En un escenario económico que presenta desafíos constantes para el comercio minorista, el mercado de locales comerciales en Buenos Aires aguanta como puede.
A pesar de la caída en el poder adquisitivo y la alta inflación, los comerciantes y emprendedores continúan apostando por ubicaciones estratégicas que les permitan maximizar la exposición y asegurar rentabilidad.
El valor de las ubicaciones estratégicas
Según un informe de la consultora Newmark, los locales en zonas de alto tránsito como Palermo Soho y el Microcentro de la Ciudad de Buenos Aires siguen siendo demandados. En medio de un contexto económico incierto, los comerciantes se han dado cuenta de que la ubicación puede marcar una gran diferencia en el rendimiento de sus negocios.
El estudio destaca que la demanda de locales se ha mantenido firme gracias a estrategias diseñadas para captar a consumidores con poder adquisitivo, así como a los turistas que visitan la ciudad. En las áreas de mayor flujo de personas, los comerciantes optan por ubicaciones visibles y accesibles, lo que les permite minimizar el impacto de la caída general del consumo.
El informe de Newmark también señala que los minoristas están mejorando la experiencia del cliente como una forma de atraer y retener a los consumidores. Esto incluye desde la creación de ambientes atractivos hasta la implementación de alianzas estratégicas con entidades financieras que facilitan la obtención de líneas de crédito para mejorar los locales o expandir operaciones.
Retos y oportunidades en un contexto inflacionario
A lo largo del primer semestre de 2024, la economía argentina ha estado marcada por una inflación acumulada de casi el 80%. Esto ha afectado particularmente a los rubros de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, mientras que el sector de alimentos y bebidas ha mantenido una demanda relativamente estable. Sin embargo, algunos sectores han mostrado signos de recuperación, como el de restaurantes y hoteles, que creció un 6,3% en junio.
En este marco, los locales comerciales que operan en zonas de alto tráfico como Caballito y Av. Santa Fe han seguido siendo rentables. Según el estudio, la vacancia en la capital ha disminuido a un 3,6%, lo que sugiere una mejora en la demanda de locales.
El precio promedio de alquiler se situó en 23,2 dólares por metro cuadrado al mes, reflejando una baja respecto a períodos anteriores. Sin embargo, esta disminución en los precios se asocia a la disponibilidad de locales adaptados a las exigencias actuales del mercado.
Principales corredores comerciales en Buenos Aires
Durante el primer semestre de 2024, algunos corredores comerciales clave han mostrado un desempeño sólido:
- Avenida Cabildo (1600-3300): Con una tasa de vacancia del 4,1% y un precio promedio de alquiler de 21,3 USD/m²/mes, esta avenida sigue siendo una de las más importantes para el comercio. La moda y el textil ocupan el 39% de los locales, mientras que el rubro hogar y bazar representa un 18%.
- Calle Florida (0-1000): Este corredor mostró una leve recuperación con una vacancia del 7,2% y un precio de 14 USD/m²/mes. La moda y el textil dominan con un 52% de ocupación, pero la presencia de marcas internacionales está ganando terreno.
- Avenida Santa Fe (entre Callao y Pueyrredón): Con una tasa de vacancia del 2,8% y un precio de 29,1 USD/m²/mes, este corredor sigue siendo uno de los más codiciados. La moda y el textil dominan con un 42% de ocupación, mientras que el rubro hogar y bazar representa un 17%.
La demanda de locales en otros corredores como Caballito y Palermo Soho también sigue en auge, impulsada por la fuerte presencia de marcas de moda y gastronomía.
El futuro del comercio minorista en Buenos Aires
De cara al futuro, se espera que el comercio minorista siga enfrentando desafíos, pero con la posibilidad de que surjan nuevas oportunidades. La demanda por locales en corredores estratégicos sigue fuerte, lo que podría continuar impulsando una baja en la vacancia y una recuperación progresiva del mercado.
A medida que los comerciantes adoptan estrategias más eficientes, como la digitalización de sus operaciones y la implementación de programas de fidelización, también se espera una mayor innovación en la experiencia del cliente. Esta combinación de factores podría permitir al sector adaptarse mejor a la crisis económica y seguir siendo competitivo en un entorno de alta inflación y caída del consumo.
