Para la acusación, además del intento de asesinato se probó el agravante por violencia de género y odio político. El 4 de febrero se volverá a tratar de recuperar el contenido del celular del tirador, aunque con riesgos.
Para la acusación no hay dudas. La materialidad del hecho y el agravante por violencia de género en contexto de odio político ya están probados. Es el balance que arrojan desde la fiscalía que conduce Gabriela Baigún sobre la primera etapa del juicio que investiga el intento de asesinato contra Cristina Fernández de Kirchner.
Sabag Montiel
Fernando Sabag Montiel intentó disparar y el tiro no salió. Lo vio el país y el mundo entero en vivo y en directo. En el expediente, en tanto, las numerosas imágenes y declaraciones de testigos arrojaron esa conclusión en forma indubitable, mientras que el propio acusado admitió el hecho en su declaración ante el Tribunal Oral Federal 6, que lleva adelante el juicio que comenzó el pasado 26 de junio. El joven de origen brasilero creía que estaba en una cruzada para salvar a la Argentina. Para eso, había que terminar con la vida de la expresidenta, entonces vicepresidenta de la Nación.
Como es sabido, la cadena de custodia de su celular se rompió -lo que motivó otra causa judicial- por lo que, finalmente, después de numerosas dilaciones el próximo 4 de febrero se hará el tercer y último intento por abrir el teléfono y recuperar el contenido perdido. En lo que va del debate oral, en las declaraciones de los efectivos y peritos de la policía de la Ciudad que intervinieron la noche del ataque hubo contradicciones y no quedó claro si el teléfono estaba o no con batería, si estaba prendido o apagado y si estaba rota la pantalla al momento de la detención de Sabag. La nueva pericia, advierten los especialistas, es riesgosa. Podría no obtenerse información nueva y hasta podría quedar inutilizado el aparato. No obstante, la fiscalía pidió avanzar con el estudio.
Brenda Uliarte, partícipe necesaria
Brenda Uliarte, la novia de Sabag y acusada de partícipe necesario del homicidio en grado de tentativa, agravado por el uso de arma de fuego y premeditación, dio la nota en esta primera parte del juicio oral. Ante testimonios que exponían contradicciones y la complicaban en su situación procesal comenzó a mostrar actitudes extrañas durante las audiencias. Hubo risas nerviosas e insultos de su parte que provocaron el llamado de atención por parte del Tribunal y en una de las audiencias llegó al extremo de zafarse de la custodia del Servicio Penitenciario y Federal y abalanzarse sobre uno de los abogados para pegarle. La estrategia evidente de su defensa, analizan la querella y la fiscalía es lograr que se la declare inimputable. Con ese objetivo su abogado defensor, el mediático Alejandro Cipolla pidió un nuevo estudio pericial sobre su representada. Sin embargo, Uliarte se negó a colaborar. No esbozó palabra durante toda la entrevista con los profesionales del cuerpo médico forense, quienes cuestionaron en su informe la “falta de colaboración y apertura al diálogo” de Brenda.
Sin embargo, dos estudios anteriores arrojaron que la imputada está ubicada en tiempo y espacio y que está en condiciones de enfrentar un juicio oral.
Gabriel Carrizo, el líder «Copito»
Sobre quien aún hay más dudas por el momento es Gabriel Carrizo, el jefe de la banca de Los Copitos.
Todos los testigos de descargo presentado por la defensa de Carrizo declararon al unísono que todo lo que el joven decía en los chats eran bromas. Que era su estilo hacer chistes de humor negro y que él jamás había manifestado la voluntad de matar a Cristina.
Para la parte acusadora la coartada está floja de papeles y las explicaciones de Carrizo son insuficientes. De su celular se extrajeron mensajes de momentos después del atentado en los que él le contaba a su familia que el arma que usaba Sabag era suya y decía que Sabag era un héroe.
Cuando se reanude el debate después de la feria judicial continuarán declarando los integrantes de Los Copitos. Todos ellos trabajaban bajo las órdenes de Carrizo y lo acompañaron a la entrevista en Telefé un día después del intento de magnicidio. Hasta ahora el único de los miembros del grupo que testificó fue Sergio Orozco, íntimo amigo de Carrizo y parte de la banda.
Cristina Kirchner
Cristina Kirchner declaró al inicio del proceso ante el Tribunal. Dijo que no confía en la investigación judicial y aseguró que lo que le ocurrió el 1º de septiembre de 2022 tiene autores intelectuales y financiadores que no están en el banquillo de los acusados.
“El balance hasta ahora del juicio es que claramente está probado el hecho. Hay una confesión, y ahora lo único que cabe dirimir es las responsabilidades de participación de las otras dos personas”, afirmó a Ámbito uno de los abogados querellantes, José Manuel Ubeira. “Nos queda claro que detrás de estos personajes hubo una decisión tomada en otro lugar para matar a Cristina”, agregó.
Tras la feria judicial de enero, el debate a cargo de la jueza Sabina Namer y los jueces Adrián Grünberg e Ignacio Fornari se reanudará el próximo 12 de febrero.