La exmandataria habló desde su departamento, cuestionó la persecución judicial, defendió el legado kirchnerista y pidió “militar en serio” ante un contexto social que definió como “tiempos líquidos”.
Desde su departamento de San José 1111, donde cumple prisión domiciliaria por la causa Vialidad, Cristina Kirchner envió un mensaje grabado a la peña de fin de año del Instituto Patria, en el que volvió a denunciar una persecución judicial contra el peronismo y lanzó fuertes críticas al gobierno de Javier Milei, al que señaló como responsable de un clima social marcado por la incertidumbre.
“La privación de la libertad y, fundamentalmente, mi proscripción, ese es el verdadero castigo”, afirmó. Luego sostuvo: “La proscripción, más que un castigo a mi persona, es un castigo a millones de argentinos que se identifican con una idea de país. A ellos se los proscribe, no a mí”.
A lo largo del mensaje, la expresidenta repasó el sentido político que le asigna a su condena, reivindicó los años de gestión kirchnerista y sostuvo que no era momento de revisar el pasado, sino de pensar “lo que hay que hacer” en un escenario que describió como “tiempos líquidos” y también como “tiempos de burrez”.
El mensaje de Cristina Kirchner al Instituto Patria
Retomando palabras de Teresa Parodi, presente en la actividad, destacó que “los procesos históricos demandan maduración” y llamó a “militar mucho, pero mucho en serio”. En paralelo, comparó la actualidad con otros períodos críticos y alertó sobre un “individualismo exacerbado” y una extendida “negación de la realidad”.
Recordó que ese individualismo ya había aparecido en épocas más dramáticas, marcadas por el “no te metas”, el “algo habrán hecho” o el “los argentinos somos derechos humanos”. Según describió, entonces también había sectores negando lo que sucedía: no solo la desocupación, las fábricas cerradas, los negocios que no vuelven a abrir o la caída del consumo, sino problemáticas aún más graves.
Pese al panorama, la exmandataria se mostró confiada: “También salimos de esos momentos trágicos y dramáticos hacia etapas de reconstrucción democrática que parecían imposibles”.
En el cierre, llamó a sostener la convicción política más allá del calendario electoral. “La historia demanda tiempo, y muchas veces no coincide con el calendario. Por eso, a la fe y a la convicción hay que acompañarlas con la firmeza de nuestras acciones”, concluyó.
