El virus de Marburgo está apareciendo en África, lo que genera preocupación en la comunidad internacional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer a mediados de febrero de 2023 que Guinea Ecuatorial tiene el primer brote de esta enfermedad en lo que va del año.
«Las pruebas preliminares realizadas tras la muerte de al menos nueve personas en la provincia oriental de Kie Ntem del país dieron positivo en una de las muestras de fiebre hemorrágica viral», expuso en un comunicado.
Sin embargo, se teme que, como ocurrió durante el año pasado en Ghana, los casos se extiendan a naciones colindantes, como Camerún, esto es debido a su rápida propagación.
¿De dónde viene el virus?
De acuerdo con la OMS, este virus se detectó por primera vez en 1967, tras dos grandes brotes en Marburgo y Frankfurt, en Alemania, y Belgrado, en Serbia.
«Estos brotes se asociaron al trabajo en laboratorios con monos verdes africanos [Cercopithecus aethiops] importados de Uganda«, expone en su sitio web.
Los casos que han ocurrido en los últimos años han estado relacionados con los murciélagos de fruta (Rousettus).
«Inicialmente, la infección humana por virus de Marburgo [EVM] se debe a la estancia prolongada en minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos Rousettus. La transmisión entre personas ocurre por contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos, como ropa personal o de cama», precisa la organización.
También se puede contraer el virus en los funerales, donde se tenga contacto directo con el cuerpo de la persona fallecida por esa enfermedad.
Síntomas y letalidad
Los síntomas de las personas que tienen el virus de Marburgo son fiebre alta, dolor intenso de cabeza y malestar general. En un lapso de siete días, los pacientes pueden presentar hemorragias graves.
La letalidad de la enfermedad causada por este organismo, que pertenece a la misma familia del ébola, es de hasta 88% y no existe vacuna o medicamento para ayudar a los pacientes.
Lo único que los médicos pueden realizar son tratamientos para disminuir los síntomas y mantener hidratadas a las personas con sueros.
«La rehidratación y la administración rápida de tratamiento sintomático mejoran la supervivencia. No se ha demostrado la eficacia de ningún tratamiento para neutralizar este virus, si bien se están desarrollando varios tratamientos inmunológicos, farmacológicos y con hemoderivados», indica la OMS.
«Muchos enfermos tienen manifestaciones hemorrágicas graves a los 5 a 7 días y los casos mortales suelen presentar alguna forma de hemorragia, a menudo en varios órganos. La presencia de sangre fresca en los vómitos y las heces suele acompañarse de hemorragia por la nariz, las encías y la vagina», explica.
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