En medio del escándalo por los audios de Diego Spagnuolo y las sospechas de corrupción en torno de Karina Milei, Patricia Bullrich quiso llevar tranquilidad ante la denuncia judicial para prohibir la difusión de audios de la hermana del Presidente. La ministra no lo logró.
Entrevistada en piso en televisión, la ministra de Seguridad afirmó, ante la consulta periodística, que la denuncia no implicaba allanar a los periodistas que divulgaron en las últimas horas grabaciones de la secretaria general de la Presidencia. Así, negó que se quisiera allanar los domicilios de quienes dieron a luz esos audios.
«Nosotros hemos pedido que la Justicia determine las medidas procesales para que cese el delito». Acto seguido, en A24, Pablo Rossi consultó a un panelista sobre «qué medidas está pidiendo el Gobierno al fiscal Stornelli». Resultó que en la página 18 se solicita «allanamiento y secuestro forense» en el canal de streaming Carnaval y en los domicilios de cuatro personas.
Ante ese escenario, contrario a lo que acababa de decir Bullrich, Rossi insistió en que se estaban pidiendo allanamientos. La ministra trató de salir del paso: «No, estamos pidiendo la construcción de la prueba. La Justicia puede decidir lo que quiera. No son periodistas. El periodista tiene otra construcción. Hace años que hablo con periodistas y defiendo la libertad de prensa, estos no son periodistas».
Pese a la bravuconada, el fiscal Carlos Stornelli desestimó la posibilidad de hacer allanamientos, que sería ilegales por atentar contra la libertad de expresión. Bullrich se quedó con las ganas. Y expuesta ante las cámaras de TV.