El Colegio Electoral fue controversial desde su institución a finales del siglo XVIII (1787), totalmente anacrónico y antidemocrático. Vista de 1876 al elegir a Rutherford Hayes sobre Samuel J. Tilden, quien había obtenido 252 666 votos populares más. Imagen: Archivo US Government.
El Colegio Electoral, tan antidemocrático como sea posible, pero que decide
Según el artículo II de la Constitución de Estados Unidos, el Colegio Electoral es el grupo de electores presidenciales que se forma cada cuatro años con el único propósito de votar por el presidente y el vicepresidente a nivel federal.
El número de votos electorales que tiene un estado es igual al número de senadores (siempre dos) más los miembros en la Cámara de Representantes, dependiente de la población, totalizando 535 electores en los 50 estados más tres del Distrito de Columbia.
Los senadores y representantes no pueden ser electores. De los 538 electores, se requiere una mayoría simple de 270 votos para elegir al presidente y vicepresidente.
Si ningún candidato logra la mayoría allí, se haría una votación de la Cámara de Representantes para escoger al presidente y en el Senado para el vicepresidente.
Como se observa, la elección del presidente y el vicepresidente de Estados Unidos es indirecta. Ganar la mayoría de los votos en el país, el así llamado “voto popular”, no da el triunfo en los comicios.
Es una directa violación del principio constitucional de “una persona, un voto”. De hecho, en las elecciones de 1876 ,1888, 2000 y 2016 llegó a la Casa Blanca el candidato que había recibido una minoría de votos.
¿Quién votará el 5 de noviembre? El papel del voto de los jóvenes
Según una encuesta de YouGov/ Economist, Harris tiene una ventaja de tres puntos entre los votantes registrados, con un 47%, frente a Trump, con un 44%. El sondeo muestra un amplio margen de 25 puntos para Harris entre los votantes de 29 años o menos.
Sin embargo, las generaciones más jóvenes también son las menos comprometidas con el voto: el 13% de los jóvenes de entre 18 y 29 años encuestados dice que “tal vez” votará, mientras que el 3% no votará o aún no está seguro. Solo el 65% de los jóvenes de entre 18 y 29 años afirmó que votaría.
Esto se compara con el 77% de las personas de 30 a 44 años, el 85% de las personas de 45 a 64 años y el 94% del grupo de 65 años o más
Estados en disputa, factor decisivo para la elección presidencial
Ambos candidatos parten de alrededor de 220 votos electorales con todas estas contiendas en juego (219-236 para Harris y 210-226 para Trump). Los estados de Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Arizona son los llamados “estados claves”, que tienen un total de 76 votos electorales.
Encuestas recientes de Bloomberg/ Morning Consult en los estados claves muestran que Harris tiene una ventaja de tres puntos en promedio, desde un empate con Trump hasta una ventaja de siete puntos.
La encuesta a más de 6 000 votantes registrados en los estados claves se llevó a cabo del 19 al 25 de septiembre, con márgenes de error que oscilaron entre 1 y 4% en cada estado. Harris también tiene tres puntos de ventaja en Michigan y Arizona y dos puntos de ventaja en Carolina del Norte.
Estados en disputa, ¿por qué son tan importantes?
Arizona (11 votos)
Donald Trump ganó Arizona en 2016 por casi cuatro puntos porcentuales, pero perdió el estado ante Joe Biden en 2020 por menos de medio punto porcentual. Las encuestas de este año han mostrado que Trump y Kamala Harris están prácticamente empatados.
Georgia (16 votos)
Donald Trump ganó Georgia en 2016 por unos cinco puntos porcentuales, pero perdió allí ante Joe Biden en 2020 por menos de 12 000 votos. La carrera de este año está en disputa, ya que Trump y Harris están casi empatados en las encuestas, con alrededor de 49% cada uno. El apoyo de Stacey Abrams puede ser catalizar de un triunfo demócrata.
Michigan (15 votos)
Donald Trump ganó Michigan en 2016, sorprendiendo a los demócratas en un estado en el que los republicanos no habían ganado desde 1988. Joe Biden ganó allí en 2020, superando a Trump por tres puntos porcentuales. Con Kamala Harris y Trump en un empate estadístico.
Distrito 2 de Nebraska (1 voto)
Nebraska otorga un voto del Colegio Electoral a cada uno de sus dos distritos electorales, y el segundo distrito se ha separado del resto del estado, que es republicano.
