El diálogo entre los gobiernos de Brasil y Argentina para usar el yuan para el comercio bilateral se enmarca en un debate que se hace fuerte en todo el mundo, dijo el analista Julio Burdman. Para el experto, el uso de la moneda china podría llegar incluso al mercado minorista argentino.
La visita del ministro de Economía argentino, Sergio Massa, al presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, para tratar el uso de yuanes en el comercio bilateral es «el reflejo local de una discusión mucho más amplia» sobre la prevalencia de la moneda china en el mercado mundial, dijo el politólogo argentino Burdman.
En efecto, el viaje de Massa a Brasil tuvo como puntos centrales los encuentros con Lula y los ministros de Economía, Fernando Haddad, y de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira. Si bien el ministro y candidato abordó varios temas de integración entre las potencias sudamericanas, uno de los puntos más destacados fue el acuerdo necesario para que ambos países comiencen a desarrollar su comercio en yuanes y ya no en dólares.
«Esto se da no solo en el marco del ingreso de Argentina a los BRICS, sino también en el marco de una discusión cada vez más extendida en los organismos económicos internacionales sobre el uso del yuan como moneda global», aseveró Burdman.
El analista recordó que la discusión sobre la importancia creciente del yuan llegó incluso al seno del Fondo Monetario Internacional (FMI), un organismo que debido a la deuda que Argentina mantiene se ha vuelto un ente «clave» para la actualidad del país sudamericano.
Burdman consideró que todos los posibles acuerdos que puedan darse entre China, Brasil y Argentina para incluir al yuan en las transacciones comerciales y financieras entre ellos no deben verse como hechos aislados, sino como parte de esa «discusión global».
«Estamos asistiendo a un reflejo local de una discusión mucho más amplia que Argentina y Brasil sostienen, en tanto son aliados de China en este punto», sintetizó.
El experto argentino aventuró que este proceso podría llegar incluso «a la posibilidad de que el yuan se empiece a usar en las transacciones minoristas en Argentina«, posibilitando que algunos bancos argentinos «comiencen a abrir cuentas en yuanes».
Burdman señaló además que el uso creciente de yuanes es visto por el Gobierno argentino como una decisión estratégica, ya que la Administración del presidente Alberto Fernández «tiene una expectativa muy alta de que de esa forma se va a incrementar su relación económica con China«.
La posibilidad de pasar a yuanes el comercio entre Argentina y Brasil surgió en el marco de las dificultades argentinas para hacerse de dólares. Con un esquema de este tipo, Argentina no perdería reservas en dólares de su Banco Central para hacer frente a las importaciones y, además, se aseguraría poder hacer frente a los pagos de insumos brasileños, clave para la industria argentina.
El titular del Ministerio de Hacienda brasileño señaló que el mecanismo de importaciones permitiría convertir yuanes a reales, la moneda de Brasil, por hasta 140 millones de dólares.
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