Sin embargo, lo que más llamó la atención ocurrió este domingo, cuando Milei, vestido con el mameluco de YPF, y su hermana, la secretaria General de la Presidencia participaron, junto a Conan y Thor, en el programa de streaming “El troncal de las mascotas”, emitido por el canal Neura. Lo llamativo es que esa información surgió de los canales oficiales del propio Gobierno. Entonces… ¿Conan está vivo? País inmenso, generoso y esotérico.
Estalactitas de hielo de la Rosada
Algunas versiones periodísticas deslizaron esta semana que el presidente Javier Milei se habría reconciliado con su expareja Fátima Florez, motivo por el cual se lo vio poco en los últimos días en Casa Rosada y monopolizó su agenda en la residencia de Olivos. Sin embargo, una de las principales causas de su alejamiento de Balcarce 50 podría estar vinculada con las bajas temperaturas que se manejan en los despachos oficiales.
En la semana más fría en lo que va del año, Casa Rosada se convirtió en una heladera: los trabajadores no se quitan los abrigos al en sus puestos laborales y los problemas de calefacción son materia de conversación, pero, sobre todo, de preocupación. En línea con la frase repetida hasta el hartazgo por el Presidente, “no odiamos suficiente a los periodistas”, el caso de la sala de prensa es paradigmático. Ubicado en el primer piso, el salón sufrió la rotura hace ya tiempo de sus radiadores, y si bien el Gobierno se comprometió a la compra de tres estufas para calentar el lugar, estas nunca llegaron. Nobleza obliga, en este caso no hay un discriminación contra los periodistas, ya que Milei no se caracteriza por honrar su compromisos, cuando de gastar se trata. Que lo digan sino los gobernadores, que firmaron compromisos de obras que nunca llegan (no se apresure, lector, que ya iremos a es punto).
El frío también afecta a las oficinas de Desregulación y Transformación del Estado, que responden a Federico Sturzenegger. Hay quienes dicen que empezaron a congelar su oficina porque se viene el fin de las facultades delegadas, y por ende su cartera se queda sin combustible para mantener encendida la motosierra. Incluso, ya se rumorea que podría tener nuevas misiones en el gabinete. Como sea, el ministro fue uno de los que presentó quejas por la temperatura en los despachos que ocupa en Rosada, y no fue el único. El portavoz Manuel Adorni también se vio perjudicado por la ola de polar y la falta de insumos para hacerle frente, ya que las fallas en la calefacción llegaron a su despacho.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) tiene previsto diagramar una serie de alertas por el frío durante las próximas jornadas, por lo que será interesante ver qué formas de entrar en calor se les ocurren a los trabajadores. Y, sobre todo, ver si el Presidente se anima a pisar Casa Rosada bajo cero.
Quién sí se animó a pisar Balcarce 50 esta semana fue el exjuez de la Corta Suprema, Manuel García-Mansilla. El jueves, mientras toda la atención estaba puesta en el congreso libertario en La Plata, el magistrado ingreso por la tarde al Salón Martín Fierro, donde tiene su despacho el asesor Santiago Caputo.
Según se mencionó en el frío de la Rosada, García–Mansilla fue invitado por el Gobierno para consultarlo sobre la elaboración de un proyecto de ley, aunque no trascendieron detalles acerca de qué iniciativa se trata. No obstante, el encuentro encabezado por la secretaria de Legal y Técnica, María Ibarzábal Murphy, no duró más de 15 minutos.
La persistencia de los finalistas y una despedida
Después de tres horas de fiesta, en una carpa montada en los jardines del coqueto Palacio Bosch -residencia del embajador de Estados Unidos en la Argentina- se prendieron las luces y el personal de seguridad comenzó a pedirle a los asistentes que se retiren. Entre los finalistas de la velada había un grupito de tres personas: el mago del Kremlin Santiago Caputo, su sombra Macarena Alifraco y el polemista diputado bonaerense Agustín Romo.