Donald Trump ganó el distrito en 2016, pero lo perdió ante Joe Biden en 2020. Este año, el distrito 2 se inclina fuertemente en las encuestas hacia la demócrata Kamala Harris. Recordemos que un voto electoral puede ser decisivo e. g. 270-268.
Distrito 1 de Maine (1 voto)
Igual que en el caso anterior.
Nevada (6 votos)
La carrera por el Senado en Nevada es entre la actual titular demócrata Jacky Rosen y el republicano Sam Brown, un veterano militar que el partido espera pueda aprovechar el apoyo republicano en las elecciones presidenciales para obtener una victoria en un estado clave y eliminar la mayoría demócrata en el Senado.
En Nevada, Harris tiene la mayor ventaja (entre los estados claves) de siete puntos sobre Trump, con el 52% de los votos frente al 45%.
Carolina del Norte (16 votos)
Carolina del Norte no ha votado por un demócrata para presidente desde 2008 con Barack Obama, pero la campaña de Kamala Harris lo ha considerado un estado en el que puede ganar, impulsada por su gran población afroamericana. Donald Trump ganó allí en 2016 por tres puntos porcentuales y en 2020 por un punto porcentual.
Pensilvania (19 votos)
Pensilvania se perfila como el estado más decisivo para las elecciones de 2024. Donald Trump ganó el estado por menos de un punto porcentual en 2016 y lo perdió por alrededor de un punto porcentual en 2020.
Kamala Harris ha seguido siendo competitiva allí. En Pensilvania, donde se celebró el debate presidencial entre Harris y Trump, la ventaja de Harris ha aumentado de uno a dos puntos. El estado se había inclinado hacia Trump cuando el presidente Joe Biden estaba como candidato demócrata a la reelección.
Wisconsin (10 votos)
Wisconsin es un estado en disputa que ha oscilado entre demócratas y republicanos. Donald Trump ganó en 2016 por menos de un punto porcentual. Joe Biden ganó en 2020, también por menos de un punto porcentual. La ventaja de cinco puntos de Harris en Wisconsin se ha ido reduciendo a tres puntos.
Dos encuestas independientes realizadas entre el 4 y el 8 de octubre mostraban que Trump tenía una ligerísima ventaja en Arizona, Carolina del Norte y Georgia. Los estados claves aún están abiertos a cambios antes del 5 de noviembre.
Muy estrecha la decisión, que casi seguro va a ser confirmada mucho después del día de la votación y con grandes complejidades en varios estados. Foto: CNN.
¿Quiénes son algunas de las personalidades nacionales o locales que pueden decidir en los estados en fuerte disputa?
Jeff Flake: exsenador del estado de Arizona, uno de los que no están claramente definidos. Flake es conocido por ser un crítico vocal del expresidente Donald Trump. En octubre de 2017, tras anunciar que no buscaría la reelección en 2018, Flake pronunció un discurso en el pleno del Senado en el que denunció a la Administración Trump.
El discurso de Flake, que fue descrito como una “acusación atronadora a su partido, su presidente y la cultura política de su país”, fue llamado “el discurso más importante de 2017” por varios analistas políticos. Amigo de Cuba, que ha abogado activamente por el fin del bloqueo y visitado el país. Puede ayudar a decidir Arizona a favor de Kamala Harris.
Stacey Abrams: fue la candidata demócrata a la gobernación del estado en 2028 y 2022, convirtiéndose en la primera mujer afroamericana candidata a gobernadora de un partido mayoritario en Estados Unidos. Perdió por poco las elecciones ante el candidato republicano.
Los medios de comunicación y los expertos en ciencias políticas no han podido determinar si la supresión de votantes afectó su resultado. J. Biden la apoyó muy poco en sus esfuerzos por ser gobernadora, pero Stacey va a dar su mejor esfuerzo a la candidatura de Kamala.
Tiene una gran influencia entre los sectores afroamericanos profesionales y de clase media, que en un estado de estrechísimo margen pudieran marcar la diferencia. No se debe olvidar que Georgia es un estado donde MAGA posee control de importantes decisores y podrían intentar una asonada de cualquier tipo.
Josh Shapiro: el 8 de noviembre de 2022, Shapiro derrotó al republicano Mastriano con el 56.5% de los votos frente al 41.7% y fue elegido gobernador del decisivo estado de Pensilvania. Shapiro ganó en 17 condados.
