La oficina de Sadiq Khan, alcalde de Londres, calificó de «terribles e intolerantes» ciertos comentarios que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó durante su intervención en la Asamblea General de la ONU.
Cuando le preguntaron directamente sobre las críticas de Trump, Khan respondió: «Pienso que el presidente Trump ha mostrado ser racista, sexista, misógino, y es islamofóbico«.
Con respecto a lo que el presidente estadounidense piensa de su mandato, añadió: «Londres es la mejor ciudad del mundo, más segura que las principales ciudades de EE.UU., y estamos encantados de recibir un número récord de ciudadanos estadounidenses que se mudan aquí«.
En su alocución, el mandatario de EE.UU., al apuntar que los países europeos «se están yendo al infierno» y que deben «protegerse» de las personas que tienen costumbres y religiones diferentes, puso como ejemplo a Londres, afirmando que su alcalde era «terrible» y que «allí buscan imponer la ley islámica«.
El representante de la Casa Blanca David Ingle más tarde apoyó esa opinión: «El presidente Trump tiene razón. La migración descontrolada a países occidentales está haciendo del mundo un lugar más peligroso«.
Por su parte, el secretario de Salud del Reino Unido, Wes Streeting, defendió al intendente de las acusasiones relacionadas con la ley islámica mediante una publicación en su cuenta de X: «Sadiq Khan no está intentando de imponer la ‘sharia’ en Londres […] Se planta por las diferencias de orígenes y de opinión, está enfocado en mejorar nuestro transporte, nuestro aire, nuestras calles, nuestra seguridad, nuestras decisiones y oportunidades».
Las declaraciones reavivaron un historial de discusiones entre Trump y Khan que lleva desarrollándose cerca de una década, desde el veto a los musulmanes que proponía el entonces candidato a la presidencia de EE.UU.