia prometió enviar al régimen ucraniano los vehículos de combate AMX-10RC, pero hasta la fecha no lo hizo.
Investigación del sabotaje contra los Nord Stream
Philippot tildó de absurdo no permitir a Rusia que participe en la investigación de los atentados contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2.
«Esto es simplemente absurdo, porque Rusia es la propietaria de estos gasoductos, esta investigación concierne a este país en primer lugar. No permitirle participar no es normal», dijo Philippot.
El 16 de marzo el portal Local Denmark informó, citando al ministro de Exteriores de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, que Copenhague no le permitirá a Moscú participar en la investigación de las explosiones de los gasoductos.
El 26 de septiembre de 2022, la empresa Nord Stream 2 AG, operadora del gasoducto homónimo, anunció una fuga de gas en una de las dos tuberías de la infraestructura cerca de la isla danesa de Bornholm, por causas desconocidas.
Más tarde trascendió que las dos líneas del gasoducto paralelo Nord Stream 1 también habían sido dañadas, y los gobiernos de Alemania, Dinamarca y Suecia no descartaron un acto de sabotaje.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia catalogó las explosiones de ataques terroristas y el 30 de septiembre desveló que tenía pruebas de que apuntaban a la implicación de ciertos países occidentales.
La Fiscalía General de Rusia abrió una investigación por terrorismo internacional tras los daños a los dos gasoductos, en una zona con fuerte presencia de buques de guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza bélica liderada por Estados Unidos.
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