
El Ministerio de Economía salió a despejar el escenario de vencimientos con vistas a la próxima licitación de deuda en pesos de este miércoles, al disponer de un canje de letras capitalizables (Lecap) que tiene en su poder el Banco Central (BCRA).
La operación será por unos $4 billones. Se estimaba que para el próximo llamado el Tesoro de la Nación tenía que atender compromisos por unos $8 billones.
Las letras que entregará el BCRA son la Lecap S16Y5 (según su denominación técnica de mercado), que vence el 16 de mayo, y la S30Y5 que cierra el 30 de este mes. El Tesoro, a cambio, le entregará otra Lecap que vencerá el 16 de septiembre.
Con ello, el Gobierno estaría recortando la mayor parte de los vencimientos intra Estado, que suelen ser en promedio la mitad de los vencimientos de deuda en moneda local que hay cada mes.
Expectativa por la licitación de deuda en pesos
Si bien, de acuerdo con estimaciones de Delphos Investment, el vencimiento importante sería el de esta semana por unos $8 billones, en la Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC) se estima que el total del mes sería de algo más de $11 billones.
Hay que tener en cuenta que, al ser un canje, en este caso el roll over del sector público se ubicará en el 100%. Para este miércoles, habrá que ver cuál será la disposición del mercado a mantener una parte de sus colocaciones en el “riesgo Tesoro”.
En la última licitación del 24 de abril el Gobierno logró renovar solo el 70% de lo que vencía. A todo ello se suma que, de acuerdo con el programa firmado con el FMI, el Ejecutivo no podría disponer de fondos aportados por el BCRA para pagar la parte que no se refinancia. Pese a ello, la autoridad monetaria le transfirió al Ministerio de Economía las utilidades de 2024 por unos $12 billones.
El mercado espera, en tanto, que en la próxima licitación el Gobierno trate de reducir la tasa de interés en algunos puntos en función de las intervenciones que estaría llevando a cabo el Banco Central en el mercado de futuros del dólar, tratando de comprimir el precio actual del dólar flotante entre bandas, sin que ello implique desalentar operaciones de «carry trade» con las que el equipo económico procura aplastar la cotización del billete en el piso de banda cambiaria de $1.000.