Occidente «tenía atados de manos» a los países durante la votación en la Asamblea General, denuncia el embajador de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Dmitri Polianski, en sus redes sociales.
«Los métodos para conseguir el resultado son otra vez más al estilo vaquero. Nuestros colegas de la ONU de países en desarrollo uno tras uno denunciaban a los occidentales a sus espaldas, pidiéndonos que no nos ofendamos y que nos pongamos en su lugar», señaló Polianski.
«A lo largo de este tiempo, contamos casi 30 pares de manos atadas», añadió Polianski. De acuerdo con el diplomático, la reunión se interrumpió de repente casi 40 minutos antes de la pausa para comer y continuó dos horas después para comer y continuó dos horas después para «sacudir a los más rebeldes». Esto ocurrió bajo el auspicio «del presidente de la Asamblea General de la ONU, Csaba Korosi, que ya hace tiempo que ha dejado de mostrar siquiera una apariencia de objetividad e imparcialidad«, detalló.
La resolución, que insta a Rusia a retirar sus tropas y es no vinculante, fue apoyada por 141 miembros de la Asamblea, siete votaron en contra y 32 se abstuvieron. La medida fue elaborada por Ucrania en consulta con sus aliados.
El embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, había llamado un día antes a los países miembros de la Asamblea General de la ONU a votar en contra de esa resolución si no se aprobaran las enmiendas propuestas por Minsk. El texto no contiene ni hace referencia a la necesidad de detener el bombardeo de Donbás por parte de las FFAA ucranianas.
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