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Según Keith Kellogg, ahora es «el momento perfecto» para que ambas partes se reúnan a discutir las posibilidades de alcanzar la paz.
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, podría intentar detener el conflicto ucraniano antes de fin de año, cumpliendo así la promesa que hizo durante su campaña electoral, expresó este miércoles Keith Kellogg, nominado por el futuro inquilino de la Casa Blanca para el cargo de enviado especial para Ucrania.
En una entrevista concedida a Fox Business, al ser preguntado sobre la posibilidad de entablar un diálogo que conduzca a establecer la paz entre Moscú y Kiev, Kellogg destacó las capacidades de Trump para llevarlo a cabo.
«Creo que [Trump] tiene la visión para hacerlo, creo que tiene la energía para hacerlo, y creo que tiene a ambas partes dispuestas, por fin, a reunirse y hablar», manifestó el teniente general retirado, añadiendo que ahora «es el momento perfecto» para entablar las conversaciones entre las dos partes del conflicto.
«Realmente pienso que el presidente Trump, que hizo esta promesa en la campaña electoral, en verdad lo ejecutará, y esto llegará a una conclusión, y creo que este año. Opino que tiene la capacidad y la habilidad para hacerlo», expresó, agregando que a él personalmente también le gustaría realizarlo.
Durante la campaña electoral, Trump ha asegurado en varias ocasiones que es capaz de conseguir en 24 horas un acuerdo de paz en Ucrania. Tras convertirse en el presidente electo de EE.UU., el político aseveró, durante su discurso de victoria, que va a «detener las guerras«. Así, este lunes afirmó en declaraciones a la prensa que ya hay «algún progreso» para detener el conflicto ucraniano. «Hay algunos avances, pero es una situación dura y desagradable«, comentó. «Estamos haciendo todo lo que podemos, ya veremos lo que sale», señaló.
La parte rusa, incluido el propio mandatario del país, Vladímir Putin, ha subrayado en reiteradas ocasiones que está dispuesta a dialogar, mientras que el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, todavía se niega a derogar el decreto que entró en vigor a finales de 2022 prohibiendo cualquier contacto con los dirigentes rusos.