El trío pasó gran parte de la celebración del Día de la Independencia estadounidense en el ambiente más oscuro del Palacio, esquivo al encuentro con la prensa que daba vueltas por el lugar. Tal era la obsesión con los periodistas, que incluso la distraída asesora se quejó cuando se dio cuenta de que habían logrado fotografiar a Santiago Caputo saludando a Abigail L. Dressel, la máxima autoridad diplomática en Argentina, mientras se aguarda la llegada del nuevo embajador Peter Lamelas. “¡Borren las fotos!”, reclamó Alifranco. Sus pedidos fueron infructuosos.
Además del trío custodio del relato libertario, participaron en el festejo el ministro del Interior Guillermo Francos, el de economía Luis “Toto” Caputo, y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que comandaba a todos los jefes de las fuerzas de seguridad del país, presentes también en la velada.
En uno de los pasillos principales, un funcionario nacional y un prominente financista dialogaban con periodistas sobre la no inclusión de la Argentina como mercado emergente en el índice MSCI. “No había ninguna posibilidad, ya lo sabíamos. Alguien en el mercado habrá querido hacer plata”, deslizó uno de ellos. El otro coincidió.
Parte de la comitiva oficial también estuvo presente al día siguiente en el Salón Dorado del Teatro Colón, en la conmemoración de los 200 años de relaciones bilaterales entre Argentina y Reino Unido. El evento fue también la despedida de la embajadora Kirsty Hayes, que vuelve a Londres con un alto cargo en la cancillería británica. Federico Sturzenegger, Mariano Cuneo Libarona y otros funcionarios de menor rango fueron parte de la coqueta y exclusiva celebración.
También estuvieron presentes dos exfuncionarios: Nicolás Posse y Diana Mondino, a quienes se los vio muy animados conversando en ronda con sus excompañeros de gabinete.
Entre los asistentes se vio a Jaime Campos, presidente de la Asociación Empresaria Argentina, sentado al lado del exfuncionario macrista Shunko Rojas, actual lobbysta de empresas con terminales en el ministerio de Desregulación de Sturzenegger.
Uruguay y la «No» bilateral
Del otro lado de charco, también hubo quinchos del Tío Sam, que salen a la luz gracias a la inestimable audacia de Ámbito Uruguay. Es que el recambio diplomático tras la llegada de Donald Trump al Gobierno asoma en toda la región. Y en Montevideo, con un emotivo discurso, la embajadora de Estados Unidos en Uruguay Heide Fulton se despidió de amigos y allegados. Se estima que hacia el mes de setiembre llegará el nuevo embajador, Lou Rinaldi, amigo del presidente estadounidense.
En la residencia de la embajadora se cruzaban temas varios. No pasó desapercibida la ausencia de la cúpula de Relaciones Exteriores: ni Mario Lubetkin ni Valeria Csukasi (canciller y vice) estuvieron. “A veces las agendas se complican”, comentó indulgente un empresario vinculado a la izquierda, mientras daba cuenta de una riquísima croqueta de hongos. “Además, hay muchos jerarcas de Cancillería importantes presentes, no hay que dramatizar”, agregó.
En efecto, Lubetkin va a acompañar al presidente uruguayo Yamandú Orsi en una gira que se viene intensa, en Europa, Argentina y Brasil. A propósito de la visita a Argentina, donde se hará la Cumbre del Mercosur, en el gobierno no se maneja una bilateral con Javier Milei, que tampoco se ha pedido. Es que, como dicen en las otras orillas del Río de la Plata, no debe haber dos personas más distintas que Orsi y Milei. “La verdad, ninguno tiene mucho para ganar en un encuentro bilateral”, decían.
Si la frialdad de la relación precisaba alguna confirmación más, los legisladores del Frente Amplio (FA) uruguayo en el Parlasur promovieron un par de proyectos de declaración. El primero, de repudio a la decisión de la Justicia argentina de inhabilitar a la expresidenta Cristina Kirchner para ejercer cargos públicos (en el marco de su condena por la causa Vialidad). El segundo manifiesta la “preocupación institucional” por el caso. “Parece claro el alineamiento del FA… y no es con la visión de Milei”, dijeron, con cierto tono de preocupación. “Son muchos los asuntos bilaterales con Argentina y pronunciamientos de este tipo complican”.