Puede jugar un gran papel (si se dedica de lleno a apoyar a Harris) en ganar la mayoría necesaria para obtener los 19 cruciales votos electorales de ese estado y las elecciones en su conjunto.
Gretchen Whitmer: abogada y política estadounidense que se desempeña como la gobernadora número 49 del crucial estado de Michigan desde 2019. Después de que J. Biden retiró su candidatura en julio de 2024, anunció que no buscaría la nominación demócrata y respaldó la campaña presidencial de la vicepresidenta Kamala Harris.
Dijo que no aceptaría una oferta para ser compañera de fórmula de Harris, porque consideraba poco práctico postular a dos mujeres para los dos puestos principales del ejecutivo. Su decidida participación en los días finales antes de las elecciones puede marcar la diferencia en Michigan e, incluso, a nivel nacional.
Barack y Michelle Obama: influyen en sectores del voto que pueden ser decisivos en varios de los estados cruciales.
Taylor Swift: de considerable influencia entre los jóvenes, sobre todo los que votan por primera vez, que puede ser significativo en los 6-7 estados que decidirán la elección.
Arizona y Pensilvania: ejemplos de diferentes motivaciones para la votación
En Arizona, un estado históricamente republicano que tiene 11 votos en el colegio electoral y que en 2020 se inclinó por Biden, las encuestas han mostrado ventajas inconsistentes tanto para Harris como para Trump.
La campaña de Trump ha hecho frecuentes paradas en el estado durante el verano. En un estado limítrofe con México, uno de cada cinco (19%) de los votantes de Arizona dice que la inmigración es el tema más importante que afecta su voto (después de la economía). Una exigua mayoría (51%) de los votantes de Arizona cree que Trump está mejor preparado para manejar los temas principales.
Esto indica que los votantes de Arizona pueden favorecer a Trump y su enfoque en cuestiones claves. El exsenador republicano Jeff Flake, acérrimo enemigo de las posiciones de Trump, puede marcar la diferencia ya que los votos que él logre cambiar los sacaría de los republicanos.
En Pensilvania, los temas de Inmigración no tienen tanto peso como en Arizona, mientras que los temas ambientales (sobre todo referidos al fracking en la industria petrogasífera) sobrepasan con mucho a lo anterior.
No menos importantes son los intereses de las minorías, grupos LGBTQ+ y el aborto. La tradición demócrata es fuerte y el gobernador Josh Shapiro (que fue unos de las principales opciones a ser el candidato vicepresidencial de Harris) puede marcar una diferencia en una decisión que quizás sea por unos pocos miles de votos.
Un tema del que se habla muy poco, pero que puede ser importante, es el de los “electores infieles” (faithless delegates, en inglés). En el Colegio Electoral, un elector infiel es el representante de un partido que vota por el candidato del otro partido para uno o ambos cargos, o se abstiene de votar.
Muchos estados requieren que los electores se hayan comprometido a votar por los candidatos de su partido antes de ser designados.
En la historia de los Colegios Electorales ha habido un total de 165 casos de infidelidad, 90 de los cuales fueron para presidente, mientras que 75 fueron para vicepresidente.
Nunca han decidido una elección, pero en 2024 pudiera verse que unas pocas decenas de “electores infieles” que se abstengan de votar pueden marcar la diferencia. ¿Cuántos millones de dólares dedicarían Donald Trump y sus plutócratas de MAGA a comprar las “abstenciones” de, digamos, 20 electores de estados demócratas? No lo sabemos y no es correcto especular. Lo cito para mostrar más lo desatinado y antidemocrático que es el Colegio Electoral.
Hasta este momento, no es posible afirmar con certeza quién es favorito para ganar las elecciones presidenciales, aunque Kamala Harris parece tener ligeramente más posibilidades.
Es necesario aclarar que si la decisión de los votos del Colegio Electoral se produce por un margen estrecho o cuestionable, la decisión final podría tomar cierto tiempo en conocerse e incluso provocar una explosión social, en un país donde Donald Trump ha destruido la fe en los últimos vestigios de “democracia” tanto entre seguidores como oponentes y con cerca de 300 millones de armas de fuego en manos de civiles.
Por mi parte, me taparé la nariz con un pañuelo y votaré por el mal menor.
Fuente: CubaDebate.cu