Por un lado, gigantes como BlackRock recomiendan acciones estadounidenses. Por otro lado, varias grandes fortunas están vendiendo sus acciones. Una encuesta reveló la gran preocupación.
“Los cambios en la política estadounidense son constantes. Ante la inminente finalización de la pausa arancelaria de 90 días, creemos que las leyes económicas inmutables impedirán el retorno a una postura máxima. También observamos cambios en las políticas estadounidenses que podrían impulsar la confianza de los inversores, incluyendo recortes de impuestos y reformas regulatorias como un marco federal para las monedas estables. Estas reformas llevarán tiempo, pero respaldan nuestra sobre-ponderación en renta variable estadounidense, pero mantenemos una infra-ponderación en bonos del Tesoro a largo plazo debido a la persistente preocupación por la inflación y el déficit”, reza el último informe del megafondo BlackRock. Sin embargo, no todos parecen coincidir con el diagnóstico y por eso en los últimos meses los analistas más avezados de Wall Street advierten que están siendo testigos de cómo importantes fortunas a nivel mundial están vendiendo grandes paquetes de acciones en estas subas del mercado. El último ha sido el dueño de Amazon, cuyo faustuoso y promocionado casamiento en Venecia con Lauren Sánchez generó sentimientos encontrados, no solo entre los venecianos.
Señalan en Wall Street, que Jeff Bezos vendió más de 3,3 millones de acciones de su empresa en una venta valorada en aproximadamente u$s740.000 millones. Explican que esta venta de acciones forma parte de un plan de negociación previamente acordado por Bezos en marzo. Según dicho acuerdo, el fundador de Amazon planea vender hasta 25 millones de acciones de Amazon hasta fines de mayo del próximo año. Al respecto, recuerdan que Bezos, quien renunció como CEO de Amazon en 2021, pero sigue siendo presidente, ha estado vendiendo acciones de la compañía con regularidad en los últimos años, aunque sigue siendo el mayor accionista individual. Según los analistas, adoptó un plan de negociación similar en febrero de 2024 para vender hasta 50 millones de acciones de Amazon hasta finales de enero de este año.
Vale recordar que Bezos había anunciado, previamente, que vendería aproximadamente u$s1.000 millones en acciones de Amazon cada año para financiar su empresa de exploración espacial, Blue Origin. También donó acciones a Day 1 Academies, su organización sin fines de lucro que está construyendo una cadena de establecimientos preescolares inspirados en el método Montessori en varios estados.
Cada vez más grandes fortunas liquidan posiciones
Lo que llama la atención de los analistas, que monitorean no solo el llamado dinero inteligente («smart money»), o sea, los inversores institucionales y «hedge funds» es que cada vez más grandes fortunas liquidan posiciones. ¿Qué estarán viendo, que el resto del mercado no ve? Por lo pronto, Bezos sigue ocupando el tercer puesto del Índice de Multimillonarios de Bloomberg con un patrimonio neto de aproximadamente u$s240.000 millones, detrás del CEO de Tesla, Elon Musk, con u$s363.000 millones y el CEO de Meta, Mark Zuckerberg con u$s260.000 millones.
Quizás, en consonancia con BlackRock, una reciente encuesta de la gestora británica Schroders entre los casi 1.000 principales inversores globales confirmó que las crecientes tensiones comerciales y los aranceles se han convertido en la mayor preocupación de los inversores globales, eclipsando todos los demás riesgos económicos. Casi dos tercios (63%) de los inversores institucionales y gestores de patrimonio identificaron los gravámenes comerciales como la preocupación macroeconómica más importante que impacta en su estrategia. El riesgo percibido por los aranceles era más de seis veces mayor que la siguiente preocupación más importante, destaca el sondeo.
La encuesta, que entrevistó a casi 1.000 de los principales inversores que representan un total combinado de u$s67 billones en activos, encontró que esta incertidumbre comercial está alimentando una demanda de estabilidad. Vale señalar que el estudio se realizó antes del anuncio del acuerdo comercial alcanzado con China por parte de Trump. Por lo pronto, la encuesta de Schroders indicó que aproximadamente cuatro de cada cinco profesionales de inversión encuestados también dijeron que probablemente aumentarán su asignación a inversiones gestionadas activamente en el próximo año, en un intento por frenar la volatilidad causada por los eventos macroeconómicos. Según Johanna Kyrklund de la gestora, la resiliencia es ahora la prioridad en la agenda de inversión, ya que la marea creciente ya no beneficia a todos: “El contexto general es que los mercados financieros aún se están adaptando a tasas de interés estructuralmente más altas, agravadas en muchos casos por los altos niveles de deuda, plantea interrogantes sobre las tendencias futuras del mercado y el valor de las estrategias pasivas en un período de mayor incertidumbre”. Por eso en este entorno, las estrategias activas brindan a los inversores el control que necesitan para gestionar la complejidad, crear resiliencia en la cartera y aprovechar las oportunidades, explicó.
Acciones, resultados y la Fed
En este contexto, el conocido analista Jim Cramer de la CNBC dio algunas pistas para los inversores en la segunda mitad del año que se centra en volver a lo básico. Aconsejó elegir acciones de empresas que estén teniendo buenos resultados. Cramer reconoció que su consejo podría parecer demasiado simple, pero afirmó que intenta disipar el ruido que podría distraer a los inversores comunes. En particular, cuestionó el debate casi constante sobre la próxima decisión de la Fed sobre las tasas de interés señalando que está tratando de refutar “la idea de que se supone que debemos pensar en salir de las acciones, la Fed no va a flexibilizar lo suficiente, en lugar de mirar a las empresas que lo están haciendo bien y comprarlas”. Puso como ejemplo a Oracle. Las acciones del gigante tecnológico, con un floreciente negocio de computación en la nube, se dispararon tras la publicación de sus resultados a principios de mes y el lunes pasado subieron otro 5% después de que revelara en una presentación regulatoria que había firmado varios acuerdos importantes de servicios en la nube, incluyendo uno que se espera que aporte más de u$s30.000 millones en ingresos anuales a partir del año fiscal 2028. “Eso no es Oracle negociando con la Fed”, dijo Cramer, refiriéndose a las ganancias bursátiles del lunes, sino que “eso es operar con Oracle, que tiene un nuevo modelo de negocio que lo llevó de 110 dólares por acción a 223 dólares, lo que es de gran interés para muchos de nuestros espectadores porque ganaron mucho dinero”.