El economista y profesor de Harvard, ex secretario del Tesoro, analizó por qué los demócratas perdieron las elecciones y cuáles serían las consecuencias del Trump 2.0, en una charla en la Escuela Kennedy.
El ex Secretario del Tesoro de EEUU. durante la presidencia de Bill Clinton, Larry Summers, una voz escuchada en Washington y en Wall Street, consideró que los demócratas perdieron las elecciones porque prestaron demasiada atención a las tendencias macroeconómicas positivas y no la suficiente a la realidad económica de los estadounidenses. “De muchas maneras, los demócratas han perdido de vista al hombre y la mujer comunes en favor de las actitudes y filosofías de la sala común de la facultad”, dijo Summers durante una charla sobre por qué los demócratas perdieron las elecciones y los riesgos que plantean los planes de política del presidente electo Donald Trump para la economía estadounidense, con el periodista John Ellis en la Escuela Kennedy de Harvard. ¿Qué más dijo?
Según comenta Cristina Pazanese de la tradicional casa de estudios de Boston, Summers explicó que muchos votantes se inclinaron por el Partido Republicano y por Trump, que criticó duramente a los demócratas por la inflación, porque sentían que entendían lo que estaban atravesando mejor que los demócratas, que se alejaron de su enfoque tradicional en cuestiones como la economía de mesa. El economista demócrata -hoy profesor de la Universidad Charles W. Eliot y director del Centro Mossavar-Rahmani para Negocios y Gobierno en la Escuela Kennedy de Harvard- sugirió que la Fed también contribuyó al enojo de los votantes por la inflación. Explicó que en 2021, cuando u$s2,5 billones de estímulo inundaban la economía, la Fed todavía preveía que las tasas de interés se mantendrían en el 0% hasta el verano (boreal) de 2024 y recompraría deuda del Tesoro a largo plazo emitiendo lo que era, en efecto, deuda a corto plazo con tasa flotante. Esto provocó pérdidas significativas para el gobierno que algunos estiman, en términos de valor de mercado, entre u$s500.000 millones y u$s1 billón antes de que la Fed finalmente corrigiera el rumbo.
Summers, que también se desempeñó como director del Consejo Económico Nacional durante la administración Obama, señaló que creía que si no hubiera habido una política híper-expansiva en 2021, habría sido más fácil para los demócratas eludir la culpa por cualquier inflación que se haya producido.
Inflación y Fed: la posibilidad de cometer errores
Según cuenta Pazanese, a Summers le preocupa que la Fed pueda cometer otro error durante la nueva administración dadas las condiciones económicas actuales, y advirtió que los planes de política económica de Trump, como aumentar o agregar nuevos aranceles, podrían empeorar la inflación. “Si el presidente Trump hace lo que dijo que haría durante su campaña, el shock inflacionario que se le infligirá a la economía será sustancialmente mayor que todo lo que ocurrió al comienzo de la última administración”, dijo Summers. “Ha prometido enormes aumentos del déficit mediante la continuación de sus recortes de impuestos y nuevos recortes de impuestos; ha destruido la idea de la independencia del banco central; ha dicho que deberíamos querer tener una moneda menos valorada, lo que significa dinero menos valioso y precios más altos, y eso es sólo del lado de la demanda”, agregó. Más importante aún, “ha hablado de un gran arancel sobre todos los bienes que importamos, lo que significa precios de importación más altos y también significa precios más altos para todo lo que compite con las importaciones”, dijo.
El efecto China
Summers, cuenta Pazanese, también criticó la promesa de Trump de aplicar aranceles del 60% a todos los productos chinos, diciendo que no sólo obligará a los consumidores estadounidenses a pagar precios mucho más altos, sino que tensará aún más las relaciones entre EEUU y China, y afirmó que el país debería “calibrar” con precisión sus políticas comerciales en función de los objetivos estratégicos generales. “En un momento en que la economía china está en dificultades, cuando hay problemas económicos muy difíciles, lo peor que podríamos hacer sería facilitarle al gobierno chino que nos use como chivos expiatorios de sus propios fracasos económicos. Por eso, tenemos que ser muy cuidadosos y centrarnos en nuestra propia seguridad y no seguir políticas que puedan interpretarse como un reflejo de un deseo generalizado de suprimir la economía china”, aconsejó, y agregó: “Eso va a requerir decisiones sutiles sobre la política y no va a requerir fanfarronería, sino una comunicación muy cuidadosa”. Además, “es evidente que tenemos que reforzar las fronteras estadounidenses”, señaló pero “si hablamos de expulsar del país a millones de personas que están aquí ahora, eso es una receta para una escasez de mano de obra a gran escala, y ya hemos visto en el pasado lo que eso hace con la inflación”, sostuvo.
La grieta, también en la sociedad estadounidense
También la grieta de la sociedad estadounidense tuvo un espacio en el debate. Según comenta Pazanese, Summers ponderó la actitud y el mensaje de la vicepresidenta Kamala Harris que se dirigió a los votantes que “aman a nuestro país”, un sentimiento que le gustaría que el Partido Demócrata e instituciones como Harvard defendieran. “Francamente, me gustaría que se tratase de un valor más aceptado en nuestra universidad, donde no es algo de lo que hablamos, celebramos o pensamos”, afirmó. “Hemos hecho muchas cosas mal a lo largo de nuestra historia, pero resulta extraño que la historia que se recibe en nuestro sistema educativo sea tan negativa sobre nuestro país”. Y en clara referencia a la grieta que vive la sociedad estadounidense, Summers afirmó que la Universidad necesita encontrar una manera de alentar el patriotismo como un principio positivo en el campus porque hoy EEUU enfrenta amenazas reales y porque es una alternativa a que cada subgrupo de estadounidenses adopte una identidad particular, lo que genera mucha división.