El senador ruso Andréi Klishas, jefe del comité de Leyes Constitucionales de la Cámara Alta, acusó a Washington y Bruselas de orquestar un golpe de Estado en Georgia. Las protestas que tuvieron lugar frente al Parlamento gerogiano en Tiflis dejaron decenas de heridos y más de cien detenidos. Los manifestantes portaban banderas de Georgia y de la Unión Europea (UE). Hoy, el partido gobernante Sueño Georgiano y el movimiento Fuerza del Pueblo anunciaron la decisión de revocar la controvertida ley de agentes extranjeros.
«EEUU y la UE, que en sus territorios ponen fuertes restricciones a toda injerencia foránea en los asuntos internos, han decidido organizar un golpe anticonstitucional en Tiflis, en respuesta al intento de Georgia de esclarecer la situación de las numerosas ONG financiadas desde fuera«, publicó Klishas en su cuenta de Telegram.
El senador agregó que un cambio de poder se busca en las urnas, no mediante «sangrientas revoluciones de colores financiadas por gobiernos extranjeros«.
Protestas y revocación de la ley
El partido gobernante Sueño Georgiano y el movimiento Fuerza del Pueblo anunciaron la decisión de revocar la controvertida ley de agentes extranjeros que detonó protestas multitudinarias en Tiflis.
Con actos violentos, los opositores georgianos protestaron ayer y daban al Gobierno del país una hora para retirar del Parlamento el controvertido proyecto de ley además de exigir liberar a todos los manifestantes detenidos.
La protesta se inició alrededor de las 19:00 horas de Georgia y se ha extendido a las primeras horas de la madrugada de este 9 de marzo. A las afueras del Parlamento, cientos de personas se dieron cita para exigir que se frene la polémica ley.
Durante la concentración, los manifestantes portaron banderas georgianas y de la Unión Europea (UE). Asimismo, hicieron uso de la violencia y lanzaron petardos y gases lacrimógenos contra la Policía.
«Decidimos revocar sin condiciones el proyecto de ley que habíamos apoyado«, cita el canal 1TV una declaración conjunta que las dos formaciones políticas.
Objeto de críticas dentro y fuera de Georgia, la iniciativa dio origen a dos días consecutivos de protestas en Tiflis, con decenas de heridos y al menos 133 detenidos desde el martes, según el Ministerio del Interior. Anoche, la policía antidisturbios usó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes congregados en en el centro de Tiflis.
La delegación de la Unión Europea en Georgia celebró el anuncio de que el partido gobernante decidió retirar la polémica ley de «influencia extranjera».
«Alentamos a todos los líderes políticos de Georgia a retomar las reformas pro-UE una manera inclusiva y constructiva y en línea con las 12 prioridades para que Georgia logre el estatus de candidato», tuiteó.
Mientras, uno de los grupos parlamentarios de oposición dijo que las protestas van a continuar.
«Seguro que habrá una acción hoy. Somos muchos los jóvenes que desconfiamos de Sueño Georgiano (…) Que aclaren cómo planean implementar la revocación y liberen a las personas que lucharon a nuestro lado», dijo a los periodistas Tsotne Koberidze, portavoz del partido Girchi.
La normativa en cuestión, aprobada en primera lectura el 7 de marzo, habría obligado a registrarse como «agentes de influencia extranjera» a las ONG, medios de comunicación y demás entidades que reciben al menos el 20% de sus fondos desde el exterior.
Los promotores de la ley la presentaron como una versión suave de la Foreign Agents Registration Act (FARA), promulgada en EEUU en 1938; los detractores alegaron que la normativa, similar a la aprobada en Rusia, alejaría a Georgia de la Unión Europea.
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