Las acciones de McDonald’s, la cadena de comida rápida más grande del mundo, cerraron 2024 prácticamente al mismo nivel en que comenzaron el año, mientras que el S&P 500 creció un notable 24%. Esto abre una interrogante sobre la inversión a través de Cedears, de uno de los papeles que suelen estar presentes en las carteras.
El brote de Escherichia coli, resultados trimestrales mediocres y una presión creciente sobre los márgenes brutos son algunos de los factores que explican este desempeño rezagado en comparación con el mercado.
Impacto del brote de Escherichia coli
El evento más significativo del año para McDonald’s fue un brote de Escherichia coli relacionado con cebollas contaminadas utilizadas en sus hamburguesas. Este incidente, que afectó a más de 100 personas y provocó al menos un fallecimiento, eliminó las ganancias acumuladas hasta la mitad del año. El impacto no solo golpeó financieramente a la empresa, sino también su reputación, afectando la percepción de seguridad alimentaria en los consumidores.
Resultados financieros y ventas desiguales
En términos financieros, McDonald’s reportó ingresos de 6.900 millones de dólares en el tercer trimestre de 2024, apenas un 3% por encima del año anterior. Sin embargo, los costos crecieron más rápido que los ingresos, lo que llevó a una caída del 3% en las ganancias netas, situándose en 2.300 millones de dólares. Las ventas comparables globales disminuyeron un 1,5%, mientras que en Estados Unidos apenas crecieron un 0,3%.
A pesar de un mercado local más resiliente, con una caída más moderada en ventas de solo 0,7% en el segundo trimestre, McDonald’s enfrenta un panorama adverso a nivel global. Los consumidores, particularmente los de menores ingresos, comienzan a resistirse a los continuos aumentos de precios en sus menús, estrategia utilizada para mitigar los efectos de la inflación.
Presión sobre los márgenes y tráfico en declive
El modelo de precios bajos, históricamente un fuerte de McDonald’s, enfrenta dificultades en un contexto donde la inflación y los costos operativos presionan los márgenes brutos. La empresa ya advirtió que el tráfico en restaurantes de servicio rápido en Estados Unidos será negativo en 2024, un indicador preocupante para el sector.
A nivel internacional, los principales mercados de McDonald’s, como Reino Unido, Alemania y Japón, también muestran señales de desaceleración en el tráfico. Esto plantea un desafío adicional para la empresa, que depende de un alto volumen de ventas para mantener su rentabilidad.
Perspectivas de largo plazo: digitalización y entrega a domicilio
A pesar de las dificultades actuales, McDonald’s tiene motivos para ser optimista a largo plazo. Su inversión en plataformas digitales y servicios de entrega ha sido agresiva, posicionándola como líder en estos segmentos en el sector de la comida rápida. Además, la compañía se beneficia de una sólida liquidez y una capacidad comprobada para adaptarse a entornos económicos complejos.
Desde el punto de vista de valoración, las acciones de McDonald’s se cotizan actualmente a un múltiplo precio-beneficio (P/E) de 25 veces, por debajo de su promedio histórico de cinco años de 28 veces. Esto sugiere que existe potencial para un crecimiento moderado, siempre que la empresa pueda superar los obstáculos actuales y aprovechar sus fortalezas estratégicas.
Proyecciones y valoración actual
De cara al futuro, Citigroup prevé que los ingresos de McDonald’s alcancen los 26.200 millones de dólares en el año fiscal 2024, lo que representaría un aumento del 3% en comparación con 2023. Con un beneficio por acción proyectado de 11,81 dólares y un múltiplo P/E de 24,9 veces, la firma estima un precio objetivo de 294 dólares por acción, en línea con su cotización actual.
En conclusión, McDonald’s enfrenta un entorno desafiante marcado por problemas de reputación, márgenes ajustados y disminución en el tráfico. Sin embargo, sus iniciativas en digitalización, entrega y menús culturalmente relevantes podrían allanar el camino para un repunte en el largo plazo.