El presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Claudio Cesario, aseguró que el volumen de billetes emitidos es «tan disparatado» que para ilustrar el problema si los alineamos podemos dar 43 veces vueltas alrededor de la Tierra o podríamos construir cuatro torres a la Luna.
El presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Claudio Cesario, realizó un balance de la actividad en 2024 en el agasajo anual a la prensa. Desde allí expresó que «la emisión de billetes de mayor denominación requiere la pronta y urgente desmonetización de los billetes de menor valor», lo que expresó, «en español básico y para que se entienda: no hay capacidad instalada para almacenarlos».
Al respecto ilustró, que «el volumen de billetes emitidos es tan disparatado que para ilustrar el problema si los alineamos podemos dar 43 veces vueltas alrededor de la Tierra o podríamos construir cuatro torres a la Luna». Como dato adicional dijo que la capacidad de almacenamiento en millares de billetes de los principales bancos recaudadores es mayor al de la Reserva Federal de New Orleans.
«Un despropósito de capacidad instalada y recursos utilizados si comparamos el valor de lo custodiado», sentenció el banquero.
El análisis del 2024: cómo fue la mirada desde ABA
«Este año pudimos volver a trabajar de bancos para dar financiamiento en pesos tras la eliminación de numerosas restricciones y topes insostenibles para la intermediación financiera y porque la inflación está bajando, que era nuestro principal reclamo», dijo Cesario y agregó: «Reapareció la demanda y seguramente lo más destacable fue que logramos revivir los créditos hipotecarios, después de que lográramos resistir casi en soledad para que no se modificaran los contratos».
De cara a 2025, expresó: «Un tema importante para resolver, aun cuando este año se realizaron destacables avances, tiene que ver con la administración y gestión del efectivo. Como saben, años y años con alta inflación y sin emisión de billetes de mayor denominación provocaron la acumulación de billetes en los tesoros de los bancos que han sobrepasado la capacidad de recepción y almacenamiento de estos por parte del BCRA, al punto de que las entidades han tenido que construir nuevas bóvedas».
«Como dije, este año tuvimos avances importantes en la materia, creemos que en situación de crisis se deben simplificar aún más los procedimientos para la desmonetización de billetes deteriorados y optimizar recursos. Tal como el BCRA hizo primero con los billetes de $100, de $200 y de $500», añadió Cesario y concluyó: «Necesitamos que, con la llegada del billete de $20.000, el proceso de destrucción y posterior desmonetización del billete de $1.000 se simplifique y se acelere. Ello sin perjuicio, de fomentar en paralelo el crecimiento del uso de medios de pago digitales».
«Otro tema para tener en consideración y que deberíamos resolver es el de la gratuidad de un montón de transacciones. Todos los pesos que salen del sistema, además de alimentar la economía en negro, son los pesos que después vuelven a los bancos para su custodia hasta que nuevamente se retiran, en un círculo vicioso de nunca acabar. Es más, esta gratuidad incentiva a que muchos hagan excelentes negocios, dejando que el costo operativo lo absorban los bancos», dijo.