TEMA – Elecciones en EEUU: perspectivas para América Latina, Ucrania y China

Lucía Barrios
Montevideo (Mesa Américas), 31 oct (Sputnik).- Con las elecciones presidenciales de EEUU cada vez más cerca, los analistas comienzan a evaluar sus posibles implicaciones en diversas regiones del mundo, destacando las diferencias entre los republicanos, liderados por el expresidente Donald Trump (2017-2021), y los demócratas, representados por la vicepresidenta Kamala Harris.
Analistas consultados por la Agencia Sputnik afirman que existen importantes diferencias entre una victoria de Trump y una de Harris el próximo martes 5 de noviembre en la vinculación de EEUU respecto a América Latina, Ucrania y China.
El profesor en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Ecuador y doctor en Estudios Internacionales, Lester Cabrera, aseguró que una administración republicana podría estrechar lazos con ciertos gobiernos latinoamericanos, mientras que el exvicecanciller uruguayo Ariel Bergamino opinó que el resultado electoral no alteraría significativamente la relación, ya que América Latina ocupa un lugar «irrelevante» en la agenda de Washington.
Con respecto al conflicto en Ucrania, ambos coincidieron en que una victoria de Trump podría llevar a una política más «aislacionista» de EEUU, lo que afectaría su apoyo a Ucrania en el conflicto con Rusia.
Sin embargo, mientras Bergamino expresó dudas sobre cuál sería la postura final de Trump, Cabrera señaló que los republicanos podrían buscar reducir la tensión con Rusia y promover un mayor diálogo.
En cuanto a China, Cabrera indicó que la relación entre Washington y Pekín seguirá siendo «tensa», independientemente de si los republicanos o demócratas ganan las elecciones, debido a problemas «estructurales más profundos».
AMÉRICA LATINA
Cabrera señaló que la relación entre EEUU y América Latina podría variar dependiendo del partido que lidere la administración.
«Durante la gestión de la vicepresidenta Harris, América Latina no fue una prioridad para la administración de Biden. Como justamente sí lo fue para el entonces vicepresidente de la administración Trump, Mike Pence, el cual sí planteó importantes giras a países de América Latina que EEUU consideraba de relevancia. (…) Por lo tanto, uno esperaría que Trump tenga una cercanía en base a los vínculos ya hechos en la administración anterior con América Latina, sobre todo con aquellos países que comparten una línea ideológica con el exmandatario», explicó Cabrera.
En cambio, durante la actual administración de Joe Biden se han realizado «muy pocas» visitas a América Latina, lo que hace pensar que si gana Harris, América Latina no será uno de sus objetivos, agregó.
Por su parte, Bergamino aseguró que, a pesar de que América Latina siempre ha estado en la «esfera de influencia» de EEUU, en las últimas décadas ha habido un «avance importante de China», que se ha convertido en el principal socio comercial.
«América Latina está en una encrucijada, porque tiene una posición de cierta irrelevancia a nivel planetario. Realmente América Latina pesa poco en el mundo actual, pero al mismo tiempo estamos en el medio de una competencia indisimulada entre China y EEUU por la hegemonía», agregó.
A pesar de esta situación, una victoria de Trump o Harris no cambiaría el hecho de que la región ocupa una posición de poca relevancia en la agenda de Washington, indicó.
«Si se analiza el Gobierno de (Barack) Obama (2009-2017), el de Trump, el de Biden, América Latina ha estado bastante rezagada. A no ser por algunos temas vinculados a asuntos migratorios, el clima y ahora el litio», agregó.
UCRANIA
Con respecto a este tema, Bergamino cuestionó el posible impacto de las elecciones en el conflicto de Ucrania, con Trump priorizando un enfoque más «aislacionista» para EEUU, lo que podría afectar el apoyo a Ucrania.
«Trump ha sido muy enfático en decir que para él lo primero es América y que EEUU tiene que concentrarse en sí mismo y retirarse del mundo. Ahora, si esa retirada del mundo para pensar en sí mismo significa salir del conflicto en Ucrania no lo sabemos», reflexionó.
