Las acciones de Nvidia presentan un rojo que roza el 7% en los últimos dos días. Cabe recordar que el pasado viernes la acción cerró a u$s146,67 y este lunes cotiza en u$s136,02, una baja de –6,8%. En la sesión de este lunes los papeles del gigante de la Inteligencia Artificial cayeron 4,1%, su recorte diario más pronunciado desde el pasado 29 de octubre, cuando cedió más de 4%. Esto tiene su correlato en los Cedears que cotizan en la plaza porteña, que también se ven afectos por la baja del Contado con Liqui (CCL).
Y es que, desde que comenzó 2023, el valor de mercado de Nvidia se disparó de u$s360 mil millones a más de u$s3,6 billones, lo que la convierte en la empresa cotizada más grande hasta la fecha. Este crecimiento sobrehumano es el resultado de que las unidades de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia, impulsadas por IA, sean la opción preferida para las empresas que operan centros de datos de alto rendimiento.
Los analistas de TechInsights estimaron que la participación de Nvidia en los envíos de GPU a centros de datos fue del 98% en 2022 y 2023. Basándose en el aumento de ventas de la compañía durante los últimos dos años, sería razonable suponer que las GPUs H100 de Nvidia (conocidas comúnmente como «Hopper») y la arquitectura Blackwell de su sucesor no están teniendo problemas para encontrar compradores.
Nvidia también ha podido aprovechar la ley de oferta y demanda. Con los pedidos para las chips Hopper y Blackwell de próxima generación en espera, ha logrado aumentar significativamente el precio de su hardware. El precio de aproximadamente u$s30.000 a u$s40.000 por la Hopper representa una prima de entre 100% y 300% sobre lo que Advanced Micro Devices (NASDAQ: AMD) obtiene por sus chips MI300X para centros de datos acelerados por IA.
También se debe reconocer la plataforma de software CUDA de Nvidia por su expansión operativa casi ejemplar. CUDA es el conjunto de herramientas que los desarrolladores utilizan para maximizar el potencial de sus GPUs de Nvidia, incluida la construcción de grandes modelos de lenguaje. Esta plataforma ayudó a mantener a los clientes leales al conjunto de productos y servicios de Nvidia.
Aunque todo parece estar de maravilla para Nvidia, como sugiere el rendimiento de sus acciones, una métrica en los resultados operativos recientemente publicados del tercer trimestre (para el trimestre que terminó el 27 de octubre) cuenta una historia diferente.
Qué datos arrojó el último balance
Esta única métrica sugiere fuertemente que las acciones de Nvidia han alcanzado su pico como se esperaba, la métrica más relevante de Nvidia sugiere que las acciones de la empresa podrían haber llegado a su punto máximo.
Antes de comprar acciones de Nvidia, los inversores deberán considerar esto: El equipo de analistas de Motley Fool Stock Advisor acaba de identificar lo que consideran las 10 mejores acciones para invertir ahora y Nvidia no fue una de ellas. Las 10 acciones que hicieron el corte podrían generar rendimientos extraordinarios en los próximos años.
No obstante, Nvidia domina el mercado de chips de IA con un crecimiento récord mientras sus acciones se acercan a la marca de valor de u$s4 billones. Los ingresos del fabricante de chips aumentaron un 94%, alcanzando los 35.1 mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2024, superando las estimaciones del mercado y demostrando que su estrategia de IA funciona.
Este éxito consolida a Nvidia como el principal fabricante de chips del mundo, con sus inversiones impulsadas por IA generando fuertes ganancias en el mercado. Sin embargo, las acciones necesitan un aumento del 14% para alcanzar los u$s4 billones. Con tecnología de punta, control del mercado y una planificación inteligente, parece probable un mayor crecimiento, aunque deben monitorearse los riesgos de suministro de chips y los riesgos políticos.
Buy the dip
Para quienes consideren que Nvidia es una empresa sólida y que sus acciones todavía tienen potencia del suba, este puede ser una buena oportunidad de comprar la caída y aprovechar para ampliar o armar posiciones en el gigante de la IA.
El término «buy the dip» se refiere a la estrategia de invertir en acciones o activos cuyo precio ha caído, bajo la premisa de que eventualmente se recuperarán y ofrecerán una oportunidad de ganancias. Antes de aplicar esta estrategia, es fundamental realizar un análisis de los fundamentales de la acción para determinar si el activo tiene el potencial de recuperar su valor. Algunas preguntas clave que los inversores deben considerar incluyen:
- ¿La empresa tiene un modelo de negocio sólido?
- ¿Los ingresos y ganancias son consistentes?
- ¿El endeudamiento está bajo control?
La combinación de estas características permite identificar oportunidades donde la caída en el precio es una reacción temporal, más que un reflejo de problemas estructurales.
