Mientras los datos oficiales sobre deuda pública indican un incremento de la misma desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, un informe privado señaló que, bajo otros parámetros de medición, se produjo un desendeudamiento de u$s46.177 millones entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024. Ámbito dialogó con diferentes especialistas para indagar sobre los conceptos que esta metodología excluye e incluye, y evaluar su solidez.
El dato se desprende de un trabajo realizado por la consultora Aurum y la reducción es explicada fundamentalmente por que excluye a la deuda intra sector público. Asimismo, casi la totalidad de la baja responde al desarme de los pasivos remunerados del Banco Central (BCRA) en pesos, que implicaron una cancelación equivalente a u$s62.320 millones.
«La mejora estaría relacionada con el hecho de que el aumento de la deuda en pesos del Tesoro (+u$s22.141 millones) ha sido mucho menor que la caída del stock de la deuda en pesos del BCRA«, señaló Aurum.
En paralelo, el trabajo reflejó que la deuda estatal neta en moneda extranjera tuvo una escasa variación negativa de apenas u$s118 millones. La cancelación de obligaciones del Tesoro y el crecimiento de las reservas netas traccionaron a la baja el número, mientras que la emisión de los Bopreales para refinanciar la deuda comercial compensó al alza.
¿Qué hay detrás de esta forma de medir la dinámica de la deuda?
«Desde hace varios años medimos el nivel de endeudamiento del Gobierno en forma neta con el sector privado y Organismos Internacionales (OOII). Si bien no es una estadística que sea oficial, entendemos que la deuda relevante es la que tiene el Estado Nacional en forma consolidada con los privados y con OOII ya que es la que verdaderamente requiere una necesidad de rolleo o eventualmente pagos«, se indicó desde la consultora para explicar su metodología.
Para justificar la inclusión de la variaciones de las reservas netas (definido como el stock de reservas brutas menos encajes y swaps) en la medición, Aurum señaló que las mismas «influyen a la hora de medir los stocks de lo que damos en llamar deuda estatal neta«. «En el último año además el Tesoro ha logrado consolidar un ahorro en forma de depósitos en el BCRA. De estos últimos solo consideraremos los depósitos en pesos acumulados en la autoridad monetaria ya que los depósitos en divisas extranjeras están incluidos en el stock de reservas brutas y no son descontados para llegar al stock de reservas netas», agregó la entidad.
Los economistas discuten la metodología
Respecto de la inclusión de las reservas, el economista de la consultora PxQ, Pedro Martínez Gerber, sostuvo en conversaciones con este medio que «es discutible» ya que «la medición de la deuda tradicional no las incluye». Además, el especialista aclaró que, al medir la deuda al tipo de cambio oficial, «los pesos de noviembre 2023 te quedan exageradamente altos y en parte se licuaron con la devaluación de diciembre de ese año».
Juan José Vásquez, economista especializado en finanzas, coincidió en que la mejor forma de medir la dinámica de la deuda es la oficial, la cual reflejó un aumento de u$s40.000 millones en la era Milei. Aún así, aclaró que eso «no quita que lo que hicieron este año con la herencia de todos los problemas que le dejó el gobierno anterior fue magnífico».
En ese sentido, explicó que la fuerte acumulación de deuda comercial privada y la bola de pasivos remunerados del BCRA condujeron al incremento de la deuda bruta de la Administración Central que exhiben los números oficiales.
Con una mirada más en línea con la medición de Aurum, el Country Manager en InvertirOnline, José Ignacio Bano, destacó que «en 2024 bajo un montón la deuda», en parte por el impedimento de tomar cualquier tipo de crédito en el mercado financiero, pero también debido a la obsesión con el superávit fiscal. «En 2024 no solo llegamos a fin de mes sino que además pagamos las deudas«, profundizó marcando una analogía con las finanzas personales.
Perspectivas para 2025
De acuerdo con la metodología de Aurum, es la primera vez en mucho tiempo que un Gobierno registra un desendeudamiento. La consultora reconoció que buena parte de la caída se produjo por la licuación de diciembre de 2023, aunque aseguraron que «no menos cierto es que a lo largo de 2024 como forma de equilibrar los excesos del mercado monetario la gestión pagó tasas de interés por encima de la devaluación devolviendo parte de la licuación.
«Para pensar 2025 hay que tener en cuenta que este año el efecto de la licuación no lo vas a tener. La deuda en pesos ya por el solo efecto de que la tasa va arriba del ‘crawling peg’ va creciendo medida en dólares. Lo mismo con la deuda CER en la medida que la inflación vaya arriba del ‘crawling peg'», alertó Gerber, de cara a lo que puede ocurrir en este año que acaba de comenzar.
En contraposición, la mano derecha de Emanuel Álvarez Agis marcó que «ahora en enero vas a tener una caída de la deuda neta porque el Tesoro pagó vencimientos en moneda extranjera con dólares que compró con los pesos del superávit fiscal». «Si en julio vuelven a pagar vencimientos de capital con dólares comprados con superávit fiscal la deuda neta va a volver a bajar. Siempre y cuando tengas superávit», proyectó.
Por su parte, Bano cree que 2025 va a ser un nuevo año de desendeudamiento, bajo los parámetros de Aurum. «Está por verse si toman algo del FMI, más para fortalecer reservas y salir del cepo que que por un tema de necesidad de financiamiento», acotó.
El especialista advirtió que esta política respecto de los pasivos del Estado tiene un costo inmediato negativo en materia de actividad, pero seguramente ayude a futuro. «Que se use dinero para pagar deudas y no para otros fines tiene un costo negativo sobre el crecimiento de corto plazo a cambio de un crecimiento mucho mayor de largo plazo. Es justamente el concepto de inversión hacer un sacrificio ahora para el futuro estar mejor», sostuvo.