
Tucumán: cautela e incertidumbre en citrícolas por el arancel que impuso Donald Trump al limón
Por David Correa
Un verdadero tembladeral plagado de interrogantes provocó en Tucumán el anuncio del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de imponer hasta un mínimo del 10% en los aranceles a las importaciones de Argentina, de igual modo que a los países que integran el Mercosur. Esta barrera, que regirá desde el próximo sábado, golpea de lleno en la ya alicaída actividad citrícola tucumana, que había encontrado en ese país un salvavidas en estos últimos años, tras la baja de las ventas hacia la Comunidad Europea, entre otros mercados. Por ahora, prima la cautela entre los industriales tucumanos, aunque el gobernador Osvaldo Jaldo admitió que «va a ver algún impacto negativo».
Por el descenso de la rentabilidad durante las tres últimas campañas, los precios bajos de la fruta para industria, los menores volúmenes exportados de fruta fresca, el incremento paulatino de los costos de producción, competencia de otros mercados y contexto socioeconómico nacional e internacional poco favorable, la citricultura tucumana atraviesa un proceso de crisis aunque sigue garantizando trabajo temporal, de abril a septiembre, para alrededor de 45.000 cosecheros. Esta mano de obra provee de fruta fresca a 15 firmas exportadoras y un número menor de citrícolas que elaboran jugo y aceite esencial de limón, que también se exportan.