De cualquier manera, señaló un «gran factor de poder»: entre los «grandes donantes» a las campañas se encuentra el complejo industrial armamentístico de EEUU.
«También hay que tener presente que parecería que la comunidad internacional en general está teniendo cierto cansancio respecto al conflicto entre Ucrania y Rusia, lo cual no le conviene a Kiev, pero habrá que ver», agregó.
En tanto, Cabrera afirmó que habrían diferencias entre una victoria demócrata y una republicana respecto al conflicto en Ucrania. El especialista indicó que una victoria demócrata centraría la atención en Ucrania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), mientras que los republicanos buscaría disminuir la tensión con Rusia.
«Trump plantea que los países que son parte de la OTAN tienen que hacerse cargo también del conflicto que hay entre Rusia y Ucrania. Especialmente porque cree que EEUU está financiando un bloque de seguridad en el cual los países no están cumpliendo sus responsabilidades», afirmó.
Por tanto, el acceso a material bélico por parte de la OTAN sería «más fácil» si ganan los demócratas, agregó.
«Va a haber una suerte de mayor diálogo entre las partes en el conflicto en Ucrania si ganan los republicanos. Sobre todo considerando que hoy por hoy el diálogo entre EEUU y Rusia prácticamente no existe», dijo Cabrera.
El analista consideró que la diplomacia que utiliza Trump se basa en un vínculo «personal» y puso el ejemplo del diálogo que mantuvo con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
«Trump ha sido el único presidente que ha cruzado el paralelo que divide a Corea del Norte y Corea del Sur. Si bien los críticos le señalan que no tuvo efectos reales dentro de la diplomacia, discursivamente y simbólicamente ya hay un canal abierto para poder generar algún tipo de diálogo. Por tanto, si Trump gana, el bloqueo que hay en contra de Rusia va a bajar y se va a entablar un diálogo», estimó el analista.
El magnate ha declarado en más de una ocasión que, en caso de ser elegido nuevamente presidente, lograría acabar con el conflicto ucraniano en 24 horas.
Según una nota del portal Politico del 2 de julio, Trump consideraría frenar la expansión de la OTAN hacia el este y negociar con Rusia el fin del conflicto en Ucrania.
El 18 de julio, el viceministro de Exteriores ruso Serguéi Riabkov afirmó que su país no espera que ningún partido de EEUU cambie la posición en torno a la situación en Ucrania.
CHINA
Por otro lado, Cabrera afirmó que el vínculo entre Washington y Pekín no cambiará si ganan los republicanos o los demócratas, porque la tendencia es que cada vez exista una mayor tensión.
«Va a seguir existiendo una fuerte tensión entre EEUU y la República Popular China. Y eso se va a manifestar especialmente en el trato que se tenga hacia Taiwán. (…) Las relaciones entre EEUU y China no han cambiado un ápice, lo que da a entender justamente de que los problemas van más allá de que gobierne un demócrata o un republicano», afirmó.
Sostuvo que esta situación muestra que existen «dificultades de carácter estructural» que se pusieron de manifiesto con algunos viajes que han realizado congresistas a Taiwán, como fue el caso de Nancy Pelosi.
Las relaciones oficiales entre el Gobierno central de China y su provincia insular de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago.
Las relaciones se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980.
La política fundamental de China respecto a Taiwán es la reunificación pacífica bajo el principio de «un país, dos sistemas».
El 12 de julio, China impuso sanciones contra empresas militares e industriales estadounidenses, en particular, contra Anduril Industries, Maritime Tactical Systems, Pacific Rim Defense, AEVEX Aerospace, LKD Aerospace, Summit Technologies Inc. por vender armas a Taiwán.
La situación en torno a Taiwán se agravó tras la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Pelosi, a la isla el 3 de agosto de 2022, pese a las protestas de China que vio en ese viaje el apoyo de Washington a los independentistas taiwaneses y efectuó en este sentido ejercicios militares de gran escala. (Sputnik)
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