AMPLÍA – Docentes universitarios en Argentina imparten clases públicas en rechazo al Gobierno

Ana Delicado Palacios
(Amplía desde sexto párrafo)
Buenos Aires, 22 oct (Sputnik).- Más de 120 clases públicas son dictadas este martes por docentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de otros centros superiores de estudio frente de la sede del Ejecutivo, en el centro de la capital argentina, para rechazar los recortes presupuestarios del Gobierno.
«Se está realizando una jornada de más de 120 clases públicas de 10.00 (13.00 GMT) a 18.00 horas (21.00 GMT), en Plaza de Mayo», informó a la Agencia Sputnik el secretario general del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Luca Bonfante.
Esta iniciativa, impulsada por la Asociación Gremial Docente (AGD) junto con estudiantes de las distintas facultades de la UBA, se lleva adelante durante la segunda jornada de paro nacional universitario de 48 horas que se sostiene por estas horas.
La Policía Federal Argentina valló parte de la Plaza de Mayo, donde distintos grupos asisten a clases que imparten docentes de las facultades de Exactas, Ciencias Económicas, Ciencias Sociales, Psicología y Ciencias Exactas de la UBA, además de colegios preuniversitarios y otros centros como la Universidad Nacional San Martín o la Universidad Nacional de la Matanza.
El presidente Javier Milei, que hoy cumple 54 años, salió en un momento a saludar desde el balcón de la Casa Rosada, pero fue abucheado por estudiantes y docentes que asistían a las clases públicas, por lo que se retiró con celeridad.
«Muchos estudiantes se acercaron al balcón de la Casa Rosada y el presidente Javier Milei creyó que lo estaban saludando por su cumpleaños, pero en realidad eran alumnos que le cantaron «universidad de los trabajadores», contó a este medio Jennifer Wainberg, una estudiante de la Universidad Nacional de La Matanza.
Esta alumna de una universidad ubicada en el principal partido de la provincia de Buenos Aires (este), la más poblada del país, refirió que en las clases públicas «están participando las universidades del conurbano», como se conoce a los 40 partidos adyacentes del distrito bonaerense que rodean la capital argentina.
Allí «hay un alto porcentaje de hijos de trabajadores que son primera generación universitaria de su familia, y que es muy novedoso que surja en esos lugares movimiento estudiantil», añadió.
SALUD Y EDUCACIÓN JUNTAS
Al movimiento estudiantil que permanece por estas horas en la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo, se suma la denominada «marcha blanca», de trabajadores de la salud pública que están «mostrando la unidad de ambos sectores en la lucha convergiendo en un mismo punto geográfico», apunta el secretario del Centro de Estudiantes de Filosofía.
Escoltados por Gendarmería, médicos y enfermeros de los hospitales nacionales Garrahan, Posadas y Bonaparte se movilizaron junto con residentes de la capital y de la provincia de Buenos Aires desde el Congreso.
Acompañados de docentes y estudiantes, los trabajadores recorrieron los dos kilómetros que separan el Palacio Legislativo de la Plaza de Mayo y se unieron a los estudiantes en una muestra del descontento que une a los dos sectores por el desfinanciamiento de la salud y la universidad públicas.
«Está sucediendo en este momento la movilización que es común entre trabajadores de la salud pública y la educación pública», corroboró Wainberg.
Trabajadoras y trabajadores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) también se manifiestan a metros de Plaza de Mayo tras la decisión del Ejecutivo, anunciada en la víspera, de disolver el organismo y echar al 15 por ciento de su plantilla.
El paro universitario es la tercera huelga que se organiza en estos últimos días, tras los partos del 10 y 17 de octubre.
Después de que la cámara baja avalara un veto del presidente a la ley de Financiamiento Universitario que garantizaba el presupuesto para el año en curso, los sindicatos resolvieron profundizar el plan de lucha «con un horizonte de disputa con el Gobierno nacional».
Los gremios universitarios, que denuncian un atraso salarial de alrededor del 50 por ciento desde que asumió la actual gestión en diciembre de 2023, criticaron que cayera la ley que obligaba al Ejecutivo a actualizar los salarios de docentes y no docentes a partir del 1 de diciembre de 2023 de acuerdo a los índices de inflación.
Esta medida beneficiaba a los 155.000 profesores y a los 60.000 no docentes que integran las 60 universidades nacionales del país.
El miércoles 9 de octubre, a pocas horas de concluida la segunda marcha federal universitaria que organizó el sector educativo hace apenas cinco meses, Milei vetó esta normativa que implicaba una inversión del 0,14 por ciento del producto interior bruto (PIB), según la Oficina del Presupuesto del Congreso.
En el proyecto de Presupuesto 2025 presentado al Palacio Legislativo, el Ejecutivo también decidió suspender la obligación del Estado de invertir en educación al menos el seis por ciento del PIB. (Sputnik)
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