Por lo que no se preocupan en el oficialismo uruguayo es por el desembarco de La Libertad Avanza en tierras de Artigas. LLA intentó inscribirse como partido, pero no logró juntar la mínima exigencia de 1358 firmas que se le pedían de aval. Sí, no falta ningún cero: mil trescientas cincuenta y ocho. De todas maneras, se entiende que el partido de Karina Milei lo logrará, ya que tiene 20 días para volver a intentarlo.
Que conste que este noble espacio ya lo había contado: la «Liberfest» que habían organizado hace casi dos meses había sido un fracaso. De querer hacerla en el ostentoso Radisson de Montevideo, terminó en un templo al costado de una ruta rural, en las afueras de la ciudad capital.
Grito federal y funcionarios en capilla
Los gobernadores volvieron a la Ciudad de Buenos Aires para enviar un mensaje a la Casa Rosada y escalar la disputa por fondos, con las elecciones legislativas de octubre en el horizonte próximo. El lunes pasado, jefes provinciales de todo el país se dieron cita en calle Azopardo al 700 -sede provisoria del Consejo Federal de Inversiones (CFI)- para abordar un temario común que incluyó preocupaciones como la coparticipación federal, el impuesto a los combustibles, la obra pública y los Aportes al Tesoro Nacional (ATN).
Aunque en principio la lista de presentes se anticipaba corta, los mandatarios le plantaron cara a la helada porteña: 22 de los 24 jefes provinciales marcaron check. Estuvieron, por ejemplo, Axel Kicillof (Buenos Aires), Jorge Macri (CABA), Martín Llaryora (Córdoba), Alfredo Cornejo (Mendoza), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe), entre otros.
Los únicos ausentes fueron el formoseño Gildo Insfrán y el correntino Gustavo Valdés, ambos abocados a los quehaceres domésticos. «Gildo es una fija, debe estar con las elecciones», comentó un dirigente ante la ausencia del norteño. Sucede que Insfrán tendrá comicios locales este domingo, en los que se elegirán legisladores y los convencionales que reformarán la Constitución formoseña, tal vez su última bala para buscar un último mandato en 2027.
La foto se completó con los desembarcos del vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán, y del secretario de Hacienda, Carlos Guberman, quienes llevaron la voz de Javier Milei ante los caciques distritales. Debieron pagar derecho de piso: mientras las provincias disertaban entre sí, los enviados de Nación esperaron cerca de media hora para que les habilitaran el ingreso. Fue un botón de muestra sobre el malestar imperante. Guillermo Francos evitó el desplante: se abocó a preparar su informe de gestión ante el Senado, territorio hostil dominado por el peronismo.
Para colmo, Catalán y Guberman no llevaron buenas noticias. Su respuesta al pedido de los distritos para modificar el impuesto a los combustibles fue considerada «floja de papeles». Así las cosas, los funcionarios se retiraron y la charla entre las provincias continuó sin mensajeros libertarios. Fruto del intercambio surgió una iniciativa apoyada por todos los presentes: avanzar en un proyecto de ley conjunto para distribuir de forma automática -símil a la coparticipación- el tributo a las naftas y los ATN, evitando la discrecionalidad por parte de Nación.
Se trata de una propuesta que requerirá de numerosos y variopintos consensos, por lo que su futuro parece una utopía. No obstante, el llamado de atención al Gobierno es claro. «Golpear y salir, como en el boxeo», sintetizó un operador con afición pugilística. Mientras los líderes definían la estocada a Nación, en la planta baja la guardia periodística se proveía de medialunas y café, tratando de resistir al frío y de hacerse eco de los escasos trascendidos que llegaban desde la sala de maquinas federal.
La tesitura no cambió. La reunión, que se extendió por casi cuatro horas, culminó sin declaraciones por parte de ninguno de los gobernadores, que abandonaron raudos el edificio, saliendo con sus autos polarizados del garage y evitando el contacto con los micrófonos. «Está todo bien, buen clima», fue la versión flaca que hizo correr el Gobierno. Minutos después, comenzó a circular el comunicado con la firma de todos los mandatarios, anunciando la iniciativa por fondos. Suscribieron provincialistas, peronistas opositores y dialoguistas, del PRO y radicales: todos unidos triunfaremos.
