Los BRICS necesitan cumplir muchos más pasos para crear una moneda única, pero este proceso no será tranquilo y contará con el firme rechazo de EEUU, insisten el profesor de Relaciones Internacionales del Ibmec, José Niemeyer, y el profesor del Departamento de Economía de la Universidad Federal de Paraná (UFPR), Demian Castro.
Los países del grupo BRICS debaten la creación de una moneda común. Recientemente, durante la visita a Angola, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró que aplazaría el debate hasta la próxima cumbre de los BRICS, prevista para agosto.
La medida podría ser un paso más hacia el proceso de desdolarización de las transacciones financieras entre los países. Las perspectivas de la moneda unida y los obstáculos en el camino de su creación fueron comentados por José Niemeyer y Demian Castro.
Niemeyer considera improbable la creación de una moneda común para el grupo en un futuro próximo. La causa es que, antes de implantarla, se requiere un largo proceso burocrático dividido en tres etapas.
«No es algo que se determine de la noche a la mañana. Más aún tratándose de un mecanismo como el BRICS, en el que Brasil está lejos de los demás participantes desde el punto de vista geográfico», afirma Niemeyer.
Añade que las etapas para la creación de una moneda común incluyen la creación de una zona de libre comercio, una unión aduanera y la aparición de la unión con un mercado común, parlamento común y consejo de ministros. En su opinión, los BRICS no se han acercado aún a esos pasos, como los BRICS no constituyen un pacto de integración regional, al ser un acuerdo de comercio e inversiones, todavía sin una estructura del proceso de integración tradicional.
«Los BRICS me parece un mecanismo político, entre Brasil, Sudáfrica, la India, Rusia y China, para poder enfrentarse a otras potencias y potencias medias del sistema internacional, en el sentido geopolítico y diplomático. Pero no veo la posibilidad de instituir una moneda siendo que ninguna de estas fases ha sido realizada y agotada», opina el profesor de Relaciones Internacionales del Ibmec.
Niemeyer cree que el anuncio de la discusión sobre una moneda única y el apoyo dado a la iniciativa por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva (PT) se destina a mostrar que Brasil, a partir del Gobierno Lula, quiere profundizar las relaciones con los países BRICS.
«Creo que es un discurso del Gobierno Lula decir que Brasil sigue teniendo una visión estratégica sobre los países que se enfrentan al orden internacional EEUU—UE. Básicamente, decir que Brasil apoya a China, Rusia, la India y Sudáfrica, que son potencias, o potencias medias, según se quiera ver, que se enfrentan a un sistema internacional centrado en EEUU y la UE», afirma el experto.
Una moneda común fortalecería al BRICS y lo haría más atractivo para nuevos socios
Para el profesor del Departamento de Economía de la Universidad Federal de Paraná, Demian Castro, la visita de Lavrov a Angola y el anuncio de que llevará el debate a la cumbre africana revelan los lazos históricos que existen entre Rusia y los países del continente africano.
«Esta relación existe desde la época de la URSS, desde el siglo XX, cuando comenzó el proceso de descolonización de los países africanos. La URSS desempeñó un papel muy importante [en este proceso]», afirma Castro.
Añade que hoy en día esta relación se retoma «con varias motivaciones» entre los que se destacan motivos económicos, incluso la posibilidad de explotar recursos vinculados al área de la energía, o la cuestión geopolítica de disputa con los países occidentales y además con China. En opinión de Castro, Rusia posee un interés estratégico por mantener una presencia activa en varias regiones del mundo, y esto encaja muy bien con África.
De acuerdo con el profesor del Departamento de Economía de la Universidad Federal de Paraná, Sudáfrica está interesada en crear una moneda única para los BRICS. Entretanto, la construcción, la arquitectura financiera necesaria para una moneda común es extremadamente compleja y depende de factores políticos como la estabilidad política, percepciones políticas y «la división de la estrategia política internacional».
El experto afirma que el debate sobre la creación de una moneda común para los BRICS es el resultado de un proceso de deconstrucción del dominio del dólar.
«Al final de la Segunda Guerra Mundial se construyó una institucionalidad internacional, supranacional, adecuada a la hegemonía de EEUU y de su patrón monetario, el dólar. Esto se definió en gran medida en la conferencia internacional de Bretton Woods, donde el dólar se definió como moneda internacional. A lo largo de las décadas, el dólar se transformó en un arma muy poderosa de dominación estadounidense, con un poder destructivo muy grande», afirma Castro.
Añade que a medida que otros países se han dado cuenta de este poder destructivo del dólar, especialmente cuando EEUU decide excluir a un país del sistema SWIFT, se ha iniciado la búsqueda de una alternativa a la moneda estadounidense.
Las actuaciones de EEUU han despertado «una tremenda desconfianza» entre los que apoyaban sus transacciones económicas y financieras internacionales en dólares. Se hizo evidente que «dependiendo de la coyuntura, los Estados pueden ser excluidos, como ocurrió con Irán, con Venezuela«, señala el experto.
«Así que, a lo largo de las últimas décadas, el descontento con este sistema se ha ido acumulando en el mundo. Con el conflicto en Ucrania y el intento de excluir a Rusia del sistema financiero internacional, este proceso de construcción de un sistema monetario alternativo al dominio del dólar ha aumentado y tomado contornos más concretos, con extrema importancia para China y Rusia, pero también para otros países como Brasil«, indicó.
El especialista subraya que, por el momento, no es posible predecir la aparición de un mundo con esferas monetarias coexistentes o que este sistema monetario y financiero alternativo tendrá un éxito inmediato. Sin embargo, es posible que las transacciones comerciales estén cada vez más comandadas por otro conjunto de monedas, sin la presencia del dólar.
Pero esto implica «muchas cuestiones de coordinación y estabilidad política, de gestión de la balanza de pagos de los países», sostuvo Castro.
Asimismo, Castro está de acuerdo con el hecho de que el BRICS se volvería más atractivo si se implementa la propuesta de la moneda común, pero subraya que el fortalecimiento del grupo debe ir más allá de la discusión de la propuesta y es crucial para el BRICS que todos los miembros estén decididos a impulsar el grupo.
Al mismo tiempo, destaca que el actual escenario global está «extremadamente minado» y que el mundo se enfrenta a una crisis.
«La evolución que pueda tener el conflicto entre Rusia y Ucrania es todavía muy difícil de predecir. Porque EEUU está librando una guerra por delegación, y sus aliados están decidiendo suministrar armas a Ucrania. No sabemos si esto puede derivar en un conflicto nuclear, en qué medida esto tiende a crear tensión en el terreno internacional y a disminuir el margen de maniobra de los países«, expresó el experto.
Subraya que la creación de una alternativa financiera al dominio del dólar no se producirá sin una fuerte oposición de EEUU.
«Es curioso que EEUU sea como un plato vacío: reafirma su hegemonía desde el punto de vista discursivo, pero no presenta ninguna alternativa económica y financiera a los países. Evidentemente habrá reacciones, es una disputa antropofágica, no sé si el mundo puede soportar varios estándares monetarios», planteó el especialista.
Concluye afirmando que «EEUU hará todo lo posible para socavar cualquier propuesta de moneda común, ya sea para los BRICS o para Mercosur».
«No es un espacio de avance pacífico, es un proceso de destrucción y creación de nuevas institucionalidades. No es un proceso trivial que dependa solo de las buenas ideas de tecnócratas lúcidos, es un proceso político«, subrayó Castro.
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