Industria: se suman sectores a los reclamos por la caída en la producción
Tal proyección no condice con la realidad, por el contrario, en núcleos industriales como la Unión Industrial Argentina aseguran que “aumenta el nerviosismo”, visto en las reuniones de la Junta Directiva del organismo: “el clima de las reuniones se volvió más picante en los últimos meses, sectores que antes no reclamaban, ahora lo hacen”, alertan a este medio.
La explicación es simple: el consumo no repunta de forma continuada y eso repercute en las cuentas de las compañías. “Primero te preocupás, después ajustás y, finalmente, te empezás a poner nervioso”, grafica otro industrial.
El panorama es complejo en ramas como indumentaria o calzado, y se agrava en otros rubros, como la metalurgia o mobiliario. Un empresario marplatense trae a colación un ejemplo extremo, de una reconocida marca de sweaters que asegura producir prendas de menor calidad, “solo para cubrir costos”.
El consumo se recupera frente a 2024, pero maneja niveles históricamente bajos
Otro sector que siente la retracción de la economía es el de consumo masivo. Según datos de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) compartidos con este medio, en el primer semestre de 2025 las ventas minoristas de alimentos y bebidas crecieron +4,1% interanual, aunque todavía se ubican por debajo de la mayoría de los años previos (solo superan 2019).
En el desagregado, alimentos muestra una recuperación más consistente: +2,2% interanual y +4,9% acumulado enero-junio. En bebidas, en cambio, predomina la debilidad: -4,1% interanual y estancamiento frente a 2024. El contraste es notorio también en testimonios de proveedores. Por ejemplo, una empresa de agua embotellada reconoce que sus ventas cayeron 25% en un año.
Fábricas modelo en alerta por la llegada de productos importados
Como agravante, la apertura importadora acelera la reconversión del entramado productivo y cada vez más proveedores quedan en el medio de la cadena, incrementando la posibilidad de su desaparición.
La llegada de productos importados es motivo de alerta en la mayoría del sector industrial, aunque -paradójicamente- desde el Gobierno aseguren que el futuro del país debe estar trazado por el desarrollo empresarial.
Un ejemplo concreto: Ámbito participó de un almuerzo en una fábrica en Almirante Brown, donde se encontraba un funcionario del área de Industria y Comercio. Allí, expresó que el futuro de la Argentina se disputaba entre “el pasado” y “fábricas como la que me toca visitar”. Minutos más tarde, este diario consultó por la situación actual de la marca: caída en ventas, menor cantidad de exportaciones, producto del tipo de cambio y los altos costos, preocupación por el ingreso en serie de importaciones chinas, limitando el valor agregado a los productos de colección.
El deterioro del entramado industrial no pareciera ser motivo de recato para el Gobierno en tiempos electorales. Un integrante de una entidad representativa del sector empresarial de la PBA cuenta que “llegó un emisario” del oficialismo a establecer “un puente de relación, y financiamiento a la campaña”. “Se cuando la conversación se trata de plata. No estamos para financiar a nadie, menos ahora”, ironiza en la conversación.
Una economía que pierde envión
Para Haroldo Montagu, economista jefe de la consultora Vectorial, la clave está en que “hay una caída en las expectativas que se refleja también en la actividad”. Según explicó, los empresarios toman decisiones en función de la demanda y hoy ese motor está apagado.
“El principal driver de los empresarios son las expectativas de crecimiento. Al no haber expectativas, las subas de tasas de interés, la volatilidad cambiaria y financiera terminan impactando de lleno en sus decisiones”, sostiene en diálogo con este medio.
Montagu advierte que el crecimiento observado en el primer semestre de 2025, con un promedio del 6,2% anual, tuvo mucho de rebote frente a la baja base de comparación del primer semestre de 2024 -cuando se sintió con más fuerza el impacto inicial de las políticas del gobierno de Milei-. “Ese 6% no es crecimiento genuino, es rebote”, remarcó.
De cara al segundo semestre, el economista proyecta un escenario mucho más pobre: tasas cercanas al 3% anual, incluso con registros intermensuales negativos. Así, el año podría cerrar con un crecimiento en torno al 4-4,5%, por debajo de las proyecciones del FMI y la CEPAL, que anticipaban un 5%.
En ese sentido, Montagu alertó que este año podría terminar mostrando un crecimiento menor al “arrastre estadístico” de 4,4% heredado de 2024. “Si crecés menos que el arrastre, en algún punto decrecés, porque te comiste parte de ese envión”, explicó.
Martín Polo, economista de jefe de estrategia en Cohen, abonó recientemente a esta idea. En su cuenta de X, compartió: “Con la caída de la industria (2,3% m/m) y la construcción (1,8% m/m) en julio, es muy probable que el EMAE venga en esa línea. Con esto la economía acumularía 6 meses de caída, lo que técnicamente entró en recesión”.
El último informe de Vectorial también advierte sobre el frente fiscal. En agosto, la recaudación cayó -2,6% real, el peor resultado para ese mes en los últimos nueve años, incluso por debajo de 2020 en plena pandemia. Hasta ahora, la recaudación venía mostrando mejoras reales mes a mes (salvo en mayo), pero el retroceso de la actividad terminó golpeando la base imponible.
La consultora también enciende alertas sobre el costado financiero: los cheques rechazados por falta de fondos ya se acercan a los niveles críticos del gobierno de Mauricio Macri, mientras que el apretón monetario vía encajes bancarios disparó las tasas de adelantos en cuenta corriente y de descuento de cheques. La consecuencia probable: más tensiones en la cadena de pagos.
Montagu concluyó con un diagnóstico político: “Probablemente el resultado de las elecciones de medio término impliquen la necesidad de un reseteo casi completo del programa económico”.
Reforma laboral, clave en la agenda legislativa que el Gobierno buscará imponer si tiene éxito en octubre
Aunque el oficialismo haya sufrido un significativo revés electoral, con una diferencia de más de 13 puntos en la Provincia de Buenos Aires, el Consejo de Mayo no pierde las esperanzas de que La Libertad Avanza logre un triunfo en el margen tras los comicios de octubre y ponga en discusión un elemento de suma prioridad en su agenda: la reforma laboral.
Cuenta un integrante del órgano colegiado consultivo creado en junio, que el objetivo es profundizar el espíritu del Decreto 70/2023 y asegura que cuenta con el aval de la pata sindical para discutirlo. Este solo podría tratarse en caso de sostener apoyo político en el Congreso: los grandes empresarios ven con expectativa una modernización de las reglas laborales, pero también advierten que el proceso puede abrir un nuevo foco de conflicto social.