La buena votación de Revolución Ciudadana en las elecciones del 5 de febrero en Ecuador podrían acercar un posible retorno de su líder, el expresidente Rafael Correa, a su país. El analista Edison Pérez comentó que la nueva mayoría correísta en un órgano judicial y el «resurgir» de ese espacio político podrían favorecer un acuerdo.
Las elecciones seccionales del 5 de febrero en Ecuador dejaron a un claro ganador: Revolución Ciudadana, el movimiento político liderado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017), cuyos candidatos se impusieron en nueve de las 24 provincias y en al menos 60 de los 221 cantones del Ecuador.
Pero los comicios también dieron una nueva representación al correísmo en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), un órgano surgido del proceso constituyente de 2008 en el que autoridades electas por voluntad popular se encargan de nombrar 37 autoridades de instituciones públicas fiscalizadoras o competentes en funciones de probidad, tales como, miembros de contraloría, fiscalía, superintendentes, miembros del Consejo Nacional Electoral, entre otras.
Entre las funciones de los miembros del CPCCS se encuentra el nombramiento de las autoridades del Consejo de la Judicatura (CJ), un órgano compuesto por cinco vocales y que tiene poderes disciplinarios sobre el Poder Judicial.
De esta forma, una nueva correlación de fuerzas políticas en la interna del CPCCS podría hacer que el CJ recurra a la figura legal de revisión de sentencia para que el Poder Judicial revea la sentencia contra Correa por el caso conocido como Sobornos 2012-2016, que acusa al expresidente de presuntos aportes irregulares a campañas políticas recibidos por contratistas del Estado durante su mandato.
«En el CPCCS son tres los miembros electos ligados a la Revolución Ciudadana, pero hay dos que también tiene cierta tendencia hacia ese sector«, dijo a Sputnik el analista político y comunicador ecuatoriano Edison Pérez, en referencia a dos miembros electos pertenecientes al Partido Social Cristiano (PSC). Los dos miembros restantes son independientes.
Correa reside en Bélgica desde 2018 y, si bien no tiene una prohibición de ingreso a Ecuador, no ha retornado al país desde entonces y ha denunciado una persecución judicial en su contra. La condena impidió a Correa ser candidato a la vicepresidencia en las elecciones de 2021 junto a Andrés Aráoz, en comicios que finalmente ganó Guillermo Lasso.
Pérez aclaró que la existencia de una posibilidad para el regreso de Correa «no necesariamente quiere decir que eso se viabilice en un futuro cercano» ya que, de regresar al país, el expresidente sí podría ser detenido para ser conducido ante la Justicia. Por eso, el analista consideró que por el momento el regreso del exmandatario «es un escenario poco probable en lo inmediato».
Aún así, puede que el resultado electoral presione para que la causa tenga una resolución, favoreciendo un clima en el que las partes puedan pactar un acuerdo que deje sin efecto la condena y permita que Correa no sea detenido al pisar Ecuador.
«Solo con el resurgir de Revolución Ciudadana, que ha puesto entre la espada y la pared al Gobierno, puede ser que logren un acuerdo extrajudicial«, sostuvo.
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