En la historia reciente, solo tres países latinoamericanos recibieron ayudas bilaterales del Tesoro estadounidense sin pasar exclusivamente por el FMI. Dichos desembolsos se activaron en medio de crisis financieras.
Como anticipó Ámbito, el Gobierno acelera las tratativas para lograr el apoyo del Tesoro de Estados Unidos, un auxilio directo que ayudará a enfrentar las tensiones cambiarias con el dólar de los ultimos días. El mecanismo de respaldo a naciones soberanas por parte del gobierno estadounidense no es una novedad, dado que ya ocurrió en el pasado en otros países de Latinoamérica como México, Brasil y Uruguay, con un denominador común: fueron durante momentos de urgencia por crisis financiera.
En el caso de la Argentina, según supo este medio, consistiría en un swap (intercambio de monedas) semejante al que el país tiene actualmente con China. El presidente Javier Milei confirmó el viernes pasado en Córdoba el objetivo de la búsqueda de respaldo de la administración de Donald Trump, en momentos en que el Banco Central intervino fuertemente en el mercado de cambios para contener el valor del dólar.
Auxilio económico del Tesoro de EEUU: el caso de México
México es un caso emblemático, dado que recibió dos veces ayuda financiera directa de Washington. La primera fue en el año 1982, en plena crisis de deuda. Allí el Tesoro norteamericano otorgó un préstamo puente de u$s1.850 millones a su vecino para sostener reservas y evitar un default inmediato.
En 1995 fue otro momento importante, con la denominada crisis del «tequila. En ese entonces, el gobierno estadounidense comandado por el presidente Bill Clinton aprobó un paquete de auxilio de u$s20.000 millones a través del «Exchange Stabilization Fund» (ESF). Fue uno de los rescates bilaterales más grandes de la historia de Estados Unidos, clave para estabilizar la economía mexicana y contener el contagio regional.
Brasil: turbulencia económica en los ´90 y ayuda de Estados Unidos
En el caso de Brasil, el auxilio económico directo de la administración de Clinton fue entre 1998 y 1999. Con el real bajo presión y el riesgo de una cesación de pagos, Washington participó en un paquete de ayuda de u$s41.000 millones junto al FMI.
De ese total, u$s5.000 millones provinieron directamente del Tesoro estadounidense, que buscó sostener a la principal economía sudamericana en un momento de máxima fragilidad.
El «mini rescate» a Uruguay en 2002
Durante la crisis regional que siguió al default argentino de 2001, Uruguay enfrentó una corrida bancaria por la salida masiva de depósitos.
Para hacer frente a esa fuerte merma, el Tesoro de Estados Unidos desembolsó u$s1.500 millones vía el mecanismo ESF, el mismo utilizado en México durante la crisis del «efecto tequila» en 1994-1995, en coordinación con el FMI. Ese apoyo resultó central para estabilizar el sistema financiero uruguayo y evitar un colapso mayor.