Al día siguiente, varios mandatarios desfilaron por la Casa Rosada para suscribir diversos acuerdos por obras públicas pendientes, en el marco del regímen de extinción de obligaciones recíprocas. ¿Todos unidos friunfaremos? Vamos viendo. Por lo pronto, este martes habrá un nuevo round, para seguir con las metáforas de ring: los ministros de Economía de las provincias se reunirán con el secretario de Hacienda Carlos Guberman.
Desempates, celulares al aire y prensa out
La sesión en el Senado bonaerense venía picante, y no defraudó. Con un empate 22 a 22, todas las miradas se posaron sobre Verónica Magario, presidenta del cuerpo, que tuvo que desempatar el proyecto que habilita la reelección indefinida de legisladores, concejales y consejeros escolares. Con tono solemne (y un dejo de ironía histórica), la vicegobernadora lanzó: “En esta ocasión, me toca desempatar. A diferencia de algunos largos años en la Argentina, mi voto es positivo”. Un dardo directo al famoso “no positivo” de Julio Cobos en la 125, pero esta vez con final feliz para los reeleccionistas. Una felicidad que no obstante se diluyó pronto, por los rechazos que se avizoran para la iniciativa en Diputados.
Pero las perlitas no terminaron ahí. El Sindicato de Prensa bonaerense y los acreditados del Senado volvieron a cargar contra la decisión de Magario de cerrar el palco de prensa del recinto. “Volvemos a exigir poder ejercer de forma plena nuestro trabajo”, dijeron los periodistas que desde hace un tiempo se ven obligados a seguir el debate desde una pantalla en el hall, con sillas incómodas y poca señal de Internet. “No es lo mismo”, remarcaron. Y tienen razón: el olorcito a café del recinto, las miradas cruzadas y el murmullo político en vivo no se transmiten en HD. Al fin de cuentas, hubo un efecto contagio: Magario pareció imitar a Martín Menem en el recinto de Diputados o al mismísimo Milei en la Casa Rosada. Destrato a la labor de prensa. «Al final, tan distintos no son», mencionaba, promediando la sesión, un empleado de larga data de esa casa de leyes.
El momento reality de la jornada lo protagonizó la senadora de La Libertad Avanza María Florencia Arietto, que entró al recinto con el celular bien alto, transmitiendo en vivo en sus redes sociales… aunque la sesión ya se estaba emitiendo por los canales oficiales. Magario no dejó pasar la escena: pidió a sus asesores que chequearan si el reglamento permitía semejante tour digital. Pero cuando parecía que la historia terminaba en reprimenda, apareció Sergio Berni —sí, él— para bajarle el tono al asunto y dejarla seguir.
El chiste de cierre lo dejó el senador Marcelo Daletto, que rebautizó a Arietto como “senadora Makintach”, en clara alusión a la jueza que filmaba un documental oculto durante el juicio por la muerte de Diego Maradona. ¿Reality político o remake de Netflix? Difícil saberlo.
Diálogos con Conan: Hasta pronto
– Padre, me cansé de que no me escuche.
– Conan, es que ya no sos un perro, sos un mandril, ves todo negativo. Por esto te reemplacé por otro Conan, un Conan que está vivo.
– Padre, usted sabe que soy sincero, desde el aprecio. Pero no me voy a bancar que confunda a la gente. Usted ya sabe que soy un ex perro, que no pertenezco a este mundo. ¿Cómo va a llevar a otro Conan a una entrevista? Después quiere que no me enoje.
– Conan, tu nombre se puede llenar con perros de cualquier círculo del infierno, con perros terrestres, con perros celestiales. Conan, trascendiste. Sos un símbolo que está más allá de la vida o la muerte.
– Padre, no seguir hablándole. No me interesa.
– Listo, Conan. Yo ya no quiero escucharte. No te voy a extrañar.
– Yo tampoco, Padre. Cuando me llame, sólo encontrará su eco.
– Hay más Conanes, Conan. Asumilo. Ciao.